Re: ¿Existieron los dinosaurios?
Recuerde que hablamos de hipótesis, la mayoría son controversiales:
En primer lugar, se pueden mencionar las famosas y controvertidas pisadas humanas en el lecho del río Paluxy en Glen Rose, Texas, donde aparecen al lado de pisadas de dinosaurios. Esta evidencia, que se trata más detalladamente en el libro Anegado en Agua, vol. I, de la serie Creación y Ciencia (ver información sobre libros en la sección correspondiente en este número), ha sido intensamente combatida por el estamento evolucionista, que al principio atribuía generalmente las huellas humanas a tallas fraudulentas por parte de personas deshonestas que querían fabricar esta evidencia. Sin embargo, quedó demostrado que esta acusación carecía de todo fundamento cuando se pudo constatar, en excavaciones de campo, que los rastros de huellas humanas existentes reaparecían al desmontar terrenos sobreyacientes sobre el estrato en el que aparecían las huellas, cuando éstas parecían dirigirse debajo de estos terrenos.
Actualmente, debido a la aparición de manchas y formas garróideas en torno a algunas de las huellas consideradas humanas, los evolucionistas ya no mantienen la contención de fraude, y aceptan la genuinidad de estas pisadas, pero mantienen que se trata de pisadas de dinosaurios que no fueron reconocidas como tales.
Queda, sin embargo, un hecho doble: Las prisas del estamento evolucionista de no aceptar la genuinidad de unas huellas que ahora sí aceptan, y que la explicación del fenómeno de aparición de manchas está en el aire, no afectando a todas las huellas, algunas de ellas muy claramente humanas y otras de humanos de proporciones gigantescas.
Por otra parte, en Paluxy han aparecido otras dos líneas de evidencia. La primera de ellas se trata asimismo en la obra mencionada más arriba, y es el descubrimiento de una rama carbonificada sepultada en el lecho del río Paluxy. Una muestra del carbón de esta rama fue enviada a un laboratorio de datación radiocarbónica, que dio una fecha —sin corregir— de alrededor de 12.800 años de antigüedad (véase el artículo sobre radiocarbono en este mismo número). Aquí tenemos los siguientes hechos: que la rama fue sepultada ardiendo en los sedimentos que ahora constituyen el lecho del Paluxy cuando todavía no estaban petrificados. Esto es, durante la formación de dichas capas. Esto se evidencia por la constitución de los sedimentos que rodean inmediatamente la rama, en los que se aprecia burbujas debidas a la combustión y desprendimiento de gases, y la acción de la calor.
Que la rama presenta una actividad radiocarbónica que la sitúa en tiempos recientes. La conclusión es que los sedimentos forzosamente deben ser recientes, y que las pisadas de humanos y de dinosaurios fueron hechas coetáneamente en un tiempo reciente.
<center>La otra línea de evidencia fue el descubrimiento, el 13 de agosto de 1984, de un esqueleto de dinosaurio en una de las riberas del Paluxy. Por
lo que se sepa, se trata del primer caso de un esqueleto de dinosaurio hallado cerca de pisadas fosilizadas de dinosaurios.
</center>
En Perú surgió una evidencia también elocuente acerca de la coexistencia de los dinosaurios y los hombres en el pasado. La revista Gente, de Lima, en su número 615, págs. 4-8 (19 de noviembre, 1987), informaba del hallazgo de unos restos humanos fosilizados junto a una masa de huesos de dinosaurios. El descubridor, el doctor Javier Cabrera Darquea, es médico, y catedrático de la Universidad de San Luís de Gonzaga. Dice el reportaje: «Se aprecian las vértebras dorsales, lumbares, parte de los huesos de los hombros, la columna completamente erecta, el hueso sacro y algunas costillas». En estos arenales también hay una enorme cantidad de huevos de dinosaurio. Hasta aquí hemos hablado de coexistencia en el pasado. Pero lo que queda por considerar es la coexistencia del hombre y los dinosaurios en el presente.
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MACABEO:
Los hombres y los dinosaurios NUNCA coexistieron. Eso que dices de que hay fósiles con seres humanos me gustaría verlo, dame los datos del lugar de donde sacaste esto. Porque esta fuente de información en el mejor de los casos está confundida (quizá confunde con "dinosaurio" a un animal que no lo es) y en el peor de los casos es una fuente que miente sobre los hechos paleontológicos. Los dinosaurios son mucho más antiguos que el hombre.
Gracias,
Karina.
Recuerde que hablamos de hipótesis, la mayoría son controversiales:
En primer lugar, se pueden mencionar las famosas y controvertidas pisadas humanas en el lecho del río Paluxy en Glen Rose, Texas, donde aparecen al lado de pisadas de dinosaurios. Esta evidencia, que se trata más detalladamente en el libro Anegado en Agua, vol. I, de la serie Creación y Ciencia (ver información sobre libros en la sección correspondiente en este número), ha sido intensamente combatida por el estamento evolucionista, que al principio atribuía generalmente las huellas humanas a tallas fraudulentas por parte de personas deshonestas que querían fabricar esta evidencia. Sin embargo, quedó demostrado que esta acusación carecía de todo fundamento cuando se pudo constatar, en excavaciones de campo, que los rastros de huellas humanas existentes reaparecían al desmontar terrenos sobreyacientes sobre el estrato en el que aparecían las huellas, cuando éstas parecían dirigirse debajo de estos terrenos.
Actualmente, debido a la aparición de manchas y formas garróideas en torno a algunas de las huellas consideradas humanas, los evolucionistas ya no mantienen la contención de fraude, y aceptan la genuinidad de estas pisadas, pero mantienen que se trata de pisadas de dinosaurios que no fueron reconocidas como tales.
Queda, sin embargo, un hecho doble: Las prisas del estamento evolucionista de no aceptar la genuinidad de unas huellas que ahora sí aceptan, y que la explicación del fenómeno de aparición de manchas está en el aire, no afectando a todas las huellas, algunas de ellas muy claramente humanas y otras de humanos de proporciones gigantescas.
Por otra parte, en Paluxy han aparecido otras dos líneas de evidencia. La primera de ellas se trata asimismo en la obra mencionada más arriba, y es el descubrimiento de una rama carbonificada sepultada en el lecho del río Paluxy. Una muestra del carbón de esta rama fue enviada a un laboratorio de datación radiocarbónica, que dio una fecha —sin corregir— de alrededor de 12.800 años de antigüedad (véase el artículo sobre radiocarbono en este mismo número). Aquí tenemos los siguientes hechos: que la rama fue sepultada ardiendo en los sedimentos que ahora constituyen el lecho del Paluxy cuando todavía no estaban petrificados. Esto es, durante la formación de dichas capas. Esto se evidencia por la constitución de los sedimentos que rodean inmediatamente la rama, en los que se aprecia burbujas debidas a la combustión y desprendimiento de gases, y la acción de la calor.
Que la rama presenta una actividad radiocarbónica que la sitúa en tiempos recientes. La conclusión es que los sedimentos forzosamente deben ser recientes, y que las pisadas de humanos y de dinosaurios fueron hechas coetáneamente en un tiempo reciente.
<center>La otra línea de evidencia fue el descubrimiento, el 13 de agosto de 1984, de un esqueleto de dinosaurio en una de las riberas del Paluxy. Por
lo que se sepa, se trata del primer caso de un esqueleto de dinosaurio hallado cerca de pisadas fosilizadas de dinosaurios.
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En Perú surgió una evidencia también elocuente acerca de la coexistencia de los dinosaurios y los hombres en el pasado. La revista Gente, de Lima, en su número 615, págs. 4-8 (19 de noviembre, 1987), informaba del hallazgo de unos restos humanos fosilizados junto a una masa de huesos de dinosaurios. El descubridor, el doctor Javier Cabrera Darquea, es médico, y catedrático de la Universidad de San Luís de Gonzaga. Dice el reportaje: «Se aprecian las vértebras dorsales, lumbares, parte de los huesos de los hombros, la columna completamente erecta, el hueso sacro y algunas costillas». En estos arenales también hay una enorme cantidad de huevos de dinosaurio. Hasta aquí hemos hablado de coexistencia en el pasado. Pero lo que queda por considerar es la coexistencia del hombre y los dinosaurios en el presente.
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