Es cierto que Dios no perdió su gracia. La Gracia de Dios es Eterna. Pero hablando en términos misionales, recordemos lo que dice Judas 1:14-15
De éstos también profetizó Enoc, en la séptima generación desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor vino con muchos millares de sus santos, para ejecutar juicio sobre todos, y para condenar a todos los impíosde todas sus obras de impiedad, que han hecho impíamente, y de todas las cosas ofensivas que pecadores impíos dijeron contra El.
Jesús mismo nos da un esbozo de como eran aquellos días:
Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
Y como nos revela 2 de Pedro 2:5
si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos;
De allí entendemos que la Gracia de Dios fué ofrecida a la generación del diluvio. Como señala 1 de Pedro 3: 20
quienes en otro tiempo fueron desobedientes cuando
la paciencia de Dios esperaba en los días de Noé, durante la construcción del arca, en la cual unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvadas por medio
del agua.