La ofensa más grande que Dios podría recibir, es la crueldad antepuesta al testimonio cristiano. Si un alma se pierde por nuestra mala conducta, ¿qué diremos al Señor?
La expresión usada por el mismo Señor en el día del Juicio "cabra" la vemos en este texto:
Mat 25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha,
y los cabritos a su izquierda.
La cabra es el femenino del cabrón que vive adulando a las personas perversas que han pisoteado y escupido sobre Cristo, descalificando al redimido que le muestra francamente su condición espiritual, porque el resto lo hace es el Señor.
No sabemos cuántos de los que oyeron de los labios de Cristo expresiones tan fuertes como:
"Vosotros sois de vuestro padre el diablo" (Jn.8:44)
Mat 23:33 ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?
Fueron salvos.
Cuando un tumor maligno está devorando los órganos vitales, la delicadeza de un médico resulta inútil; el bisturí del cirujano tiene que llegar al mal, sin importar cual sea el riesgo.
Y es cosa cierta que, si Aquel que era tan lleno de gracia, tan "manso y humilde de corazón", dijo cosas tan hirientes, se debió a que ningún tratamiento más delicado podía dar resultados.
Se debía a lo desesperado de su caso, y a que la influencia de ellos era catastrófica.
El apóstol escribiendo a los romanos, comienza su mensaje con el anuncio de su condenación, Karina no se puede salvar de algo, si de antemano no está perdida:
¿Cómo se va a salvar de un incendio, si no existe un incendio?
¿Cómo se puede salvar de un naufragio si su barco se desplaza normalmente sobre las aguas?
¿Cómo se va a salvar de condenación si no hay condenación?
Y algunos foristas quieren ser tan amables, a la hora de postear sus mensajes a personas que están perdidas, buscando agradarles, que por supuesto jamás le dirían que están en una situación perdida.
¿El Juez de toda la tierra no hará lo que es Justo?
Y como es Justo, no va a tolerar que la injusticia quede impune o sin castigo.
El mensaje a los romanos por supuesto resulta antipático, pero los paganos se dedican a rendir culto a las imágenes, a dioses con formas de animales, y como lo dice en el capítulo uno, los paganos se han extraviado de tal manera que los hombres tienen una especial atracción sexual hacia otros hombres y las mujeres hacia otras mujeres, son codiciosos, desobedientes a los padres y están bajo condenación.
Pero en el segundo capítulo, lo contemplamos sentando en el banquillo, también a los judíos.
De manera que no basta conocer lo que es bueno y lo que es malo, para no tener culpa.
Si el pagano niega la existencia de Dios para cometer toda clase de pecados y así considerarse libre de condenación, porque su refugio es el ateísmo, y yo como creyente, no le advierto que ya está condenado, entonces soy tan culpable como el pagano.
Si veo a los idólatras de rodillas ante sus dioses de cemento, de yeso o de madera, y en lugar de advertirles el riesgo de despertarse en el infierno, me dedico a venderles o comerciar con sus estatuas, cometiendo sacrilegio, evidentemente soy tan culpable como ellos.
Esta era la condición espiritual del judío hipócrita que le importaba un pepino el alma del pagano.
La conclusión de Pablo es tremenda, leemos:
Rom 3:9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
La ofensa a un ser infinito la cual amerita castigo eterno es considerar el Sacrificio de su Hijo, sin ninguna importancia, así de soberbia y perversa es la criatura irredenta.
Rom 3:10 Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;
Rom 3:11 No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.
Rom 3:12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.(B)
Rom 3:13 Sepulcro abierto es su garganta;
Con su lengua engañan.
Rom 3:18
No hay temor de Dios delante de sus ojos.