11Y vino
el Ángel de Jehová, y se sentó debajo del alcornoque que
está en Ofra, el cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas.
12Y
el Ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová es contigo, varón esforzado.
13Y Gedeón le respondió: Ah, Señor mío, si Jehová es con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde
están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en manos de los madianitas.
14Y
mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fortaleza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?
15Entonces le respondió: Ah, Señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia
es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.
16Y
Jehová le dijo: Ciertamente yo seré contigo, y herirás a los madianitas como a un solo hombre.
17Y él respondió: Yo te ruego, que si he halla0do gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo.
18Te ruego que no te vayas de aquí, hasta que a ti vuelva, y saque mi presente, y
lo ponga delante de ti. Y Él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.
19Y entrándose Gedeón aderezó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquel alcornoque.
20Y
el Ángel de Dios le dijo: Toma la carne, y los panes sin levadura, y ponlo sobre esta roca, y vierte el caldo. Y él lo hizo así.
21Y extendiendo
el Ángel de Jehová el bordón que
tenía en su mano, tocó con la punta en la carne y en los panes sin levadura; y subió fuego de la roca, el cual consumió la carne y los panes sin levadura.
Y el Ángel de Jehová desapareció de delante de él.
22Y
viendo Gedeón que era el Ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al Ángel de Jehová cara a cara. Jueces 6: 11-22 (RVG)
Esto es igual a lo ocurrido con Abraham y los 3 ángeles, uno vino en representación de Jehová para anunciarle a Abran que tendría un hijo, Isaac, y los otros dos para destruir Sodoma y Gomorra.
"...ningún hombre a visto a Dios..." Jn. 1: 18.
“...No puedes ver mi rostro, porque ningún hombre puede verme y sin embargo vivir”. Ex. 33: 20