SSECRIVAIN:
En el capitulo 17 de Juan, Jesus oro a su Padre frente a sus discipulos, por tanto, les dejo UN EJEMPLO con esa oracion, para que ellos tambien supiesen como dirigirse al Padre.
Pero que Jesus y el Padre eran uno, como ente divino, eso quedo claro cuando Jesus dijo que no era necesario pedir que se mostrara al Padre, para conocerlo, pues el que veia a Jesus, VEIA AL PADRE (Juan 14: 8 al 9).
Mas bien, deben ser REPRENDIDOS, como lo fue Felipe, todos aquellos que ensenan que Jesus NO ES EL PADRE.
JESUS ES EL PADRE Y ES TAMBIEN EL ESPIRITU (2 Corintios 3: 17).
Patricio Cespedes Castro.
EX-ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA.[/SIZE][/COLOR]
¡Gracias por su comentario hermano Patricio!
No pude rechazar su amable invitación de leer nuevamente el capítulo 17 del evangelio de Juan, ahora me gustaría extenderle la misma invitación, pero esta vez a escudriñar, no solo a leer. La literatura de la Biblia es divina, por lo que un punto o coma mal colocados en una oración conllevaría a resultados catastróficos que en definitiva dificultarían el entendimiento correcto de una doctrina sagrada como lo es este asunto de la Trinidad.
Es importante que analicemos detalladamente cada versículo, que comprendamos la coherencia que guarda. Por ejemplo, usted menciona que la oración que realizó Jesús antes de ser entregado fue un ejemplo para sus discípulos sobre cómo se dirigirían al Padre en su ausencia, y no dudo que así sea, recordemos que Jesús es maestro no solo por palabras sino también por hechos, es un maestro de obras que enseñó a través del ejemplo, sin embargo, si usted lee el capítulo antecesor (el capítulo 16 de Juan) descubrirá que, a diferencia del sermón del monte ―dónde también estaban sus discípulos
(Mateo 5:1) ―, Jesús en ningún momento realiza una aclaración como la encontrada en Mateo 6: 9: “Vosotros, pues, orareis así:…”.
Recordemos que, a pesar de que todas las oraciones de Jesús desbordaban de sinceridad, la oración que realizó en el sermón del monte
(mejor conocida por los creyentes católicos como: “Padre Nuestro”) fue, como usted ha mencionado, un ejemplo para enseñar no solo a sus discípulos, sino también a toda la multitud que le observaba el cómo debían dirigirse a su Padre
(“Más tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto… Y al orar, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos… Porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis. Vosotros, pues, orareis así:…” ―Mateo 6:6-13―). También notará que la oración que comprende el capítulo 17 de Juan es mucho más extensa y sentimental, denotando como una entrega a la voluntad del Padre, pidiendo encarecidamente por los creyentes y por todas las personas en general. En el capítulo 16 notaremos que ya se había despedido ―de alguna manera― de sus discípulos, y la oración en el capítulo 17 es el cierre glorioso de ese evento, para luego proceder con el sacrificio expiatorio en el jardín de Getsemaní antes de ser entregado por Judas.
Ahora bien, dejo esto a su interpretación, confiando en que cuenta con la ayuda del Espíritu, pues se supone ha orado antes de leer estas cosas para tener comprensión. No obstante, citaré algunos pasajes claves en el capítulo 17 de Juan para ayudarle en su estudio:
Juan 17:1
“Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti.”
―RAE: Glorificar:
1. tr. Hacer glorioso algo o a alguien que no lo era.
2. tr. Reconocer y ensalzar a quien es glorioso tributándole alabanzas.―
Juan 17:3
“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”
―Incluso si la oración se tratase de un ejemplo, hace referencia a Dios, “…el único Dios verdadero, y a Jesucristo…” a quien Dios ha enviado. Las letras "Y, A" nos refieren a alguien más además de la persona citada y la coma denota separación entre ambos, por lo que no puede referirse a algo como: El Dios y Jesucristo, más bien a: Dios, y a Jesucristo.—
Juan 17:5
“Ahora pues, Padre, glorifícame tú en tu presencia con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.”
―RAE: Contigo:
1. pron. person. 2.ª pers. m. y f. sing. Con la persona a la que se dirige quien habla o escribe. ¿Puedo contar contigo? ―
―La gloria que tuvo Jesús con el Padre antes de que el mundo fuese, no la gloria que tuvo siendo el Padre, como usted afirma, pues Jesús estuvo con la persona (el Padre) a la que se dirige quien habla (Jesús). En este sentido sería gracioso pensar que uno puede estar “contigo” (refiriéndose a uno mismo) en lugar de estar “conmigo mismo”, lo que no deja de ser extraño pero es más razonable.―
Juan 17:6
“He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.”
―¿Por qué Dios le daría los hombres del mundo a Jesús si, como usted afirma, Dios es Jesús?, de ser así ¿No le pertenecerían aún?, no menos importante que eso… ¿Por qué han guardado “tu palabra” y no “la mía”? ―
Juan 17:8
“porque las palabras que me diste les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.”
―Si las palabras que Dios le dio a Jesús, Jesús la dio a sus discípulos entonces... ¿Dios es Jesús, Jesús es sus discípulos y los discípulos de Jesús son Dios? ―
Juan 17:13
“Mas ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo para que tengan mi gozo completo en sí mismos”
―Si Dios es Jesús… ¿Por qué Jesús va a Dios? ―
Juan 17:21-22
“para que todos sean uno, como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Y la gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.”
―En resumen, y accediendo por un momento a su paradigma sobre la Trinidad, todos somos Dios y Jesús somos todos; nosotros somos uno, por lo tanto usted piensa lo mismo que yo, pues nosotros mismos nos enviamos al mundo. ―
Juan 17:23
“Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en uno, para que el mundo conozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos, como también a mí me has amado.”
―Nuevamente suponemos que “Jesús es el Padre y también es el Espíritu” (como usted ha dicho en su comentario), entonces también suponemos que Jesús se envió al mundo y se amó a sí mismo, y también nos amó a nosotros pero, como todos nosotros somos uno, entonces también nos amamos a nosotros mismos desde antes de enviarnos al mundo. ―
En fin, lo invito hermano Patricio, a que le busque una coherencia lógica cristiana a todo lo concerniente a la Trinidad en el capítulo 17 de Juan, un argumento que no pueda ser criticado por algún Ateo en su sano juicio, pues el ateísmo existe en parte por enseñanzas confusas como esta. Ahora mi querido hermano, procedo a compartir con usted mis impresiones sobre las demás escrituras que usted ha citado.