Al respecto la doctrina Bíblica a la que me suscribo es: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;no por obras, para que nadie se gloríe./ Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma./ (Efesios 2:8-9+Santiago 2:18).
El punto es que muchos confunden la Elección con la Salvación y creen que porque el Israel que se rebeló fue elegido entonces será salvo. Pero solo será salvo aquel que invocare el nombre del Señor Jesús.
Así como invocar el Nombre del Señor no es solo "llamarlo", la fe no es solo "creer".
"Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan." y "No todo el que me dice: ``Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos."
La salvación es un regalo (Don de Dios), no algo que por nuestro mérito hemos ganado. De modo que ninguna obra por buena o mala que haya sido, uno se hace merecedor de la salvación. La Salvación viene por creer en Jesucristo (creer no solo en que existió o que es el Mesías, sino tambien en que es el único nombre bajo el cielo en que todos podemos ser salvos). De modo que no es aquel que consideramos el más justo o el más santo... sino todo aquel que en Él Cree. Así como las obras de la carne no aprovechan, las obras de la ley no nos hacen merecedores de la salvación. Dios no nos debe nada.
Dicho esto, es claro que las obras que hacemos refleja la veracidad, fortaleza y realidad de nuestra fe. Después de todo no hay fe ni testimonio de salvación si uno sigue en las obras de la carne, en la vergüenza y los esquemas de este mundo. No hubo entonces una verdadera liberación, porque quien Cree que en verdad Dios le libró en Jesucristo de la esclavitud del pecado no actúa como si fuese de nuevo esclavo. Si las obras de un discípulo de Cristo no son conforme a la Fe. Entonces no hay fe.
Anoto esto aquí para meditar en ello y recordármelo a mi mismo.