“El Grande”?
Ja!!!
Ya imagino lo que adoleces
“
Las personas que alardean mucho necesitan llenar vacíos en su identidad
La vanidad es una religión que cuenta con una legión de fieles. Los hay de todo tipo y condiciones, pero más allá de sus diferencias todos tienen una característica común: usan una máscara. Las personas que alardean mucho sacrifican su verdadera identidad – o al menos una parte de ella – en el altar de las apariencias. Presumen de sus cualidades, logros y éxitos para conseguir la admiración y el respeto de quienes le rodean. Y si es necesario, también recurren a las exageraciones y las mentiras.
No obstante, detrás de esa aparente seguridad en realidad se esconde una sensación de incompletitud, como reveló un estudio realizado en la Universidad de Texas. En práctica, las personas que presumen mucho de sus logros y competencias necesitan llenar un vacío en su identidad. Sus alardes son una estrategia compensatoria para autocompletar simbólicamente su identidad, llenando la parte que les falta.
Dime de qué presumes y te diré de qué careces”
Aquí
Y claro, te proyectas en otros llamándoles “maricón”, “marica”, “defender al novio”, “imbécil”
Das pena ajena.