salmo51;n3153394 dijo:
No estoy hablando de sus "naturalezas" sino de su persona.
De la persona de Jesucristo.
Del que era en forma de Dios y se hizo hombre por amor a nosotros.
Del que dijo de si mismo: Antes de que Abraham fuera yo soy.
¿Creés que esta "persona" y no una "naturaleza", vino del cielo?
Salmo 51: El Misterio de la Trinidad es el siguiente: Tres personas Distintas (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y Un solo Dios verdadero. Es lo que creemos, es nuestra fe.
En relación a Jesucristo lo que creemos es: Una sola Persona ( el Hijo) y dos naturalezas en Él. La Persona es Una, Cristo no es el Padre, no es tampoco el Espíritu Santo, Jesucristo es el Hijo, Unigenito del Padre, el Verbo de Dios, el Creador del universo visible e invisible, eso en tanto y cuanto su naturaleza Divina de Dios, Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Pero además, su naturaleza es humana, porque por nosotros, los seres humanos, se Encarnó en el seno Virginal de María, para abrazar y hacer suya, en Él mismo, nuestra naturaleza humana, y la asumió en todo, menos en el pecado. Es de esta forma que Dios nos salva. Por eso, después del nacimiento de Jesucristo, el ser humano tiene un modelo perfecto de humanidad. Y, lo que espera Dios de cada ser humano es que, al recibir a su Unigenito, Dios Verdadero y Hombre Verdadero, reciba "la luz verdadera que ilumina a todo hombre", es decir que fuera de Jesucristo, el hombre está en la tiniebla de su pecado. Y EL ÚNICO que puede liberarlo de esa tiniebla es Jesucristo. No hay otro.
Nosotros no podemos acceder a la santidad a partir de una Divinidad que no tenemos. Pero sí podemos acceder a la Santidad desde la humanidad de Jesucristo, Único Salvador de los hombres y que eleva la naturaleza humana al grado de Divino, porque en Él es posible la perfección de la santidad.
Creo que cuando Jesús dice de sí mismo ser "el Hijo del Hombre" (y lo dice muchas veces) no solo reafirma su humanidad sino que se apropia de ese título, lo hace suyo porque es el "Nuevo Adán". Después de Cristo, todo es posible. y de hecho...¿qué es la santidad sino la perfección de lo humano...?
Al hacerse hombre Jesús nos dice: "ya estoy aquí. No estarás más solo. Soy uno como tú. Es mía esta naturaleza vulnerable y frágil, me he hecho pequeño como tú... y descenderé aún más, para que no exista entre todos los seres humanos ni uno solo que diga: estoy solo, no hay remedio, estoy perdido, no tengo salvación..."
Ese Misterio, Misterio de la Encarnación, es algo ante lo cual cabe solamente dos cosas: silencio y contemplación.