En Historia eclesiástica II, 1, Hegesipo dice que «Santiago, que era llamado el hermano del Señor», era «hijo de José, y José era llamado el padre de Cristo, porque la virgen estaba comprometida con él cuando, antes de que tuvieran relaciones íntimas, se descubrió que había concebido por el Espíritu Santo,
Nuevamente, la relación familiar es obvia y Eusebio vuelve a insistir en ella en III, Dice de Judas, reproduciendo a Hegesipo: «Sobrevivieron de la familia del Señor los nietos de Judas que era, según la sangre, hermano suyo». Las otras referencias de Hegesipo vg: III, 32 abundan en esta misma línea.
Tal y como informa Eusebio de Cesarea en su Historia eclesiástica, en la época de Domiciano se procedió a la detención de otro de los hermanos de Jesús por temor a que, siendo de ascendencia davídica, pudiera sublevarse contra Roma. Tras interrogarlo, las autoridades romanas llegaron a la conclusión de que eran inofensivos y los pusieron en libertad.