Descartes, el padre de la
Filosofía moderna, al intentar construir un saber indubitable dudando de todo primeramente, se rindió ante la moral. Y, por eso, instituyó una
moral provisional.
Los modernos se encogieron de hombros ante la imposibilidad de hablar con certeza científica en cuanto a la moral. Y, seguros de su intelecto, afirmaron que la libertad solo podía existir cuando la razón se desplegaba por completo, cuando carecía de restricción y, por eso, Dios representaba una amenaza. Dios restringía al hombre de su libertad.
René Descartes
Es aquí donde entra
Iván Karamazov, uno de los tres hermanos en los
Hermanos Karamazov, un ateo ilustrado que sostiene sin dudar que Dios no existe. En él está propuesto el tema que tanto había preocupado a Dostoyevski. Su tesis es:
Si Dios no existe, entonces todo está permitido.
-Dostoyevski
Dios, además de ser un ente necesario para Dostoyevski, es también la esperanza que todo hombre tiene (unos más que otros) de inmortalidad. Pero, si se quita a Dios de la ecuación, se quita toda la fuerza para continuar la vida terrena. Es la esperanza de la inmortalidad lo que nos permite amar, pues el amor es una afirmación incondicional de la realidad (y el tiempo es una condición). El amor es, por definición, eterno. Por eso, si nuestra existencia no es duradera, no habría razón de vetar ninguna conducta. Porque todo acto moralmente bueno es un acto de amor, es un acto con esperanza de inmortalidad. Sin esperanza de ella, todo es permisible.
La distinción entre lo bueno y lo malo no sería impuesto por la verdad, sino por la fuerza.
Sin embargo, sabemos por la experiencia que al come