¡Será una monja guerrillera?
mmmm ¿¿¿¿¿y cuenta con el aval de Cosme Beccar Varela?????

vamos Elisa, que somos pocos y nos conocemos mucho.
Mas allá de toda consideración idologica hay situaciones sociales que son obvias y sólo un ciego se pondría en contra.
INCREPACIÓN A DOS POLÍTICOS DE LA "DIRIGENCIA", cartas abiertas de Sor María Lucía Caram y una introducción
INTRODUCCIÓN: Un buen amigo tucumano me ha mandado hoy las dos cartas abiertas que leerán más abajo. Pocas veces he leído una increpación tan valiente y tan categórica como estas dos cartas escritas por una monja tucumana desde Manresa, España, dirigidas a dos políticos de la misma calaña y del mismo peronismo (S.A.) que tiraniza, corrompe y saquea el país desde hace muchos años (asociado al radicalismo y a los demás partidos de la "dirigencia").
Si hubiera unos cuantos hombres como esta monja en nuestra Patria, esto no sucedería. Lo digo con inmenso dolor, porque estoy viendo como nos vamos hundiendo inexorablemente en la obscuridad y en la opresión por falta, precisamente, de hombres así.
Espero que quienes todavía podrían llegar a ser tales sientan vergüenza y se decidan a serlo. Es mi ferviente deseo.
Cosme Beccar Varela
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Cartas abiertas a Miranda y Alperovich
Ruego se tomen cinco minutos y lean estas dos cartas abiertas y conozcan que es lo que dejó el Sr. Miranda tras su paso como gobernador de Tucumán y que es lo que se le pide que haga el Sr. Alperovich, próximo gobernador de esta provincia, que en algún momento de la historia se la conocía como la "Cuna de la Independencia y el Jardín de la República".
Si es que realmente quieren a Tucumán hagan circular estas cartas y pensemos todos juntos seriamente que podemos hacer para sacar de esta situación de postración en la que quedaron cientos y miles de hermanos tucumanos.
El objetivo de estas misivas, que sintetizan el pensamientos de muchos hombres y mujeres de bien, tiene como objeto hacer reflexionar a estos dos personajes sobre lo que hicieron tras su nefasto paso por la función pública en la provincia de Tucumán. Las mismas que hoy circulan por el espacio cibernético fueron enviadas desde Manresa, España, por la tucumana Lucía Caram quien se propuso desde la distancia hacer oír su voz, acción que muchos de nosotros tendríamos que haber hecho desde hace ya bastante tiempo atrás.
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Carta abierta a Julio Miranda, gobernador de Tucumán
Sr. Julio Miranda:
Está usted a punto de terminar como gobernador de la Provincia de Tucumán después de haber trabajado, laboriosamente, durante 4 años, para terminar con la seguridad, la justicia, la paz y el progreso de la Provincia, y tengo que felicitarlo porque ¡lo ha conseguido! Permítame citar sus palabras al comienzo de su mandato en las que aseguraba que era mejor hacer que decir, ¡y vaya si hizo! Ahora se lo explicaré:
"Tengo en claro que no es con discursos ni con mera retórica que llegará la tranquilidad para nuestro pueblo. Será con programas, con acciones y con resultados, haciendo realidad esa verdad que reza: "mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar...".[1]
Deja usted a los tucumanos con una herencia que les permitirá, durante muchos años, acordarse de usted y de sus antepasados. Ha sido usted muy
listo, se propuso liberarse del problema de la pobreza y la desnutrición infantil, y lo ha hecho eliminando a las víctimas en lugar de hacer justicia y administrar honesta e inteligentemente los bienes de una Provincia que es, en sí misma rica y poderosa. Lo felicito, su astucia y su maldad han conseguido lo inimaginable: La ha empobrecido en un tiempo record, y se ha quedado muy tranquilo.
Su gestión ha sido muy eficaz desde el primer día. Permítame decirle que ha sido usted más fuerte que los miles de niños que "inoportunamente" nacían en la provincia engrosando las filas de los pobres, porque previendo que ocasionarían gastos a la administración provincial, se ha encargado usted de cortar por lo sano y de manera económica: los ha ayudado a morir desnutridos y en la miseria, sin atención médica, sencillamente porque fue usted muy astuto al privarlos de esos medios indispensables, pero "costosos" para unas arcas provinciales que sirvieron exclusivamente a la clase política, igualmente corrupta que usted. Y aquí, ha tenido la habilidad de conseguir la unidad, sin distinción de partido ni de ideología: a la hora de chupar "gastos reservados" todos demostraron ser muy dóciles y sumisos a la voz de su amo. Porque, todos sabemos que lo que se pudo ahorrar con la muerte prematura de tantísimos niños, usted lo ha repartido generosamente entre sus compañeros, que han sabido secundar sigilosa y escrupul
osamente sus planes en aras de terminar con los que estorban y dan "mal aspecto a la ciudad". Una vez más, ¡lo felicito!, ha sido usted y el resto de los parlamentarios y gobernantes, muy eficaz, porque ha batido el record en el enriquecimiento meteórico de una clase dirigente a la que usted ha sabido retribuir con creces su incondicional fidelidad para secundar sus planes maquiavélicos. En este sentido, déjeme decirle que estoy convencida, que los capos de la mafia se sentirían orgullosos de usted a quien sin duda consideran el más aventajado de sus alumnos.
Usted se propuso reconvertir el "Jardín de la República", y le aseguro que lo ha conseguido con creces: Tucumán ha pasado de ser el orgullo del NOA, a ser el basural maloliente más significativo del País, del que seguramente sienten envidias las ratas de albañal, los cerdos y otros animales cuya semejanza es idéntica a la de "la casta política tucumana", pero que es indigna de los hombres y mujeres de bien que pueblan la Provincia. También en esto ha batido usted todos los record, la reconversión ha sido tal, que ni los mismos tucumanos reconocen a la "provincia que un día fue un jardín, un vergel."
Su aspecto personal no desdice de su obra magna: Su cara dura da fe de su impasibilidad ante el mal, y su mirada torva y oscura es reflejo de lo oscura y tenebrosa que ha sido la página de la historia de Tucumán que usted escribió con impunidad y sangre ajena. Tiene usted una gran
capacidad para hacer restricción mental, y olvidar el daño que ocasionó a los tucumanos al dejar desabastecidos a los hospitales, sin presupuesto a la salud, a la educación, a la seguridad, a....
Usted, no tiene conciencia, por eso permanece indiferente ante el drama de un pueblo que vive esclavizado por los punteros políticos - matones a sueldo- que han secundado con astucia felina sus planes perversos de desestabilización y ruina provincial, sometiendo a los más pobres a un
clientelismo que los hace vivir a merced de una copa de leche o un bolsón de alimento cuando a usted se le da la gana de utilizarlos para su lucro personal.
Señor Miranda: Se va usted de la Provincia, y no conforme con su obra y con lo que robó, ahora aspira a un escaño en el Senado de la Nación. Allí, en Buenos Aires, tendrá usted un merecido premio, pues podrá pasear con libertad por las calles de la Capital Federal sin ser insultado porque sus manos están manchadas y los tucumanos estamos hartos de usted y de su lastre. En virtud de sus méritos, usted hace tiempo que no puede circular por su Provincia sin despertar la ira y el desprecio de todo un pueblo que lo considera su pesadilla y su verdugo.
Señor Miranda, puede usted estar satisfecho, porque ante su persona no existe la indiferencia: Se ha ganado la repulsa, el repudio y el asco de la inmensa mayoría de los tucumanos a los que usted condujo a la ruina. También se ha ganado la admiración y la gratitud de los oportunistas y obsecuentes -tan despreciables como usted-que se enriquecieron a su sombra y por sus méritos delictivos. Pero cuidado, gente de esa calaña, cuando usted deje de estar en el candelero, lo despreciarán como el resto de los mortales que tengan conocimiento de su "vida y obra."
Quisiera, eso sí, recordarle algo que usted prometió en su discurso detoma de posesión y no cumplió en absoluto: "Por ello me comprometo a
proteger a todos y a cada uno de los habitantes de nuestra patria chica, sin distinciones ni privilegios". Cuando tenga tiempo, por favor, explíquenos si realmente se lo creía.
Señor Miranda, la única ventaja que tendrá la Provincia a la que usted destrozó, si es que se va a Buenos Aires, será que los tucumanos se verán libres de su presencia escabrosa, aunque me temo que su "mano negra" seguirá manejando, desde la lejanía y la penumbra, los hilos de la enmarañada madeja de la corrupción que usted institucionalizó.
Para terminar quiero dejarle como testimonio un augurio: Que el señor Alperovich tenga la suficiente coherencia como para hacer realidad, el
fingido distanciamiento de usted en plena crisis, cuando fue anfitrión de Chiche Duhalde, que también, aparentemente estaba distanciada de usted en plena crisis por la muerte de los niños. Que sea coherente y se aparte de su lado.
Deseo que el señor Alperovich tenga la suficiente mano izquierda como para apartarlo de su lado, haciendo que los tucumanos se vean libres
¡para siempre! de la pesadilla de Julio Miranda.
Ahora sí, me despido reiterando mi felicitación: Usted se propuso el enriquecimiento personal, y lo consiguió; se propuso terminar con la
pobreza, y consiguió que murieran muchos pobres; se propuso humillar a la Provincia, y la hundió en la miseria. Usted, en el discurso citado
terminaba diciendo "que Dios los bendiga"; espero que ese Dios cuyo nombre usó en vano, lo perdone, porque somos muchos los que aún no podemos hacerlo. Que la patria lo juzgue, y que los tucumanos no se ensucien las manos para hacer justicia con usted: se mancharían
inútilmente, y le aseguro, que no vale la pena hacerlo con un individuo que nunca merecerá llamarse hombre.
Sor María Lucía Caram
Manresa 21 de septiembre 2003
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Carta abierta a José Alperovich, gobernador electo[2] de Tucumán
Sr. José Alperovich:
En unos días usted ocupará el ya muy desprestigiado sillón de Lucas Córdoba, en el que años tras año, durante las últimas décadas, se han ido sentando impostores y traidores de la Patria, hombres corruptos, cuyo único mérito ha sido el haber contribuido al aniquilamiento de la
justicia, la convivencia y la paz en la Provincia de Tucumán, en aras de una ambición desmedida de poder, y de una codicia insaciable del dinero de los tucumanos.
Usted ha sido estrecho colaborador del "último dictador" llamado Julio Miranda, sobre cuya responsabilidad y conciencia pesan la muerte por
desnutrición de muchísimos niños y ancianos que dejaron de vivir sin atención médica y sin ningún tipo de respeto a su dignidad de personas;
así como la desesperación a causa de la miseria a la que han sido condenados la inmensa mayoría de los tucumanos.
Tiene usted dos alternativas: o continuar la obra comenzada por personajes tan funestos como el dúo Miranda-Terán y sus aliados, o trabajar honradamente para plantarle cara a la corrupción y a la impunidad que imperan en la Provincia, caiga quien caiga. Esta será la única forma de dar garantías para salir adelante.
De optar correctamente, le advierto, que no será fácil, porque el daño que se ha causado es gravísimo y de difícil arreglo, y porque esto le
obligará a usted mismo a hacer un "mea culpa" y a restituir lo que no es suyo, porque -entre nosotros- usted, tampoco tiene las manos limpias, ni está libre de culpa.
Deberá tirar la manta y poner al descubierto los fraudes y las estafas que se cometieron en la Provincia en los últimos años, porque es urgente curar las heridas en profundidad y desinfectar lo que está podrido, porque de lo contrario, la gangrena amenazaría a todo el cuerpo tucumano.
Tendrá que sentar en el banquillo de los acusados a la inmensa mayoría de los legisladores y a muchos funcionarios del Estado para que den cuenta de sus responsabilidades y para que expliquen dónde están los fondos enviados por la Nación destinados a salud, vivienda, educación; dónde está el dinero que la señora de Duhalde aseguró se envió para la leche fortalecida, así como dónde fueron a parar los artículos que se extrajeron de los 40.000 bolsones del PEA"Plan Especial de Alimentación; de dónde salió el dinero con que se compró las voluntades de los parlamentarios para votar y aprobar lo que se le antojaba al Gobernador y a sus adictos.
Seguramente tendrá que sentarse usted también en ese banquillo, pero no tenga miedo de hacerlo si está seguro de estar libre de culpa. Pero le advierto una cosa, no se olvide de hacer una limpieza en el Palacio de Justicia, donde hay corruptelas de todos los colores, expedientes archivados y robados, cuando no algunos, los de los más pobres abandonados mientras algún infeliz que, tal vez robó una gallina, está preso esperando un juicio que tal vez nunca se celebre; mientras que los ladrones potentes siguen ocupando escaños desde los que destrozan a la Provincia y se defienden protegidos con un fuero que nunca debieron tener, pero que es lo único que puede proteger a los cobardes.
No tenga miedo, si usted tiene que reconocer algún delito personal, asuma sus responsabilidades, hágalo y comience su gestión con transparencia y honestidad.
Sabe usted mejor que nadie cuántos personajes grises merodean a su alrededor en busca de algún rédito político. Entre ellos podrá usted
reconocer a muchos que se cambiaron de camiseta y se afiliaron al peronismo de manera por pura especulación y oportunismo. Ellos se parecen a usted que hizo lo mismo después de una larga procesión que lo hizo desfilar por el Partido Comunista, la Unión Cívica Radical, hasta llegar a decirse hoy peronista. Pero si traidores fueron ellos -y usted el primero- no transija ya más con la mediocridad: Por favor, vístase de una vez por todas del traje de la honestidad y la decencia, sea intransigente con la corrupción y dé la última palabra a la esperanza desde una opción contundente y eficaz por el desarrollo, la justicia y el bienestar de los tucumanos: Devuelva a la Provincia la paz social que hace tiempo ha perdido.
Señor Alperovich, alístese en la fila de los hombres de bien, ¡aún está a tiempo!; sacúdase a las mafias que impiden el normal desarrollo de la democracia, y dé, definitivamente un portazo para que los oportunistas y ladrones queden fuera, lejos de los órganos de decisión y sin posibilidad de seguir "metiendo la mano en el tarro" para continuar viviendo "del cuento" y de la estafa, apropiándose impunemente del dinero del Estado. Y si tiene que romper con "sus viejos amiguetes de fechorías", ¡hágalo!: Tucumán espera con ansias una última oportunidad.
Señor Alperovich: No nos defraude. Es verdad que no le votamos a usted,
pero ahora le suplicamos que cambie de conducta, que haga un esfuerzo por ser un gobernante cabal y honesto. Si lo hace, podrá contar con el hombro y la mente, con la espalda y el corazón de todos los tucumanos. Si no lo hace, la historia y la sangre de los inocentes, le pasarán factura. No lo olvide, quien no sirve a la Patria, la traiciona.
Le deseo, por el bien de mi Provincia y para que Argentina vuelva a ser
una nación grande y soberana, un buen gobierno y éxito en su gestión comogobernador.
Reciba mi cordial saludo, y mis oraciones, en las que usted no cree, pero que no dudo, igualmente, le ayudarán.
Manresa 20 de septiembre 2003
Sor María Lucía Caram O.P
[1] Discurso de asunción como gobernador.
[2] Esto de electo, es muy ambiguo, porque en las elecciones no hubo libertad, hubo votos comprados y clientelismo político.
Antes de juzgar según nuestros prejuicios personales mejor averiguar.
Mis bendiciones en Cristo y ´María. Inés