Una grabación y denuncias por abusos contra algunos fieles, ponen en la mira de la justicia a la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional.
La señora María Luisa Piraquive, dueña de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, y el concejal de Bogotá Carlos Alberto Baena, pastor principal de la congregación en la ciudad, llegaron a la conclusión de que Olga Lucía Echeverri, coordinadora de la misión en Estados Unidos, se había convertido en una especie de oveja negra y por eso había que bloquearla de cualquier manera.Hasta mediados de 2003, Echeverri gozaba de la confianza de los directivos de la Iglesia, que incluso le habían entregado el manejo de los recursos en dólares obtenidos por las 17 sedes abiertas en diferentes ciudades de Estados Unidos.
No obstante, a finales de ese año algunos seguidores de la Iglesia en Miami y Atlanta les informaron a la señora María Luisa y a Baena que su representante en ese país había iniciado una campaña de desprestigio contra la congregación. Pocas semanas después, confirmaron que Echeverri se refería en términos desobligantes a los directivos de la Iglesia y criticaba el manejo que se les daba a los diezmos y a las ofrendas entregadas cada semana por los fieles.
Para cortar el problema de tajo, la señora María Luisa y el concejal llamaron a Ángel Núñez, un dominicano radicado en Estados Unidos –especialista en leyes de inmigración y pastor de la Iglesia en ese país– y le dieron instrucciones para atacar a Echeverri. Lo que ninguno supo por aquel entonces fue que la conversación quedó grabada. Alguien hizo llegar una copia a CAMBIO la semana pasada.
"Hermano, quítele la casa a Olga Lucía, que ella está haciendo allá reuniones diabólicas –le pidió la señora María Luisa a Núñez-. Tenemos que quitarle la residencia alegando que ella está loca y que se volvió contra la iglesia (ver recuadros)". En la misma conversación, el concejal Baena le sugiere al abogado "atacarla por el lado económico". CAMBIO no logró conocer el paradero actual de Echeverri, pero algunas fuentes cercanas a la Iglesia indicaron que debió regresar a Colombia como consecuencia de la persecución a la que fue sometida.
Las grabaciones obtenidas por la revista abren un nuevo interrogante sobre la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, un emporio religioso, político y económico revelado en un extenso artículo en mayo anterior.
La congregación guardó silencio, pero pocos días después quedó al descubierto otro escándalo cuando Marta Beatriz Guerrero, una antigua seguidora de la doctrina de esa Iglesia en Chiquinquirá, Boyacá, fue golpeada y azotada en medio del culto por negarse a entregar un lote de su propiedad en calidad de ofrenda. "El jefe de la iglesia en esta ciudad, Teodolindo Ortiz, y su esposa les ordenaron a sus trabajadores que me dieran una lección –aseguró la mujer a la Fiscalía–. Delante de los fieles me tiraron al piso, me atacaron con patadas y puños, y me dijeron que esa era sólo una advertencia".Tras la denuncia de la afectada, las autoridades locales capturaron a seis personas, pero el 2 de junio el concejal Baena llegó a Chiquinquirá y gestionó la libertad de los detenidos. Antes de regresar a Bogotá, un día después, Baena buscó al periodista Víctor Corredor, del canal local Cablecentro, quien había divulgado la noticia, y lo amenazó (ver recuadro).
La golpiza a la creyente de la secta en Boyacá, se suma a otras 70 denuncias parecidas, que ya son investigadas por la oficina de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior y por la Fiscalía.
Amenazado
Víctor Corredor, periodista del canal local Cablecentro en Chiquinquirá, denunció ante la Fiscalía al concejal de Bogotá Carlos Alberto Baena, quien lo amenazó por hacer el informe periodístico que dio cuenta de la golpiza que recibió Martha Guerrero, por parte de miembros de la Iglesia Ministerial en ese municipio boyacense.
El comunicador les dijo a las autoridades que Baena llegó hasta su casa con ocho hombres armados con pistolas y fusiles y le exigió la entrega del material fílmico que hacía referencia al incidente. Sin embargo, Corredor se negó y Baena se puso furioso: "Me lanzó todo tipo de vulgaridades. Dijo que me tenía que cuidar tanto o más que los periodistas de la revista CAMBIO a quienes, dijo, tenía en la mira por publicar un artículo en contra de la Iglesia y de su grupo político, MIRA".
Conversaciones delatoras
Conversación 1
Hablan María Luisa Piraquive y Ángel Núñez
María Luisa: Quítele la casa a Olga Lucía, que ella está haciendo reuniones diabólicas allá. Eso toca cortarlo porque están infectando a muchas personas.
Ángel Núñez: Listo, hermana.
María Luisa: Hermano, cómo hacemos para quitarle la residencia a Olga Lucía, alegando que ella se volvió loca, demente y que se volvió contra la iglesia y que ella enseña doctrinas falsas.
Núñez: Voy a ponerme a estudiar el tema para ver si ella está haciendo algo ilegal.
María Luisa: A ella se le puede acusar de estar enseñándole a las personas el homosexualismo, la fornicación y el adulterio. Yo pienso que eso es causal de inmoralidad.
Núñez: Claro, ella consiguió la residencia por parte de la iglesia y si se vuelve contra ella puede ser causal de quitarle la residencia.
Conversación 2
Hablan Carlos Alberto Baena y Ángel Núñez
Baena: Hola, hermano. Toca hacer alguna cosa porque Olga Lucía es la promotora de todo eso. Si se logra promover la acción legal y se logra deportarla, pues ahí se cortan más. Entonces le pido que busquemos un mecanismo, pero hay que hacerlo pronto.
Núñez: Yo voy a mover todo lo que pueda para concretar algo que nos dé resultado.
Baena: Otra cosa, hermano. Ella está diciendo que como tiene buen crédito allá, entonces va a montar una empresa para vender casas y que con eso va a sostener a los otros rebeldes. Entonces hay que atacarla por el lado económico. A ver de qué manera, de pronto una demanda por alguna cuenta, mejor dicho, una forma para bloquearla en la parte económica. Mientras resulta lo de quitarle la residencia, buscar una forma de bloquearla económicamente, una cosa así. Otra cosa: los obreros que fueron removidos están pensando en demandar a la iglesia.
Núñez: Tranquilo que eso no se va a poder porque no hay contratos con ellos.
Baena: Listo, hermano. De todas maneras es para que usted sepa que esa es la intención de ellos.
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