Si un árbol tiene una plaga intentas sanarlo. Puede no gustarte su aspecto, pero no tienes por qué cortarlo. Por algo dijo el Mesías,
Yo enlazo esto con la situación actual de la Iglesia Católica. Obsérvese que a Yeshúa le desagrada que Pedro tenga los pies sucios. Si tenemos en cuenta lo que se dice en,
Obviamente este último es interpretable. Podría argüirse que Pedro no representa aquí a la Iglesia Católica. Sin embargo, a tenor del versículo citado precedente, Juan 13,6-8 yo me decanto porque sí es una referencia a la Iglesia Católica. No podemos olvidar la profecía de Juan 21. Será Pedro quien glorifique al Señor con su muerte, a pesar de su ceguera. Y no podemos olvidar tampoco que la dispersión de las ovejas estaba anunciada.
Insisto mucho en la solidaridad entre todos los que comemos del Pan del Cielo, basándome en la parábola del hijo pródigo y Ezequiel 34. Si vamos a comer en la misma mesa, ¿lo haremos tirándonos migas de pan?
Considero que la mujer que te acompaña dictamina tu manera de acercarte a Cristo, pero lo que importa es que tú no te manches por las faltas que pudiese tener esa mujer, entendiendo aquí a la mujer como metáfora de una iglesia. Por eso considero igualmente dignos a católicos, evangelistas o protestantes, lo que me importa no es la pegatina de su traje, sino lo que demuestran al hablar, porque cuando hablan no habla su iglesia, sino ellos. Es el ejemplo lo que trasciende y hace vana la palabrería de tantos predicadores. La elección de mujer, o elegir no tener mujer, es totalmente personal y exenta de crítica, es el derecho inalienable de todas las ovejas del Señor.
Cambiar de iglesia se me antoja similar al adulterio, aunque esta última opinión necesitaría mucho debate.