Apreciada lulis
Excelente aporte hermana; estoy absolutamente de acuerdo en “casi” todo.
Como te digo estoy de acuerdo absoluto en tu respuesta a Sardis; pero en la última parte de tu aporte, difiero.
(Discúlpame que cite de esta manera; pero la opción “citar” no me funciona en mi PC, ¿virus? no sé)
TODO lo anterior está correctamente interpretado y declarado, difiero solo en esto:
“Para algunos evangélicos es tan importante "portarse bien" que si no lo haces, pierdes el regalo, para otros, bueno, hemos compredido que aúnque nos portemos mal, seguimos siendo hijos de Dios (es decir, no perdemos el regalo), y NO POR ELLO nos portamos mal o hacemos cosas que a los ojos de nuestro Dios son pecaminosas, sino que ES POR ESO que damos testimonio de que somos hijos de un Dios perfecto.”
La verdad mi estimada lulis es que en tu excelente aporte, “sutilmente” metes esta enseñanza que no cuadra con lo anterior, obviamente es para respaldar tu convicción de que la salvación no se pierde, comprensible; Pero…. La parábola del hijo pródigo nos enseña distinto.
Creo que el echo de que ésta parábola nos habla de aquel que conociendo a Dios luego se “descaminó”, es aceptado por la gran mayoría de los creyentes; por no decir “todos” los creyentes.
Espero que este aporte también lo examines con relatividad o imparcialmente, como es una de tus virtudes.
El hijo prodigo, cuando estaba con el Padre, en comunión y armonía con él; era “
hijo”; cuando se apartó del Padre pidiendo su herencia y la malgastó (se “descarrió” o descaminó), era “
hijo”; y cuando por fin se volvió a su Padre en arrepentimiento y fue restaurado, era “
hijo”; es decir en ningún momento perdió su condición de ser hijo de Dios; en esto estamos de acuerdo. Pero…el Padre, declara una verdad que al parecer quienes abogan porque la salvación no se pierde no la han visto; esta verdad es la siguiente:
“Este mi hijo, MUERTO era y ha revivido; habíase perdido y es hallado” (Lucas 15:24)
En otras palabras; cuando el hijo estaba con el Padre, tenía vida; mientras el hijo estaba lejos del Padre, malgastando su herencia (todo lo que un creyente recibe de Dios) ese hijo, “
estaba muerto”; pero así y todo con la posibilidad latente de que al volverse es “
revivido” y vuelve a gozar de todos los derechos como “hijo”. Si ese “hijo” NO SE HUBIESE VUELTO AL PADRE, hubiera seguido “
muerto” (cuando un hijo de Dios se aparta de Dios y “apartado” lo encuentra la muerte, es perdido.)
¿Me sigues lulis? Si comparamos esta parábola con lo que dice Hebreos capítulo 6, tendremos mucha más claridad en cuanto a que en realidad la salvación “se puede” perder.
Hebreos dice:
“ES IMPOSIBLE” que los que una vez fueron iluminados y gustaron el DON CELESTIAL, y fueron hechos partícipes del ESPIRITU SANTO, y asimismo gustaron la BUENA PALABRA DE DIOS, y las VIRTUDES del siglo venidero, y recayeron (descaminaron); (siguiendo el espíritu del versículo; ES IMPOSIBLE)
sean otra vez renovados para arrepentimiento” (versículos 4,5,6) Todas las palabras resaltadas en mayúsculas, indican aquellas cosas que solo un hijo de Dios salvado puede recibir y gustar.
Luego tenemos que, “
es imposible que aquel que se apartó, sea renovado en arrepentimiento” Esto mismo es exactamente lo que pasó con el “hijo pródigo”, y lo grafica muy bien la parábola del hijo pródigo; si examinamos con cuidado, veremos que el Padre
NO FUE A BUSCAR A SU HIJO, como por ejemplo pasó en las otras parábolas anteriores a ésta: la de la “
oveja perdida” y la “
dracma perdida”, en donde sí el Padre SALIÓ A BUSCAR.
Pero aquí se cumple lo que dice Hebreos “
es imposible” que por una intervención externa, en éste caso de Dios (el Padre de la parábola) ese “hijo prodigo” sea renovado.
Ese hijo había gastado toda su herencia; la salud de todo lo que antes tenía como hijo de Dios: el
don celestial, el
Espíritu santo, la
buena Palabra de Dios, y las
virtudes del siglo venidero; y por lo tanto era imposible que el “hijo prodigo” fuera renovado para arrepentimiento por una intervención de Dios, era necesario que
EL SOLO se volviese. Ya decía que el padre de la parábola NO SALIO a buscarlo; pero el hijo en su condición dijo:
“me levantaré e iré a mi Padre” (actitud voluntaria del hijo pródigo) sin embargo, cuando este hijo SE VOLVIO
voluntariamente, por un reconocimiento en sí mismo; dice la Palabra que solo entonces “
el padre le salió a recibir”. Esto es lo que decía que cuando alguno se aparta de Dios, siempre está latente la posibilidad de volverse a Dios; pues aunque Hebreos dice que es imposible que el que recayó sea renovado, si él, por decisión propia se vuelve a Dios, es restaurado y recibido por Dios con todo el amor de Padre.
Pero... el asunto es “poder volverse” a Dios cuando uno se apartó de El.
Saludos y bendiciones lulis