Joaco & Catholico34:¿Jesús: Cumplir los mandamientos o SOLO tener fé?

Originalmente enviado por: Joaco
Catholico34,

Después que respondas a la pregunta que te faltó, me gustaría que también considerarás esto que ya te había comentado y que hasta ahora no haz querido tocar o se te ha pasado:Espero también que comentes al respecto, pero por favor, antes aclarame lo de la contradicción que existe entre lo que sostienes de salvarnos por las obras y lo que dice Pablo en los pasajes que te cité.

Gracias y que Dios te bendiga grandemente.

Si Joalco, disculpa es que voy poco a poco..uf!.

. El joven llega por una respuesta que en su corazón conoce, no ha cumplido en su totalidad la ley, pero el espera oir que con lo que ha hecho basta, pero Jesús le dice lo que él no ha querido oir: no ha cumplido la ley a la perfección, ni puede hacerlo.

Estoy más bien de acuerdo... pero lo que le falta - y le crea cierta angustia- es JUSTO lo que le dice Jesús: "SI quieres ser perfecto..". A pesar de salvarse, no buscamos la santidad.

Pero jesús le ha dicho lo importante: "Cumple los mandamientos y tendrás Vida Eterna". Pero éso es el mínimo para salvarse, pero el cielo tiene "niveles", y eso sólo con perfección.

Las frases "¿qué más me falta?", "Una cosa te falta" y "Aun te falta una cosa" dejan de manifiesto esto. ¿Si no es así, explicamé para que están ahí o qué nos muestran?
Puede ser, o puede ser porque Jesús no nombra todos los mandammientos, o por lo que te digo antes: el joven siente que algo "no es perfecto", es rico y el mundo está lleno de pobres. Tiene remordimientos de su riqueza. Pero no le falta fe. Al menos Jesús no se lo dice como indispensable para salvarse.

Ya te digo que me baso en Mateo, por una norma no escrita, de que donde más detalles hay, ese pasaje es más reflejo de lo real.

En cualquier caso no te confundas: Amar a Dios o al prójimo es lo que la Iglesia llama OBRAS. (Y el protestantismo también). Eso no es fe.

En lo restante estoy totalmente de acuerdo contigo, pero el mensaje de "vender todo y dárselo a los pobres" es requisito de Santidad, no de Salvación. Por eso que la Iglesia tiene el purgatorio como doctrina. Pero eso no quiero discutirlo ahora para no liarnos.

ya te he explicado en mis anteriores posts, que NO hay ninguna contradicción. Que la Biblia dice que " la fe salva ", pero nunca dice que "Sólo la fe salva".
Dice lo CONTRARIO:
"por las obras sois salvos, NO SOLO por la fe"
Eso es algo que se inventó Lutero y se puso de moda. Pero nunca en la historia del cristianismo se había dicho cosa semejante.

Espero te aclare de nuevo la doctrina que obviamente NO contardice nada de lo que la Biblia dice. la Iglesia mantiene que la vía mejor para alcanzar la Salvación es:

1. Por una sana fe.
2. Cumplir mandammientos y obras de caridad.
3. Sacramentos (bautismo, eucaristía, confesión etc, etc)

SIn dar NINGUNA fórmula. Porque para ver el corazón del hombre ya está Dios.

Dios te bendiga.
 
"El Juicio es por OBRAS"

El Juicio es por la intención de las obras. Las intenciones de las obras serán públicas en el juicio y entonces algunas obras serán cenizas. Y habrá quienes diran Señor señor echaba los demonios en tu nombre y El contestará "no te conozco".

Hechos 5: 1-11

¿Ananías y Safira murieron por falta de fe o por sus obras.?

Mis bendiciones en Cristo y María
 
Catholico 34.
Cuando se cita un texto bíblico hay que citarlo al completo y, sobre todo sin añadiduras.
Veamoslo:
Has escrito:

"cumple los mandamientos y TENDRAS VIDA ETERNA"
Dios no puede "mentir" ni siquiera en un paso intermedio de su enseñanza. Va contra la naturaleza divina. Y tú me mezclas un pasaje con el siguiente, sin ni siquiera atreverte a hacer algo de exégesis de esta simple conversación:
------------------------------------
Tobi
Pues vamos a hace exégesis.
Antes de que le diga esta frase, ¿que es lo que le dice Jesus a la pregunta?: "Maestro bueno, ¿que cosa haré para tener la vida eterna?
Respuesta de Jesús: ¿Por qué me dices bueno? NINGUNO hay bueno sino uno: Dios".
Ya ves Cat 34. Con un poco de exégesis toda tu posterior argumentación se cae por los suelos, puesto que cumplir los mandamientos es SER BUENO (¿O no?) ¿Es que no eres capaz de ver que Jesús le corta en seco su propia justificación mediante su BUEN OBRAR?. Seguidamente es cuando le dice "...si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos" No se lo dice a tu manera que fué:
"cumple los mandamientos y TENDRAS VIDA ETERNA"
Sino: "...si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos"
(esta misma frase, exactamente igual, esta en la versión católica de Nacar Colunga)
Exegéticamente no es lo mismo el querer entrar, puesto que este querer es mediante el propio esfuerzo, que el tendrás puesto que el TENER puede ser dado. Tener algo es tanto haberlo conseguido como el recibirlo como un regalo e incluso le podemos añadir el "haberlo robado" En las tres acepciones se puede TENER este algo.
Inmediatamente el joven rico pregunta por las condiciones con que puede conseguir este algo. Es decir, ¿Cuáles son los mandamientos que debe guardar? (Guardar y cumplir) Aun está en la misma línea de razonamiento, la cual solo tiene salida puesto que si pudiese serlo sería BUENO y solo Dios lo es. Jesús sigue su mala manera de razonar y le indica aquello que es esencial guardar que lo culmina con el "amarás a tu prójimo como a tí mismo" La respuesta del jóven es falsa. No es cierto lo que se auto-atribuye y, además, sospecha que no es suficiente, toda vez que pregunta: ¿Que más me falta?
La respuesta de Jesús es: Se sincero contigo mismo y tambien ante Dios. Y lo hace con esta afirmación: "Si quieres ser perfecto (observa que no le dice "siquieres ganar la vida eterna")anda, vende tus posesiones, y dalo a los pobres y tendras tesoro en el cielo; y ven y sigueme". Si no es capaz de hacerlo se muestra que ha sido falsa la afirmación de que ha guardado el "amar al prójimo como a sí mismo"
¿Te das cuenta de lo que es una buena exgesis?
En cuanto a que Jesús le dejó marchar. Pues claro que le deja marchar. La invitación a seguirle fue eso, una invitación y no una orden. Jesús no fuerza a nadie a seguirle. El invita y al invitado le corresponde el aceptar o no dicha invitación.
No se si te has dado cuenta que es exegesis. Exégesis del Griego "exêgéomai 'exponer' 'interpretar'.

¿Satisfecho?
 
Catholico34:

Veamos de nuevo:
Efesios 2:4-9
"Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dió vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos; Y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús, Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. [/b]No por obras[/b], para que nadie se gloríe"
¿Qué dice el pasaje?
Por gracia (regalo de Dios) son salvos, por la fe, no por las obras.

Otro más:
Romanos 3:20-31
"Porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado. Mas ahora, sin la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, testificada por la ley y por los profetas: La justicia de Dios por la fe de Jesucristo, para todos los que creen en él: porque no hay diferencia; Por cuanto todos pecaron, y están distituídos de la gloria de Dios; Siendo justificados gratuitamente por su gracia por la redención que es en Cristo Jesús; Al cual Dios ha propuesto en propiciación por la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, atento á haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, Con la mira de manifestar su justicia en este tiempo: para que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. ¿Dondé pues está la jactancia? Es excluída. ¿Por cuál ley? ¿de las obras? No; mas por la ley de la fe. Así que, concluímos ser el hombre justificado por fe sin las obras de la ley. ¿Es Dios solamente Dios de los Judíos? ¿No es también Dios de los Gentiles? Cierto, también de los Gentiles. Porque uno es Dios, el cual justificará por la fe la circuncisión, y por medio de la fe la incircuncisión. ¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley"
¿Qué dice el pasaje?
Entre otras cosas que:
  • por las obras de la ley nadie se justificará
  • La justicia de Dios es por la fe de Jesucristo
  • Somos justificados gratuitamente por su gracia por la redención que es en Cristo Jesús
  • Dios justifica al que es de la fe de Jesús

Y remata con esto:

concluímos ser el hombre justificado por fe sin las obras de la ley

Dice claramente: FE SIN LAS OBRAS.

Pablo contradice lo que señalas, explicamelo
 
Originalmente enviado por: Joaco
Catholico34,

Yo no entiendo mal, el texto dice claramente:No por obras dice, y esto contradice tu afirmación de que por nuestras obras somos salvados. Explicame esto por favor ¿dónde entiendo mal?

Verás, en todos estos pasajes el problema es perticularmente los Judíos. Ellos tenían la Ley antigua, y no pensaban con el corazón. Por decirlo de alguna manera: hacían todo como robots pero no existía nada de amor en ellos. Entonces, cuando las cartas son a Judios (casi todas las citas es a comunidades de judios donde aparece lo de "fe"), se hace mucho énfasis en ello.

Está intentando que entiendan que lo importante es el AMOR de Dios, por la crucifixión de Cristo lo que cuenta, no por las obras de la Ley (torah) antiguas.

Piensa, Jesús era judío, pero abre una nueva etapa, la etapa de la gracia, no de la Ley. El salva al hombre de la condenación eterna debida por el pecado original. Lo hace gratuitamente, sin deberselo a nadie.

Para que los Judíos lo acepten, necesita explicarles que lo importante es Jesús..pues si no para qué lo necesitan?. AL fin y al cabo ellos cumplen lo que Dios les dijo.

Si no se predica la fe en Jesús a los judios, nunca se convertirán en seguidores de otro Judio como ellos: Jesús.

En caulquier caso, ya te digo que no es la Iglesia la que dice que SOLO por obras se salva uno, pues eso no es posible para el hombre, pues sin la gracia no se cumplen los mandamientos, por la debilidad del hombre (dejando de lado el hecho de que se perdonan por la gracia de la confesión.

Hay dos tipos de Gracia:
Gracia santificante. Aquella que recibimos por una buena obra, caridad, sacramentos etc. Eso no aporta "justificación", eleva el nivel de santidad de nuestra alma.

Gracia - a secas-, ésta es cualquier cosa que proviene de Dios, y que es buena, lo que sea. (un milagrito, profecía, etc.. pero que no sirve para salvarse).

Ninguna gracia es merecida, precisamente de ahí el nombre, (gratis), pero uno puede hacer lo que Dios nos dice como SU condición que el pone. No la "merecemos", pero la podemos ganar como él nos dice.

Igual que éste ejemplo: Tu padre va y te dice: "te compro un coche aunque no te lo merezcas, si sacas buenas notas". Pues igual, tú no te mereces el coche, pero te lo puedes ganar haciendo lo que tu padre te dice.

Es exactamente así lo que la Iglesia predica.

El versículo ese es cierto: Es por la gracia que podemos ir al cielo ya, justo después de que Jesús muera (recuerda el terremoto y como después salen cuerpos de sus tumbas). Es gratis, como el coche, pero hay que ganárselo portándose bien. Pero aunque te portes bien, eso no significa que en realidad te merezcas ningún "coche". Sólo significa que tu padre te quiere mucho pero no es tonto y no te maleduca.

y la otra parte del versículo "..por medio de la fe", lo es igualmente, porque la fe para los que se le ha predicado el evangelio es necesaria, pues demuestra de alguna manera "cómo" es su corazón.

No son las obras las que nos hacen merecedores de la salvación por ellas mismas, sino que es una condición. Pero el cielo ya está abierto.

De verdad, que la Iglesia Católica no contradice lo que tú dices sobre que es Gratis. La Iglesia dice LO MISMO, pero eso no quita para ciertas "condiciones".

A ver si te pongo algo del catecismo o algún dogma para que veas que lo que digo es cierto. Lo que pasa es que siempre dicen "que la Iglesia dice..lo que NUNCA dice", por eso que siempre nos ves protestar en el foro, porque muchos pastores hablan sin saber.

De todo lo más diferente entre los protestantes y los católicos es que nosotros no aceptamos que se diga "SOLO por la fe se salva uno". Y tampoco aceptamos que se diga "SOLO por las Obras se salva uno". Ambas cosas están condenadas.

Que dios te bendiga.
 
Hay dos tipos de Gracia:
Gracia santificante. Aquella que recibimos por una buena obra, caridad, sacramentos etc. Eso no aporta "justificación", eleva el nivel de santidad de nuestra alma.

Aquí debe decir " nos aporta"... no lo que pone: "no aporta..".

Perdón por el error.

Mira este texto del concilio de Trento, :

CAP. V. De la necesidad que tienen los adultos de prepararse a la justificación, y de dónde provenga.

Declara además, que el principio de la misma justificación de los adultos se debe tomar de la gracia divina, que se les anticipa por Jesucristo: esto es, de su llamamiento, por el que son llamados sin mérito ninguno suyo; de suerte que los que eran enemigos de Dios por sus pecados, se dispongan por su gracia, que los excita y ayuda para convertirse a su propia justificación, asintiendo y cooperando libremente a la misma gracia; de modo que tocando Dios el corazón del hombre por la iluminación del Espíritu Santo, ni el mismo hombre deje de obrar alguna cosa, admitiendo aquella inspiración, pues puede desecharla; ni sin embargo pueda moverse sin la gracia divina a la justificación en la presencia de Dios por sola su libre voluntad. De aquí es, que cuando se dice en las sagradas letras: "Convertíos a mí, y me convertiré a vosotros"; se nos avisa de nuestra libertad; y cuando respondemos: Conviértenos a ti, Señor, y seremos convertidos; confesamos que somos prevenidos por la divina gracia.
.

MIRA, esto es lo que DICE LA IGLESIA: (Concilio de Trento).
CAP. VIII. Cómo se entiende que el pecador se justifica por la fe, y gratuitamente.

Cuando dice el Apóstol que el hombre se justifica por la fe, y gratuitamente; se deben entender sus palabras en aquel sentido que adoptó, y ha expresado el perpetuo consentimiento de la Iglesia católicaa; es a saber, que en tanto se dice que somos justificados por la fe, en cuanto esta es principio de la salvación del hombre, fundamento y raíz de toda justificación, y sin la cual es imposible hacerse agradables a Dios, ni llegar a participar de la suerte de hijos suyos. En tanto también se dice que somos justificados gratuitamente, en cuanto ninguna de las cosas que preceden a la justificación, sea la fe, o sean las obras, merece la gracia de la justificación: porque si es gracia, ya no proviene de las obras: de otro modo, como dice el Apóstol, la gracia no sería gracia.
Es decir, es Dios quien toma la iniciativa, sin merecer nosotros nada, pero después debemos cooperar asintiendo a la fe, asintiendo a sus mandamientos, asintiendo a la caridad y a sacramentos...pero todo GRATIS después de que Dios lo inicie.

Como el ejemplo del coche, que es gratis, pero con una pequeña condición. !Por no estudiar un poco te vas a quedar sin un coche GRATIS?!. Debes cooperar para ganártelo, pero ganarlo no significa que lo merezcas.

¿Dime si entiendes eso o no?


Ese es el sentido.

Otro asunto Joalco: Todos lo versículos que me pones son versículos para expertos. Sólo si se me ocurriese preguntarte las distintas acepciones de la palabra "justicia", "justificación", "ser salvos", "obras de Dios" "Obras de la Ley". Nos tiraríamos horas y horas.

¿Para qué irte a las epístolas más complicadas, teniendo a Jesús que te habla en palabras sencillas?. ¡Por qué complicarlo todo?.

Dios te bendiga.
 
Tobi,
" No se lo dice a tu manera que fué:
"cumple los mandamientos y TENDRAS VIDA ETERNA"...

Disculpa Tobi, pero hemos copiado ese versículo por lo menos 10 veces ya!.

Y no es mi manera, es EXACTAMENTE LO QUE DICE CRISTO EN Mateo.

Por favor, llevamos Joalco y yo bastante para que vengas a interrunpir, sin ni siquiera leer nuestra discusión.
 
Joaco,

para que tengas una idea de lo complejo que es hablar de "justificación" te pongo aquí sólo un RESUMEN del concepto (Del teólogo E. P.Fúster -católico-):

Por cierto, con todas las citas bíblicas que quieras.

1. La Justificación

-Varias acepciones

-El hombre debe prepararse

-Es obra divina

-El hombre recibe la primer, por la Bautismo

-Jesucristo es la causa primera

-Es una gracia conseguida por la fe

-Es una generación nueva

-Una creación nueva

-Una renovación interna

-Una acción santificadora

-Un tránsito de la muerte a vida

-Un paso de las tinieblas a la luz

-Se realiza por la gracia que es principio de vida sobrenatural

-La Palabra «justificación» tiene varias acepciones.

a) -Orden, mandato.

En tus ordenanzas quiero meditar y mirar a tus caminos (Sal. 119, 15).

b) -Declaración de la justicia.

Justificar al malo y condenar al justo; ambas cosas abomina Yahvéh (Prov. 17, 15).

c) -Adquisición de la justicia.

Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no (Lc. 18,) 14.

d) -Santidad y aumento de la misma.

...que el justo siga practicando la justicia y el santo siga santificándose (Apoc. 22, 11).

Aclaración. Su significado teológico es «Santidad y aumento de la misma».

-El hombre debe de preparase para la justificación.

a) -Por el amor.

Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque muestra mucho amor (Lc. 7, 47).

b) -Por la penitencia.

Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados (Hch. 2, 38).

c) -Por el cumplimiento de los mandamientos.

Maestro, ¿qué he de hacer yo de bueno para conseguir la vida eterna? «...Guarda los mandamientos» (Mt. 19, 16-17).

d) -Por el cumplimiento de la voluntad de Dios.

No todo el que me diga: «Señor, Señor» entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial (Mt. 7, 21).

e) -Por la caridad.

Aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy (1 Cor. 13, 1-2).

-La justificación del pecador es obra divina por excelencia, análoga al acto creador.

Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados; de todas vuestras manchas y de todos vuestros ídolos os purificaré (Ez. 36, 25).

Y os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne (Ez. 36, 26).

...y les daré otro corazón y otro camino, de suerte que me teman todos los días para bien de ellos... (Jer. 32, 39).

-El hombre recibe la primera justificación por el Bautismo y por el Espíritu Santo.

Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios...» (Jn. 3, 5).

Aclaración. «Nazca de agua» es una alusión al bautismo y a su necesidad absoluta.

Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva.

-Jesucristo es la causa primera de nuestra justificación y de nuestros méritos.

Les decía Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí» (Jn. 14, 6).

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador (Jn. 15, 1).

-La justificación no es un bien que se ha de conquistar, sino una gracia que se consigue por la fe en Jesucristo.

Pues no me avergüenzo del Evangelio, que una fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree: del judío primeramente y también del griego (Rom. 1, 16).

-La justificación es:

a) -Una nueva generación a la vida espiritual,

b) -Una nueva creación,

c) -Una renovación interna,

d) -Una acción santificadora,

e) -Un tránsito de la muerte a la vida,

f) -Un paso de las tinieblas a la luz.


a) -Una nueva generación a la vida espiritual.

Jesús respondió: «en verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3, 5).

...él nos salvó...por medio del baño de regeneración y renovación del Espíritu Santo,... (Tit. 3, 5).

b) -Una nueva creación.

Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo (2 Cor. 5, 17).

Porque nada cuenta ni la circuncisión, no la incircuncisión, sino la creación nueva (Gál. 6, 15.)

c) -Una renovación interna.

...en él habéis sido enseñados conforme a la verdad de Jesús...a renovar el espíritu de vuestra mente, y a revestiros del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad (Ef. 4, 21-24).

d) -Una acción santificadora.

...habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor. 6, 11).

e) -Un tránsito de la muerte a la vida.

Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos (1 Jn. 3, 14).

f) -Un paso de las tinieblas a la luz.

Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor (Ef. 5, 8).

Él nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su amor, en quien tenemos la redención: el perdón de los pecados (Col. 1, 13-14).

-La justificación consiste en el perdón verdadero de los pecados y se realiza por el don de la gracia concedida al hombre justificado, la cual es principio de vida sobrenatural.

a) -El perdón supone:

-Una renovación.

...habéis sido enseñados conforme a la verdad de Jesús...a renovar el espíritu de vuestra mente, y a revestíos del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y en la santidad de la verdad (Ef. 4, 21-24).

-Una regeneración.

...él nos salvó...por medio del baño de regeneración y de regeneración del Espíritu Santo, que él derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, fuesemos consituidos herederos, en esperanza, de vida eterna (Tt. 3, 5-7).

b) -La gracia produce:

-Una vivificación.

Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo -por gracia habéis sido salvados-... (Ef. 2, 4-5).

2. La Justificación. Propiedades

-Es incierta, desigual y amisible

-El hombre debe aumentarla

-El hombre justificado no puede permanecer en gracia, sin un auxilio de Dios

-Tampoco puede perseverar hasta el fin, sin una ayuda de Dios

-Nadie puede asegurar su perseverancia sin una revelación especial de Dios


-La justificación es incierta, desigual y amisible.

a) -Incierta, es decir, que nadie puede asegurar que está en gracia.

¿Quién puede decir: «Purifiqué mi corazón, estoy limpio de mi pecado?» (Prov. 20, 9).

b) -Desigual, es decir, que puede aumentar en cada hombre, por las obras buenas realizadas en gracia.

La senda de los justos es como la luz del alba, que va en aumento hasta llegar a pleno día (Prov. 4, 18).

...aumentará los frutos de vuestra justicia (2 Cor. 9, 10).

...que el justo siga practicando la justicia y el santo siga santificándose (Apoc. 22, 11).

c) -Amisible, es decir, que se puede perder.

Si el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, muere por causa del mal que ha cometido (Ez. 18, 26).

La justicia del justo no le salvará el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que se aparte de su maldad. Pero tampoco el justo vivirá en virtud de su justicia el día en que peque (Ez. 33, 12).

-Una vez conseguida la justificación, el hombre debe de aumentar el grado de justificación adquirido.

...que el justo siga practicando la justicia y el santo siga santificándose (Apoc. 22, 11).

-El hombre ya justificado no puede permanecer durante largo tiempo en estado de gracia habitual, sin un auxilio especial de Dios.

Todo se hizo por él, y sin él no se hizo nada de cuanto existe (Jn. 1, 3).

...él existe con anterioridad a todo y todo tiene en él su consistencia (Col. 1, 17).

Aclaración. Si sin él no se hizo nada y todo tiene en él su consistencia, la perseverancia en la gracia durante mucho tiempo para lograr el fin sobrenatural de la gloria, solamente la podemos conseguir con un auxilio especial de Dios.

-El hombre justificado no puede perseverar hasta el fin de su vida terrena, sin un auxilio particular de Dios.

...firmemente convencido de que, quien inició en vosotros la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús (Fil. 1, 6).

-Nadie puede asegurar su perseverancia hasta el fin sin una revelación especial de Dios.

Así pues, el que crea estar en pie, mire no caiga (1 Cor. 10, 12).

...trabajad con temor y temblor por vuestra salvación, pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 12-13).

3. La Justificación. Requisitos

-La fe

-La fe teológica

-El temor, la esperanza, la caridad, la penitencia, el Bautismo, la confesión y el propósito

-La fe es necesaria para recibir la justificación.

Id por todo el mundo y proclamad la buena Nueva a toda la Creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea se condenará (Mc. 16, 15-16).

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna (Jn. 3, 16).

...y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás (Jn. 11, 26).

Estas (cosas) han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre (Jn. 20, 31).

...justicia de Dios por la fe en Jesucristo (Rom. 3, 22).

Porque si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo (Rom. 10, 9).

...a fin de que la Promesa fuera otorgada a los creyentes mediante la fe en Jesucristo (Gál. 3, 22).

...la justicia que viene de Dios apoyada en la fe (Fil. 3, 9).

-La fe necesaria para la justificación es la fe teológica, y no la simple fe en las promesas.

a) -Fe teología.

...conforme al previo designio eterno que realizó en Cristo Jesús, Señor nuestro, quien, mediante la fe en él, nos da valor para llegarnos confiadamente a Dios (Ef. 3, 11-12).

El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 16, 16).

b) -Fe en las promesas.

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven (Hebr. 11, 1).

-Para recibir la gracia de la justificación son necesarias además de la fe, el temor, la esperanza, la caridad, la penitencia, el Bautismo para los no bautizados, la confesión para los bautizados y el propósito de empezar una vida nueva.

a) -La fe.

El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 16, 15).

b) -El Temor.

Principio del saber, el temor de Yahvéh (Sal. 111, 10).

El temor de Yahvéh es el principio de la ciencia (Prov. 1, 7).

El temor de Yahvéh es fuente de vida, para apartarse de las trampas de la muerte (Prov. 14, 27).

c) -La Esperanza.

Todo el que tiene esta esperanza en Él se purifica a sí mismo, como él es puro (1 Jn. 3, 3).

d) -La Caridad.

Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque muestra mucho amor (Lc. 7, 47).

Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos (1 Jn. 3, 14).

e) -La Penitencia.

Es decir, cambio de actitud y sentimiento de haber ofendido a Dios.

Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti.

Lc. 15, 18.

f) -El Bautismo para los no bautizados.

El que crea y sea bautizado, se salvará.

Mc. 16, 15.

g) -La confesión para los bautizados.

...y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los rentegáis, les quedan retenidos» (Jn. 20, 22-23).

h) -El propósito de empezar nueva vida.

«...y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo» (Lc. 13, 5).

4. La Justificación. Efectos

-Los pecados se perdonan

-Al impío sus pecados se perdonan

-En la justificación del pecador, los pecados, no sólo se cubren o no se imputan, sino que se perdonan totalmente.

Lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame (Sal. 51, 4).

Tan lejos como está el oriente del ocaso, aleja él de nosotros nuestras rebeldías (Sal. 103, 12).

Vuestras manos están de sangre llenas, lavaos, limpiaos (Is. 1, 15-16).

Era yo mismo el que tenía que limpiar y no recordar tus pecados (Is. 43, 25).

He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Jn. 1, 29).

Arrepentíos, pues y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados (Hch. 3, 19).

Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Señor (1 Cor. 6, 11).

...así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud... (Hebr. 9, 28).

-En la justificación del impío, sus pecados son verdaderamente perdonados.

Justificación es el paso del estado de pecado al estado de gracia.

Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: «He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo...» (Jn. 1, 29).

Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrachos,... (Hch. 3, 19).

Pero al presente, libres del pecado y esclavos de Dios, fructificáis para la santidad;... (Rom. 6, 22).

Pero habéis sido llevados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor. 6, 11).

5. La Justificación. Efectos positivos

-La inhesión de la gracia

-La participación de la naturaleza divina, la filiación, la amistad divina y la Santidad

-El Espíritu Santo

-La reviviscencia de los méritos

-La justificación no consiste solamente en el perdón de los pecados, sino también en la inhesión de la gracia.

...todos pecaron y están privados de la gloria de Dios y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús,... (Rom. 3, 23-24).

...a renovar el espíritu de vuestra mente, y a revestíos del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad (Ef. 4, 23).

-Los efectos de la justificación son: participación de la naturaleza divina, filiación adoptiva, amistad divina y santidad.

a) -Participación de la naturaleza divina.

...su propia gloria y virtud, por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hiciérais partícipes de la naturaleza divina...

2 Pe. 1, 3-4.

b) -Filiación adoptiva.

Pero al llegar la plenitud de los tiempos, envió dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva (Gál. 4, 4-5).

...eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo (Ef. 1, 5).

Mirad que amor nos ha tenido el Padre, para llamarnos hijos de Dios, pues lo somos (1 Jn. 3, 1).

c) -Amistad divina.

Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando (Jn. 15, 14).

d) -Santidad.

-ontológica, es la unión real sobrenatural con Dios Salvador.

-moral, es la disposición de los actos saludables y la realización de los mismos.

...al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva (Rom. 6, 4).

-En la justificación también se nos da el Espíritu Santo.

...y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre el Espíritu de la verdad (Jn. 14, 16).

El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado (Rom. 5, 5).

Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros (Rom. 8. 9).

Aquel que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros (Rom. 8, 11).

¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (1 Cor. 3, 16).

¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo que está en vosotros...? (1 Cor. 6, 19).

La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá! ¡Padre! (Gál. 4, 6).

Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en vosotros (2 Tim. 1, 14).

-Los méritos perdidos por el pecado mortal reviven como efecto de la justificación subsiguiente.

Pero si el malvado se convierte de todos los pecados que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, vivirá sin duda, no morirá. Ninguno de los crímenes que cometió se le recordará más; vivirá a causa de la justicia que ha practicado.

Acaso me complazco yo en la muerte del malvado, -oráculo del Señor Yahvéh, y no más bien en que se convierta de su conducta y viva? (Ez. 18, 21-23).

La justicia del justo no le salvará el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que se aparte de su maldad (Ez. 33, 12).

Y si digo al malvado: «Vas a morir» y él se convierte de su pecado y practica el derecho y la justicia, si devuelve la prenda, restituye lo que robó, observa los preceptos que dan la vida y deja de cometer injusticias, vivirá eternamente, no morirá. Ninguno de los pecados que cometió se le recordará jamás ha observado el derecho y la justicia; ciertamente vivirá (Ez. 33, 14-16).

porque no es injusto Dios para olvidarte de vuestra labor y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, con los servicios que habéis prestado y prestáis a los santos (Hebr. 6, 10).

Directamente se deduce cómo Dios olvida totalmente los pecados del arrepentido, e indirectamente la reviviscencia de los méritos.

Bueno, al menos te puede dar una idea de lo complejo que es. Por eso la frase esa de "sola fide" es un invento de hombres y nada más.

Dios te bendiga.
 
Catholico34,

Bueno, antes que otra cosa, te vuelvo a decir que mi alias en este foro es Joaco, no Joalco, para que lo consideres en tus próximos mensajes. Gracias.

Por otro lado, deberías leer el aporte de Tobi, a ver que te parece, aunque lo que dice ahí es lo mismo que Oso y yo hemos tratado de mostrarte.

Por último, no quieres ver las contradicciones, pero ahí están...

Tu comentaste:
Debes cooperar para ganártelo, pero ganarlo no significa que lo merezcas

Si estoy buscando ganarmelo (con mi esfuerzo, con mis acciones), entonces estoy buscando ser merecedor de ello.

Ejemplos de ganar que se me ocurren:
  • Yo gano dinero en mi trabajo, es decir, por lo que hago, se me paga.
  • Yo gano una carrera, es decir, con mi esfuerzo obtuve el primer lugar.
  • Yo gano en la lotería, es decir, compré el boleto que salió premiado.
  • Yo gano en una apuesta, es decir, hice la elección correcta

Y la cuestión está en que la salvación es un regalo de Dios.

Cuando alguien te da un regalo ¿tú haces algo para ganartelo?

Si tú papá llegará con un grande y costoso regalo para tí, y tú sacaras un billete de $5 para cooperar con su costo ¿Cómo crees que se sentiría tu papá?

Lo que me dices de cooperar para ganarmelo, le quita todo lo de regalo a la salvación.

Y no es que me vaya a los pasajes más complicados, sino que la Escritura no se contradice de ninguna manera, y tu pensamiento la está contradiciendo aunque no lo quieras ver.

Un regalo, uno no busca ganarselo, merecerlo, ni cooperar con su costo, así de simple, lo único que se puede hacer es RECIBIRLO.

¿Lo entiendes tú así? Porque así esté Escrito:

Juan 1:12-13
"Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre. Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios"

No de voluntad humana, sin cooperaciones, por voluntad de Dios.

Romanos 9:16
"Así que no es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia"

¿Dónde está pues nuestra cooperación si todo ha sido voluntad de Dios?

Espero que lo puedas ver.

Dios te bendiga.
 
Catholic34, que el Señor quiera bendecirte.

La verdad, que me lo paso bien leyendote, tienes tendencia a dejar esas "perlas" maravillosas, por ejemplo lo de que "el samaritano bueno y el musulman bueno se salvan" !!!???, o lo de que utilizamos "versiculos para expertos" !!!???.

En uno de tus post, refiriendote al joven rico, decias que "baje Dios y nos lo explique", mi queridisimo amigo, eso mismo es lo que ha hecho, y eso es lo que quiere, "explicartelo" por medio de su Santo Espiritu (Solo tienes que creer en Jesus, y pedirselo).

Estoy seguro que sabes mucho, has leido libros de teologia, te has "deslumbrado" con la teoria de la "reina madre" y has traido al mundo "teorias" como la de que Dios nos quiere tener "en tension". Y sin embargo leyendote, recuerdo mucho cuando Jesus, dice lo que "te alabo, oh Padre, por que escondiste estas cosas de los entendidos y las revelaste a los niños".

Es mi ultimo intento con el joven rico (no llevo una milla, sino 6):

Joven rico- Judio
Judios- bajo la "Ley"
Ley- por medio de la cual "conocemos el pecado".
Los Cristianos- no estamos bajo la Ley sino bajo la Gracia

Hay dos caminos para la salvacion, uno es la "Ley" otro es la "Gracia". TU ELIGES

Si guardas toda la Ley seras salvo. ¿De verdad crees que lo puedes hacer? ¿De verdad crees que esta a tu alcance?

Por medio de la Fe en Jesucristo, y aceptando su sacrificio en la Cruz del Calvario, tenemos entrada al Trono de Gracia.

Solo tienes que creerlo en tu corazon y confesarlo con tu boca.
Que el Señor te bendiga.
 
¿ENSEÑÓ PABLO LA JUSTIFICACIÓN POR LA “SOLA” FE?
Por Robert A. Sungenis

I. INTRODUCCIÓN



1. Existe una enseñanza común entre las distintas denominaciones protestantes: la de que el hombre se justifica ante Dios por la sola fe. Los protestantes pretenden que el hombre debe simplemente creer que Cristo ha hecho todo lo que se requiere para la justificación. Y, una vez que el hombre cree en Cristo, está salvado para siempre. Consecuentemente, los protestantes entienden que las buenas obras son meramente el fruto del estado justificado, pero no que sean meritorias para la justificación. Del mismo modo, las malas obras no amenazan el estado justificado. Han sido ya perdonadas.



2. La Iglesia Católica enseña que aunque la importancia de la fe es crítica, la fe sólo inicia el proceso de justificación, un proceso que tiene sus etapas y un final. Ni la justificación es un acontecimiento singular de sola fe, ni las obras son meramente el fruto de semejante fe, sino un proceso por el cual el individuo crece en justificación por su fe y buenas obras, un crecimiento que puede ser retardado, o incluso terminado, por la infidelidad y las malas obras, y finalizar en la perdición.



3. Para ambas partes, conviene previamente clarificar lo que entendemos con la palabra “justificación”. Básicamente, “justificación” es el término teológico usado para referirse a la base sobre la que el hombre puede ir al cielo. Es el medio por el cual un pecador es “justificado” o “hecho recto ante Dios”. Como Dios es perfecto, transcendente y santo, y el hombre imperfecto, mortal y pecador, debe haber una razón “justificable” por la que Dios permita a tan baja criatura vivir con Él para siempre. Como Dios tiene que preservar su honor y santidad, no puede aceptar sin más a los hombres en el cielo sin una buena y “justificable” razón para hacerlo, pues, de otra manera, estaría comprometiendo su propio carácter divino. Para justificar nuestra entrada en el cielo, Dios debe permanecer también justo, honorable y santo (Romanos 3:26).


II. “FE” Y “SOLA”



1. Pues bien, empecemos planteando una pregunta importante: ¿Enseñó el apóstol Pablo la justificación por la sola fe? Y si así fue, ¿por qué no usó Pablo la expresión específica “sola fe” en ninguna parte de sus escritos neotestamentarios? San Pablo usó la palabra “fe” más de doscientas veces en el Nuevo Testamento, pero ni una sola vez la juntó con las palabras “sola” o “sólo”. ¿Qué es lo que le impediría tan importante unión si la “soledad” de la fe para la justificación estaba en un primer plano de su mente?



2. La segunda razón que nos lleva a sugerir tan importante pregunta es que Pablo usó las palabras “solamente” “sólo” o “lo único” (en la traducción de LBLA, e.g.) muy frecuentemente. En muchos de estos casos aparece justo al lado de los mismos textos que contienen enseñanzas sobre la fe y la justificación (Romanos 3:29, 4:12; Gálatas 2:10, 3:2, 4:18, 5:13). Por tanto, justo cuando Pablo estaba enseñando acerca de la naturaleza de la justificación, debía estar vivamente consciente de la palabra “sola” y de sus propiedades calificativas. Su unión con la palabra “fe” habría dejado esta cuestión indiscutiblemente resuelta.



3. Y, a pesar de que el Espíritu Santo no consintió, al parecer, que Pablo usara la expresión “sola fe” u otra equivalente, sí que se lo permitió a Santiago, y, además, de forma clara y enérgica, al declarar que “… el hombre es justificado por las obras y NO sólo por la fe” (Santiago 2:24 LBLA). Esta negación aparece justo cuando Santiago se plantea en la epístola si la fe, por sí sola, es suficiente para la justificación. Sólo podemos concluir que la inspiración del Espíritu Santo de la igualmente importante expresión “no… por” claramente demuestra que Dios estaba preocupado de que alguien pudiera malinterpretar que el énfasis de la Escritura en la fe frente a las obras equivalía a la “sola fe”. Pero, dicho esto…, ¿acaso no dijo San Pablo que la fe estaba “aparte de” las obras?



4. Si Pablo no pretendió enseñar la “sola fe”, entonces, ¿cómo explicamos su afirmación en Romanos 3:28 de “… que el hombre es justificado por la fe aparte de las obras de la ley?” No podría argüirse que la expresión “aparte de” es muy parecida a la palabra “sola”, y así concluir que S. Pablo realmente enseñó que la fe está sola en la justificación?



5. Para contestar a esto, debemos caer en la cuenta de que “justificado por la sola fe” no significa lo mismo que “justificado por la fe aparte de las obras de la ley”. Gramaticalmente, la expresión “sola fe” significa que la fe es el ÚNICO instrumento de justificación, mientras que la afirmación “fe aparte de las obras de la ley” meramente significa que “las obras de la ley” -sea lo que sea lo que S. Pablo quiere decir con esto- son la única cosa que no puede juntarse con la fe para la justificación. En otras palabras, “sola fe” excluye que se añada cualquier cosa a la fe, mientras que “fe aparte de las obras de la ley” impide sólo que a la fe se añadan las “obras de la ley”. Esto deja abierta la posibilidad de que haya algo que no sea considerado “obra de la ley” que tal vez pueda ser añadido a la fe, o de que podamos entender la “fe” asociada con otras virtudes que no estén técnicamente relacionadas con las “obras de la ley” (v. Concilio de Trento, Sesión 6, Capítulo 7).



6. De aquí que aunque debamos dar la debida justicia al dicho de Pablo de que la fe debe estar aparte de las obras de la ley, esto no quiere decir necesariamente que la fe esté completamente sola, especialmente de otras virtudes como el amor y la obediencia (Gálatas 5:6; Romanos 1:5, 16:26). Según ciertas Escrituras, algo pasa con las “obras de la ley” que fuerza a Pablo a separarlas de su concepto de fe; sin embargo, otros pasajes autorizan, incluso exigen, la adición de otras obras virtuosas, que no están necesariamente asociadas con las obras de la ley, para procurar la justificación.


III. LA CLAVE: EL PRINCIPIO DE “OBLIGACIÓN” DE SAN PABLO



1. Para empezar a descubrir la verdadera relación entre fe y obras, necesitamos entender uno de los más fundamentales principios en la teología de Pablo -el principio de obligación legal o deuda. Vemos este principio establecido en aquél pasaje tan conocido, Romanos 4:4: “Al que trabaja, el salario no se le cuenta como favor, sino como deuda” (LBLA).



2. Para ayudarnos a entender este principio, Pablo usa el ejemplo del empleador que está obligado a pagar a su empleado por su trabajo. “Obligación” se refiere a una compensación medida que es legalmente debida por el empleador al empleado. Como entendemos el trabajo como algo que requiere el arduo uso de nuestras facultades, el trabajador es alguien que debe ser remunerado, en alguna manera, de forma igual a sus esfuerzos. Hablando vulgarmente, por un trabajo de una hora, debe ser pagado un salario de una hora. Salvo que el empleador quiera quebrantar la ley, está legalmente obligado a pagar al trabajador lo que le es debido. No importa si el empleador ama u odia al empleado, o si éste le gusta o disgusta. Está bajo la obligación legal de pagarle.



3. Estableciendo este principio de obligación legal, Pablo introduce la regla fundamental para cualquiera que intente “trabajar” su camino a Dios. Si la apelación a Dios está basada en la obligación, entonces la relación entre Dios y el hombre se vuelve una en la que la parte que trabaja (el hombre) está legalmente obligando a la parte para la que el trabajo es hecho (Dios) a pagarle por la obra realizada.



4. Por ello, en lo que a la justificación se refiere, un hombre que se acerque a Dios esperando ser remunerado legalmente por sus esfuerzos pone a Dios en la posición de ser “obligado” a reputarlo recto y aceptable, merecedor de vivir con Dios y de ser bendecido por Él por toda la eternidad. Como en esta situación Dios sería forzado a deber un deuda legal al hombre que trabaja, la relación se basaría en la ley, esto es, en un contrato legal. Si se basara en la ley, entonces no podría basarse en la benevolencia personal de Dios, también llamada gracia.



5. Esto es precisamente el motivo por el que Pablo, en Romanos 3:28, dice “… que el hombre es justificado por la fe aparte de las obras de la ley”. En una perspectiva más amplia, “las obras de la ley” consisten en “obras hechas sólo bajo contrato legal” que demandan pago por su cumplimiento, sin tener en cuenta si la persona que hace la obra cree o no ni si ama o no a su benefactor.



6. A la inversa, si el hombre apela a la gracia de Dios, Dios le paga de su benevolencia, sin estar legalmente obligado a hacerlo así. Esta es la distinción primaria entre gracia y obras. S. Pablo reitera este principio en Romanos 11:6, cuando dice: “si es por gracia, ya no es a base de obras, de otra manera la gracia ya no es gracia” (Concilio de Trento, Sesión 6, Capítulo 8, Canon 1).


IV. LA FE: EL COMIENZO DE LA SALVACIÓN



1. En contraste con las obras realizadas en un intento de obligar a Dios, Pablo habla de la justificación por la gracia de Dios por medio de nuestra fe (Romanos 3:22-24). Dios es un ser personal que quiere que el hombre se relacione con Él personalmente. Dios no es un empleador impersonal a quien acudimos por nuestra “paga” espiritual para después olvidarnos de Él el resto del día. Por eso, porque la fe es intrínsecamente personal, es la palabra ideal para describir a quien reconoce la verdadera identidad de Dios; a quien se interesa sinceramente por los propósitos y planes de Dios; a quien confía en que Dios es bueno y está cuidando de nuestros mejores intereses (Romanos 4: 18-22; Hebreos 11:1-40).

2. A la inversa, S. Pablo usa a menudo “obras” u “obras de la ley” como términos contractuales que connotan un tipo de relación impersonal empleador/empleado: a alguien que está sujeto a un contrato para hacer un trabajo, pero que no está interesado en una relación personal con su empleador. Trabaja u obra con el solo propósito de la remuneración, pero no tiene auténtico respeto por las metas y aspiraciones de quien le paga. Se jacta de sus cumplimientos y aguarda ser pagado generosamente por su trabajo. Tales pretensiones son un insulto a Dios.



3. Para S. Pablo, los judíos de su tiempo eran el perfecto ejemplo de esta tesis. Los judíos realizaban sus obras ceremoniales en presencia de Dios y pretendían que por tal observancia meticulosa del pacto legal que Dios estableció con Abraham, Dios les debía la salvación, sin tener en cuenta su estilo de vida (Romanos 2-4). La respuesta de S. Pablo es clara: “¿Quién le ha dado a Él primero para que se le tenga que recompensar?” (Romanos 11:35 LBLA).


V. ¿PERO ACASO JUSTIFICAN LAS OBRAS?



1. A pesar de que en muchos pasajes de la Escritura Pablo se esfuerza grandemente por distinguir lo más posible entre fe y obras, en otros crea la más íntima conexión entre fe y obediencia a la ley de Dios. Esta conexión es tan fuerte que es verdaderamente bíblico afirmar que sin obediencia a la ley es imposible ser justificado y entrar en el Reino del Cielo. El mismo S. Pablo dice en Romanos 2:13: “No son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los que cumplen la ley, ésos serán justificados” (LBLA) (v. Catecismo de la Iglesia Católica, p. 1963, y Concilio de Trento, Canon 20).



2. A algunos les puede parecer esta conclusión contradictoria, ya que parece que estemos diciendo que la ley es, a la vez, condenatoria y salvífica. Sin embargo, una vez que entendemos la base para la distinción de Pablo entre obras hechas meramente por la remuneración legal como opuestas a las obras realizadas bajo los auspicios de la gracia de Dios, la aparente contradicción desaparece (v. Concilio de Trento, Sesión 6, Capítulo 5).



3. Para ayudar a entender el concepto de obras realizadas bajo la gracia, o lo que ya podemos introducir como “mérito gracioso”, podemos tomar prestado de la analogía de S. Pablo del empleador/empleado en Romanos 4:4. Ya hemos aprendido que si el empleado contrata con el empleador el pago por su obra, este arreglo es formalizado en un contrato escrito y es hecho vinculante por la ley, esto es, es un contrato legal.



4. Si, por otra parte, el empleador pide al empleado que le haga un trabajo personal para él fuera del contrato legal - digamos que un trabajo fuera de horario- y promete recompensarle, tal acuerdo no está sometido a un contrato legal ni, por tanto, el empresario está contractualmente obligado a pagar al empleado.



5. A pesar de eso, por la integridad personal del empleador, y quizás por la relación personal que ha cultivado con el empleado, aquél puede pagar gustosamente a éste lo que siente que se merece el trabajo extra incluso aunque no esté legalmente obligado a hacerlo. El empleador podría retractarse fácilmente de su promesa de pagar por el trabajo realizado fuera de horario, si no fuera porque es honesto y precisamente incapaz de rebajarse a una conducta tan innoble.



6. La relación de Dios con el hombre es muy parecida. A pesar de que el hombre no puede obligar legalmente a Dios a pagarle por su obra, Dios puede recompensarle por su obra “fuera de la ley”. Por su integridad personal y porque ha cultivado una relación personal con el individuo por la fe, Dios le reembolsará con su benignidad. Para Dios, que es recto, justo y compasivo, recompensar graciosamente las buenas obras del hombre es lo más apropiado.



7. No hay otro pasaje donde este principio en el trato de Dios con el hombre esté mejor enunciado que en Hebreos 6:10: “Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado a su nombre…” (LBLA).



8. Una vez que nos esforzamos por ver nuestras obras ante Dios desde la perspectiva correcta, debemos concluir que Pablo no enseña que las obras de la ley, entendidas en el sentido apropiado, sean siempre la antítesis de la justificación. Debemos mantener que S. Pablo está condenando la justificación por las obras sólo con respecto a la obligación legal, es decir, cuando se intenta reclamar a Dios el pago por las obras, sin realmente preocuparse personalmente de Dios. Fuera del terreno de la obligación contractual, la obediencia a las leyes de Dios, en la forma que se expresa y practica en la virtud, coopera plenamente con la gracia en la justificación.


VI. ROMANOS 2: 5-10: LA RECOMPENSA DE LAS BUENAS OBRAS ES LA VIDA ETERNA



1. Observemos cómo S. Pablo ve la distinción, la oposición, entre las obras realizadas bajo la gracia y las obras realizadas por obligación legal. Elabora esta distinción cuando describe la bendición de Dios por las buenas obras y el juicio de Dios por las malas obras. Una de las primeras expresiones de Pablo del punto de vista positivo sobre las obras en orden a la salvación es la de Romanos 2: 6-8 (LBLA):

“… del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: a los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna; pero a los que son ambiciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia: ira e indignación”.



2. S. Pablo es claro al afirmar que Dios salva o condena basándose en las obras realizadas por el individuo. Consecuentemente, es también verdad que “ira e indignación” se refiere a lo contrario a la vida eterna, a saber, a la condenación eterna. Es el mismo contexto que usa en Romanos 6:23, donde dice: “porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.



3. Al decir esto, tenga claro el lector que no estamos diciendo que S. Pablo enseñe en Romanos 2 que un hombre pueda “ganar” (en el sentido estricto, legal, de la palabra) la recompensa de la vida eterna. Insistimos, Romanos 4:4 deja incuestionablemente claro que, cuando uno intenta “ganar” su salvación basado en las obras, está obligando a Dios a “pagarle” con la vida eterna, lo que es anatema.



4. Por eso debemos concluir que las obras que Pablo requiere en Romanos 2:5-10 no son las que considera que ponen a Dios en una posición de obligación a pagar al individuo con la vida eterna. Antes bien, se presume que aquéllos que “perseveran en hacer el bien” y que “buscan gloria, honor e inmortalidad” están haciéndolo bajo el impulso de la gracia y misericordia de Dios.



5. La gracia de Dios es introducida justo un versículo antes en Romanos 2:4, donde Pablo dice: “¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?” Las cualidades divinas de “bondad”, “tolerancia” y “paciencia” son virtudes de Dios que fluyen de su gracia (Efesios 2:7; Tito 3:4; Romanos 11:22). Si Dios no estuviera mostrando la gracia, su respuesta sería no mostrar misericordia hacia los hombres y, así, destruirlos al menor signo de desobediencia. Aún más, Dios no está obligado a “guiarles al arrepentimiento”, o a tolerarles su pecado. Es la gracia de Dios la que da a los hombres la oportunidad y los guía a arrepentirse y hacer buenas obras.



6. Como Pablo habla de “arrepentimiento” en Romanos 2:4, y sigue con Dios dando “vida eterna” a los que se han arrepentido y “perseveran en hacer el bien”, e “ira e indignación” a los que no se han arrepentido, todos los elementos del evangelio del Nuevo Testamento están presentes en este pasaje.



7. A esta luz, las buenas obras de Romanos 2:6-8, hechas en el contexto del arrepentimiento del pecado, son obras que presuponen la fe en Dios, así como un reconocimiento del pecado personal. Uno no puede arrepentirse ante Dios y hacer buenas obras (esto es, obras que son hechas con el propósito de “honrar a Dios y buscar inmortalidad”) sin creer verdaderamente en Dios. Por eso, las obras de Romanos 2:6-8, acompañadas por la fe y el arrepentimiento, NO son obras hechas bajo el principio de deuda u obligación que Pablo repudia en Romanos 4:4, sino obras hechas con una actitud devota y que buscan el reconocimiento y la recompensa desde el interior de la gracia de Dios.



8. Si Pablo eleva hacer obras para obtener la vida eterna a la altura a la que lo hace en Romanos 2:6-10, ¿qué podemos entonces concluir sobre el entendimiento de Pablo de las obras en relación con la justificación? La conclusión debe ser que las obras son necesarias para la justificación, y, de hecho, son uno de los fundamentales factores determinantes para obtener o no la salvación. Decimos esto con la salvedad de que Pablo condena rotundamente las obras hechas jactándose con la intención de obligar a Dios a pagar al trabajador con la salvación (Efesios 2:8-9; Tito 3:5).



9. La única forma en que Dios puede aceptar nuestras obras es por Su gracia, del mismo modo en que acepta nuestra fe por Su gracia. Las obras hechas bajo los auspicios de la gracia de Dios, esto es, las obras que no reclaman pago de Dios, sino que son recompensadas sólo debido a la bondad y misericordia de Dios, son las obras que Pablo exige para la salvación. Éstas obras deben continuar a lo largo de nuestras vidas para que seamos justificados (Romanos 2:13; Santiago 2:1-26).


©Traducido por "Usoz"
 
Originalmente enviado por: Catholico34
Oso, me dice que no has dicho lo que sí has dicho:


No es que yo mienta, es que no debes recordarlo pues fue el primer post.

Pero me sigues sin responder a la pregunta.

¿Le da Jesús instrucciones incorrectas o incompletas a éste joven para tener Vida Eterna?:


Dios te bendiga.

Hola Catholico 34, veo que continuas sin comprender bien el asunto de la justificación que es por la fe.

El Señor Jesús no le esta dando instrucicones incorrectas a nadie. Es un Hecho que quien cumpla la ley es alvo por cumplir la ley, estan hablando de la ley no de las obras no de la fe en forma explicita aunque si en forma implicita.

Sucede que Dios dijo "El alma que pecare esa morirá"...por tanto si un hombre sea rico o pobre peca morirá su alma ¿estas de acuerdo?

Pero si un hombre no peca...no tiene porque morir ¿estas de acuerdo en esto? un hombre que no peque es porque guarda toda la ley...¿pero si quebranta un mandamiento de la ley que sucede? Muy sencillo: se vuelve transgresor de toda la ley, por tanto muere su alma.

Ese es un modo de llegar a Dios, por cumplir con toda la ley...ahi esta el reto. Si tu conoces a alguien asi ...adelante, puedes estar seguro que es salvo. No te preocupes, preocupate por quien haya quebrantado aunque sea una tilde de la ley, esta fuera, destituido de la gloria de Dios, esta condenado y esta por perder su alma.¿lo crees? Bueno...asi es.

Pero hay un plan de Dios para quien haya quebrantado la ley y solo para quienes consideren que la han quebrantado y para nadie mas. esto es...hay un plan de Dios para el pecador y para nadie que no sea pecador es este plan. "Este a los pecadores recibe..." decian los fariseos refiriendose a Jesus...Si, el Señor Jesus recibe a los pecadores..."y el que a Mi viene Yo no le hecho fuera", dice el Señor...pero hay que venir a El.

Este maravilloso plan esta profetizado que vendria por medio de algo grandioso aunque de una sola palabra que solo aparece un par de veces en todo el antiguo testamento, pero que aparece infinidad de veces en el nuevo testamento, es una palabra que solo tiene dos letras pero que es indispensable para el proposito eterno de Dios de redimir al hombre, me refiero a la palabra fe. ¿Porque escogio la fe Dios pra salvar al hombre y no el amor, no las obras, no alguna otra cosa...? No lo se. Solo se que "El justo por la fe vivira" declarado y profetizado por Dios por medio del profeta Habacuc.


¿Porque no por nuestra obras? Bueno, entre tantas otras, porque estabamos muertos en nuestros delitos y pecados (los pecadores) y un muerto ¿que obra puede hacer aparte de hedir como un cadaver? nada. No puede hacer ni bien ni mal. Esta espiritualmente muerto(punto).

¿Porque no podemos ser salvos por cumplir con la ley? Bueno, como sabes, te he dicho y te consta en tu propio caso, nadie a excepcion de nuestro Señor y Salvador Jesucristo ha cumplido con la ley.

¿Por que era necesario que nuestro Señor Jesucristo cumpliera con la ley? Para no tener pecado y poder ser ofrecido como un Cordero sin mancha por los pecados de otros. El sin merecer el castigo de Dios se hizo propicio a nuestros pecados para que alcanzaramos salvacion por la fe puesta en El, autor y consumador de la fe, Cristo Jesus. Y en nadie mas.

Es por esto que escuchas en el NT muchas veces a nuestro Señor y Salvador Jesucristo decir al pecador "tu fe te ha salvado", y no lees "tus obras te han salvado" o "el cumplir con la ley te ha salvado" ese es otro evangelio de salvacion que no es el evangelio de y para salvacion de nuestro Señor Jesucristo.

Y tienes razon con que solo "los protestantes" (entiendase para este caso en concreto, como cristiano evangelico) creemos esto...el resto de los cientos de religiones creen en otro evangelio de salvacion en base a un esfuerzo, mortificacion, penitencias, promesas, sangre sudor y lagrimas para llegar a Dios...el cristiano evangelico sabe que nunca podra llegar a Dios, pero que Dios si puede llegar al corazon arrepentido de cada uno de nosotros, porque lo que es imposible para el hombre es posible para Dios, si crees de todo corazon.

Es por esto que Dios justifica o hace "justo" o dicho de un mejor modo imputa la justicia de Su Eterno Hijo Jescucristo al pecador que con fe cree para salvacion y confiesa con su boca que Jesus es el Señor. Pero para poder ser salvo por fe es necesario nacer de nuevo, ser hecho una nueva criatura lleno de la vida que solo Dios puede darnos en Cristo Jesus y entonces puede seguir a Jesus, puede hacer obras de justicia que Dios preparo desde antes para que andubiesemos en ellas, seguir sus pasos, vivir conforme a la voluntad de Dios y todo lo que viene en una vida agradable a Dios. Por esto Santigo expresa que no basta decir "tengo fe" sin una evidencia externa de lo que es ese nuestro andar en el Señor, por eso el Señor nos enseña a reconocer quien es quien por los frutos, la obra de Dios floreciendo en cda uno de nosotros: Creer en Su Hijo.

"El justo vivira por la fe"...no por obras para que nadie se glorie...ni tu, ni yo, ni ese joven de la historia.

Un saludo.
 
II. La justificación según Pablo


De las 39 veces que el verbo “justificar” aparece en el NT, 29 pertenecen a epístolas o expresiones de Pablo, como ocurre con las dos veces que aparece el sustantivo correspondiente, dikaiosis (Ro. 4.25; 5.18). Esto refleja el hecho de que de los escritores neotestamentarios solamente Pablo toma como elemento básico de su soteriología el concepto de la justificación. Para Pablo la justificación es la acción de Dios de remitir los pecados de los hombres culpables, y considerarlos justos, gratuitamente, por su gracia, mediante la fe en Cristo, sobre la base, no de sus propias obras sino de la obediencia a la ley y el derramamiento redentor de su sangre por parte del señor Jesucristo, en representación de ellos. (Para las partes de esta definición véase Ro. 3.23–26; 4.5–8; 5.18s). La doctrina paulina de la justificación es su modo característico de formular la verdad central del evangelio, de que Dios perdona a los pecadores que creen. Teológicamente, se trata de la expresión más altamente perfeccionada de esta doctina en el NT. En Romanos, Pablo presenta el evangelio como algo que revela la “justicia de Dios” (1.17). Esta frase tiene una doble referencia: 1 a la posición del hombre justo, que Dios confiere gratuitamente por medio de Cristo a los pecadores que creen (“el don de la justicia”, Ro. 5.17; cf. 3.21s; 9.30; 10.3–10; 2 Co. 5.21; Fil. 3.9); 2 a la manera en que el evangelio revela a Dios como el que hace lo que es justo, no solamente juzgando a los transgresores como se lo merecen (2.5; 3.5s), sino también cumpliendo su promesa de enviar la salvación a Israel (3.4s), y justificando a los pecadores de manera tal que se cumplan en ellos sus propias exigencias judiciales (3.25s). Por lo tanto, “la justicia de Dios” es un concepto preponderantemente forense, que indica la benevolente obra de Dios de otorgar a los pecadores culpables una justificación justificada, absolviéndolos en el tribunal celestial sin perjuicio para su propia justicia como Juez de ellos. Actualmente muchos eruditos encuentran el trasfondo de esta frase en algunos pasajes de Is. 40ss y los salmos en los que la “justicia” y la “salvación” de Dios aparecen como equivalentes (Is. 45.8, cf. vv. 19–25; 46.13; 51.3–6; Sal. 98.2, etc.). Quizás sea así, pero como en ninguna parte Pablo cita dichos versículos, no podemos probarlo. También debemos recordar que la razón por la que estos textos llaman “justicia” a la vindicación por Dios de su pueblo oprimido, es que se trata de un acto de fidelidad a la promesa que les hiciera en relación con el pacto; mientras que Romanos se ocupa principalmente de la justificación por Dios de los gentiles, que antes no constituían su pueblo, y a quienes nada había prometido (cf. 9.24s; 10.19s), lo que indudablemente es una situación muy distinta.
E. Kasemann y otros llegan a la conclusión de que la justicia de Dios en Pablo es un benevolente ejercicio de poder, por medio del cual Dios se mantiene fiel al pueblo de su pacto (cumpliendo su promesa de salvarlos) y a la creación cautiva (restableciendo su dominio sobre ella). Ambos pensamientos son paulinos, pero es dudoso que como se afirma) “justicia” en Ro. 3.25–26 y “justo” en el vv. 26 se refieran solamente a la fidelidad de la gracia que salva a los necesitados y no a la retribución judicial (cf. 2.5; 3.5) que salva a los culpables al desviar la culpa hacia aquel que fue enviado en *propiciación. Esta última exégesis concuerda mejor con el curso del pensamiento, ya que la idea anterior no puede explicar por qué aparece “y” en la frase “el justo, y el que justifica”, desde el momento que en esas palabras dicha exégesis encuentra un sólo pensamiento, no dos.
Se ha planteado la cuestión de si la doctrina paulina dé la justificación por la fe sin las obras no es más que un elemento de controversia, desplegado simplemente como arma contra los judaizantes. Pero los siguientes puntos indican que fue algo más que eso.
1. Evidentemente la Epístola a los Romanos debe leerse como una declaración completa del evangelio según Pablo, y su base es la doctrina de la justificación.
2. En tres partes escribe Pablo en términos personales acerca de las convicciones que hicieron de él el hombre y el misionero que llegó a ser, y las tres están expresadas en términos vinculados con la justificación (Gá. 2.15–21; 2 Co. 5.16–21; Fil. 3.4–14). En Ro. 7.7ss Pablo describe su necesidad personal de Cristo en relación con la condenación de la ley, necesidad que sólo la sentencia justificatoria de Dios en Cristo podía satisfacer (cf. Ro. 8.1s; Gá. 3.19–4.7). Evidentemente la religión personal de Pablo estaba arraigada en el conocimiento de su justificación.
3. Para Pablo, la justificación es el acto fundamental de bendición de Dios, porque salva del pasado y ofrece seguridad para el futuro. Por una parte significa perdón y la finalizaci6n de las hostilidades entre Dios y nosotros (Hch. 13.39; Ro. 4.6s; 5.9s), por otra aceptación y derecho a todas las bendiciones prometidas a los justos, pensamiento que Pablo desarrolla al relacionar la justificación con la adopción y la herencia (Gá. 4.4ss; Ro. 8.14ss). Ambos aspectos aparecen en Ro. 5.1–2, pasaje en el que Pablo dice que la justificación nos trae la paz con Dios (porque los pecados son remitidos) y la esperanza de la gloria de Dios (porque se acepta al pecador como justo). Esta esperanza es segura; porque la justificación tiene significación escatológica. Es el juicio del último día traído al presente, como veredicto final e irreversible. En consecuencia, el hombre justificado puede estar seguro de que nada lo separará jamás del amor de su Dios (Ro. 8.33–39; cf. 5.9). Su glorificación es segura (Ro. 8.30). La futura comparecencia ante el trono de Cristo (Ro. 14.10ss; 2 Co. 5.10) puede privarlo de determinadas recompensas (1 Co. 3.15), pero no de su posición como persona justificada.
4. Como punto de referencia básico de la doctrina paulina de la salvación se encuentra la justificación. Su creencia sobre la justificación es la fuente de donde surge su visión del cristianismo como religión mundial de gracia y fe, en la que judíos y gentiles se hallan en pie de igualdad (Ro. 1.16; 3.29ss; Gá. 3.8–14, 28s, etc.). Es en términos de justificación que el apóstol explica la gracia (Ro. 3.24; 4.4s, 16), la significación salvífica de la obediencia y muerte de Cristo (Ro. 3.24s; 5.16ss), la revelación del amor de Dios en la cruz (Ro. 5.5–9), el significado de la redención (Ro. 3.24; Gá. 3.13; Ef. 1.7) y la reconciliación (2 Co. 5.18s), la relación del pacto (Gá. 3.15ss), la fe (Ro. 4.23ss; 10.8ss), la unión con Cristo (Ro. 8.1; Gá. 2.17), la adopción y el don del Espíritu (Gá. 4.6–8; Ro. 8.10, cf. vv. 15), y la seguridad cristiana (Ro. 5.1–11; 8.33ss). Pablo explica todas las insinuaciones, profecías, y ejemplos de salvación en el AT, en términos relacionados con la justificación (Ro. 1.17; Gá. 3.11, que cita Hab. 2.4; Ro. 3.21; 4.3–8, que cita Gn. 15.6; Sal. 32.1s; Ro. 9.22–10.21, que cita Os. 2.23; 1.10; Is. 8.14; Jl. 2.32; Is. 65.1, etc.; Ro. 11.26s, que cita Is. 59.20s; Gá. 3.8, que cita Gn. 12.3; Gá. 4.21ss, que cita Gn. 21.10; etc.).
5. La justificación es la clave de la filosofía paulina de la historia. El apóstol sostiene que el propósito central y amplio de Dios, en su ordenamiento de la historia del mundo desde la caída, ha sido el de llevar a los pecadores a la justificación por la fe. Pablo nos dice que Dios se ocupa de la humanidad por medio de dos hombres representativos: “el primer hombre, Adán”, y el “segundo hombre”, que es el “último Adán”, Jesucristo (1 Co. 15.45ss; Ro. 5.12ss). El primer hombre, por su desobediencia, trajo condenación y muerte a la raza humana; el segundo hombre, por su obediencia, se convirtió en autor de la justificación y la vida para todos los que tienen fe (Ro. 5.16ss). Desde la época de la caída de Adán, la muerte reinó universalmente, aunque todavía no se conocía bien el pecado (Ro. 5.12ss). Pero Dios hizo un pacto con Abraham y su familia, lo justificó por su fe, y le prometió que en su simiente (o sea por medio de uno de sus descendientes) todas las naciones serían bendecidas (e. d. justificadas) (Gá. 3.6–9, 16; Ro. 4.3, 9–22). Posteriormente, por medio de Moisés Dios reveló su ley a la familia de Abraham. La ley estaba destinada, no a proporcionar la salvación, sino el conocimiento del pecado. Al detectar y provocar las transgresiones debía enseñar a los israelitas su necesidad de justificación, actuando de esa manera como paidagoµgos (el esclavo de la familia que lleva a los niños a la escuela) para llevarlos a Cristo (Gá. 3.19–24; Ro. 3.20; 5.20; 7.5; 7–13). Esta época de educación divina preparatoria duró hasta la venida de Cristo (Gá. 3.23–25; 4.1–5). El efecto de la obra de Cristo fue la abolición de la barrera de exclusivismo que había erigido entre los judíos la posesión por parte de Israel de la ley y la promesa (Ef. 2.14ss). Por medio de Cristo podía predicarse ahora la justificación por la fe tanto a judíos como a gentiles sin distinción, porque en Cristo todos los creyentes venían a ser simiente de Abraham e hijos de Dios, y herederos de la promesa (Gá. 3.26–29). Desgraciadamente, en esta situación la mayor parte de los judíos resultó ser legalista, y procuró establecer una justicia propia por medio de las obras de la ley, y se negó a creer que la fe en Cristo fuera el camino que Dios ofrece para llegar a la justicia (Ro. 9.30–10.21). De manera que muchas “ramas naturales” del olivo de la comunidad histórica de la promesa fueron cortadas (Ro. 11.16ss), y por el momento la iglesia resultó ser predominantemente gentil; pero existía la esperanza de que un remanente elegido del Israel caído, motivado por la misericordia mostrada a los gentiles, que no la merecían, llegaría a su vez a la fe y finalmente hallaría la remisión de sus pecados (Ro. 11.23–32). De este modo, tanto judíos como gentiles serían salvados, no por sus propias obras y esfuerzos, sino por la gracia gratuita de Dios, que justifica al desobediente y al impío; y toda la gloria de la salvación será de Dios solo (Ro. 11.30–36).
Estas consideraciones apuntan a la centralidad de la justificación en el pensamiento teológico y religioso de Pablo.

Nuevo Diccionario bíblico Certeza
 
Oso,

Estupendo, precisamente lo que trato es no caer en presupuestos antes de ver qué dice Jesús al joven rico.

Mes sueltas toda la doctrina del Sola Fide, que to ya conozco, pero vuelves a saltarte completamente el versículo. NI lo quieres citar.¿Por qué cada vez que me respondes NUNCA te atreves a citar a Jesús?.

La discusión es sobre este pasaje, sólo el pasaje, nada más.

Puedes leer el pasaje y contestar a la pregunta:

¿Da Jesús instrucciones incompletas o incorrectas al joven cuando le habla de Vida Eterna?

" Cumple los mandamientos y tendrás Vida Eterna."

..
"y si quieres ser perfecto, vende todo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo".

"CUmple" y "tendrás"... "vende todo" y "tendrás"...


No quiero a San Pablo ahora, porque San Pablo está dando un discurso, que es largo y complejo. Pero el joven hace una pregunta directa a CRISTO, clara y sencilla: "¿Maestro,qué debo hacer para tener Vida Eterna?"

A ver si algún año de estos conseguimos una respuesta tuya tan sencilla y clara como la de Nuestro Señor.

Que Dios te bendiga.
 
Originalmente enviado por: Joaco
Catholico34,

Tu comentaste:
Debes cooperar para ganártelo, pero ganarlo no significa que lo merezcas

Si estoy buscando ganarmelo (con mi esfuerzo, con mis acciones), entonces estoy buscando ser merecedor de ello.

Ejemplos de ganar que se me ocurren:
  • Yo gano dinero en mi trabajo, es decir, por lo que hago, se me paga.
  • Yo gano una carrera, es decir, con mi esfuerzo obtuve el primer lugar.
  • Yo gano en la lotería, es decir, compré el boleto que salió premiado.
  • Yo gano en una apuesta, es decir, hice la elección correcta

Y la cuestión está en que la salvación es un regalo de Dios.

Cuando alguien te da un regalo ¿tú haces algo para ganartelo?


Pues claro que sí !!. Por ejemplo mi padre me dice:

-"te regalo un flamante Ferrari, si estudias y pasas el examen".

- Ipso facto me pongo a estudiar !!.

- ¿El coche es gratis?. Respuesta : SI.
- ¿Me lo merezco aunque pase el examen?: POR SUPUESTO QUE NO.
- ¿Está mi padre OBLIGADO a ofrecerme ese regalo por mis obras?: CLARO QUE NO.
- ¿Debo cooperar?: SI , aunque sea gratis, tengo que poner de mi parte.
- ¿Significa eso que SIEMPRE que uno estudie los padres están obligados a regalar a sus hijos un Ferrari?: Respuesta NO. Los hijos no MERECEN nada por el simple hecho de serlos.


Esa es la analogía correcta. Ya te lo expliqué en otro post, pero no me respondiste.

Pues eso es la salvación:

- Es un REGALO de la iniciativa de Dios.
- NO la merecemos.
- Dios no está obligado a ella por ninguna de nuestras obras.
- Es Gratis para nosotros.
- Pero debemos cooperar a ella...


Espero tu comentario a esto último.

Que Dios te bendiga.
 
Originalmente enviado por: Catholico34

Disculpa Tobi, pero hemos copiado ese versículo por lo menos 10 veces ya!.
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Tobi
El que lo hayas copiado ese versículo por lo menos 10 veces no significa que lo hayas hecho bien. El versículo en Nacar Colunga dice textualmente: "...¿que obra buena he de realizar para alcanzar la vida eterna?"
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Y no es mi manera, es EXACTAMENTE LO QUE DICE CRISTO EN Mateo.
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Tobi
Te he mostrado que sí es a tu manera y que NO ES EXATAMENTE LO QUE DIJO, NO CRISTO SINO EL JOVEN, EN Mateo.
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Por favor, llevamos Joalco y yo bastante para que vengas a interrunpir, sin ni siquiera leer nuestra discusión.
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Tobi
En primer lugar, amigo mio, este es un foro ABIERTO y cualquiera puede entrar en una discusión. Si la desea privada entre usted y Joaco solicítele si la desea mediante correo privado. ¿Esta claro?
Por otro lado ¿de donde saca que no haya leido vuestra discusión?
De no haberla leido, especialmente donde con una clara fatuidad, apela a la exégesis, no la hubiese "interrumpido", que por cierto no he interrumpido nada de nada. Joaco defiende bien la enseñanza bíblica. En cambio usted pretende defender la romanista que nada tiene que ver con la bíblica. Alli donde La sagrada Escritura dice que nadie será justificado mediante sus obras, le añaden que si es justificado mediante sus obras "si estas son el fruto de la gracia de Dios" Como los antiguos fariseos cambiais el Mandamiento por vuestra tradición mediante el añadido de la "gracia". No amigo cath. Las buenas obras hechas con o sin la gracia NO justifican al pecador. Si mediante la gracia se pudiera alcanzar la salvación ¿para que tuvo que morir Cristo en la cruz? Como bien se puede ver con vuestra falacia invalidais el sacrificio de Cristo.
ESTA RESPUESTA ES TAMBIEN PARA LUIS FERNANDO, que nos largado lo que dice el Concilio de Trento. En el mismo se ve la misma falsedad.
POR LA OBRAS DE LA LEY, sean hechas con gracia o sin ella,NINGUNA CARNE SE JUSTIFICARA DELANTE DE DIOS.
La realidad de su intemperacia, Cath 34 se debe a que no tiene la menor posibilidad de contravenir mi aportación. Una exégesis correcta como mandan los cánones y como ya es una inveterada costumbre en aquellos que no tienen argumentos, se dedican a atacar a la persona, acusandola -en este caso- de interrumpir.
Váyase enterando que este es un foro abierto.
Vade retro.



 
Para el gran Enamorado del Concilio de Trento.
He aquí los resultados práctico del tal Conclio. Lo raro es que Luis Fernando no lo copia. Por eso lo hago yo
SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS, México (AP) - Un pastor pentecostal fue asesinado a tiros durante una emboscada contra su vehículo, perpetrada el viernes en una población meridional de México, donde han ocurrido varios hechos de violencia religiosa, informó la policía.

Las autoridades encontraron el cadáver de Mariano Díaz Méndez, un pastor pentecostal indígena, la tarde del viernes.

El cadáver se encontraba dentro de un automóvil, que cayó en una zanja al lado de una carretera en San Juan Chamula, una población mayoritariamente católica, cerca de San Cristóbal de las Casas, 740 kilómetros al sureste de la ciudad de México.

Desde la década de 1960, en San Juan Chamula, estado de Chiapas, han ocurrido numerosos asesinatos y enfrentamientos. En algunas comunidades, donde la religión predominante es la católica, con la incorporación de algunos rituales indígenas, algunos pobladores han tratado de expulsar a los protestantes evangélicos.

La policía y los investigadores estatales trataron de llevarse el cadáver del clérigo, quien recibió dos tiros, a fin de practicar la autopsia. Sin embargo, los residentes de la aldea de Botatulán, en San Juan Chamula, impidieron el traslado. En esa comunidad, las costumbres prohíben las autopsias.

Los investigadores del gobierno encontraron dos cartuchos vacíos de un fusil de asalto, cerca del automóvil

La víctima era un indígena tzotzil. Entre las autoridades que investigan el crimen figura un subprocurador estatal de justicia indígena.

A comienzos de este año, una turba mató a pedradas a un indígena acusado de practicar la brujería.

Como bien se puede ver aquí hay amor, buenas obras mediante la gracia y unas cuantas cosillas mas.
 
Tobi,
Por eso que este es un foro abierto, te digo abiertamente, que no te metas en conversaciones que llevan varios días sin ni siquiera leerte lo que ambos llevan discutiendo. Molesta a los demás.

Es abiertamente molesto, tener que corregir textos que nadie ha escrito. Pues los escritos están desde el principio.

Prefería mejor cuando me dijiste que no te ibas a dirigir a mi. A saber qué te habrá hecho cambiar de opinión.

Y abiertamente te digo que no corrigas a nadie lo que ninguno de los que discutimos hemos necesitado corregir:
y Jesús respondió:" Cumple los mandamientos y tendrás Vida Eterna

Lo dice JESUS no el Joven. El joven sólo pregunta: "Maestro bueno, qué debo hacer para tener Vida Eterna?".

Los jóvenes preguntan y los maestros responden. A ver si meditas algún dia sobre eso...

Eso es lo que dice el texto que discutimos, te guste o no te guste.

Que Dios te bendiga.
 
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, TIENE VIDA ETERNA; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.(Juan 5:24)




El que cree en el Hijo TIENE VIDA ETERNA; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.(Juan 3:36)



De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, TIENE VIDA ETERNA.(Juan 6:47)



Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, SOIS SALVOS, si no creísteis en vano.(1 Cor 15:1-2)



PORQUE POR GRACIA SOIS SALVOS por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe.(Efesios 2:8-9)




3Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que SEPÁIS QUE TENÉIS VIDA ETERNA, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.(1 Juan 5:13)