1. Ni me conoces.
2. La verdad biblica no depende de mi relacion con Dios.
1. "Por sus frutos los conoceréis" esta expresión bíblica continúa con todo su poder y su fuerza esclarecedora.
2. Claro que es fundamental, por tal motivo, ese fruto tuyo, de considerarse independiente, no dependiente de la voluntad de Dios, lo hace un religioso, necesitado de Cristo, lee y corrige tu pensamiento rebelde:
RELACIÓN INDIVIDUAL
1Co 6:17
Pero el que se une al Señor, un Espíritu, es con él.
RELACIÓN CORPORATIVA COMO IGLESIA
Efe 5:30
porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Efe 5:31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
Efe 5:32 Grande es este misterio; más yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
1 . No es omnipotente y el lo dijo.
2.Ser heredero no lo devalua , al contrario lo exalta.
MIENTES COMO SIEMPRE
Mat 28:18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo:
Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Apo 1:7 He aquí que viene con las nubes,(E) y todo ojo le verá,
y los que le traspasaron;(F) y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él.(G) Sí, amén.
Apo 1:8 Yo soy el Alfa y la Omega,(H) principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir,(I)
el Todopoderoso.
Apo 16:6 Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen.
Apo 16:7 También oí a otro, que desde el altar decía:
Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
EL PADRE A NADIE JUZGA, SINO QUE TODO JUICIO HA DADO AL HIJO, PARA QUE HONREN AL HIJO ASÍ COMO HONRAN AL PADRE (Jua 5:22-23).
Forista Miguel Servet, usted será juzgado por no honrar al Hijo como el Señor Dios Todopoderoso.
Su pecado entra en la categoría de imperdonable, por cuanto afrenta al Espíritu de Gracia, pisoteando al Hijo de Dios y teniendo por inmunda su sangre derramada en el Altar de la Cruz, para la limpieza de sus pecados.
SU CASO ES SUMAMENTE GRAVE.
La buena noticia, es que aún, mientras respire, puede reconocer su error, y venir arrepentido al Cristo de las Escrituras, implorando perdón y paz a su alma.