Buenos días, apreciable Lanza de Dios, nuestro Eterno Padre le bendiga.
Ahora, respecto al tema y para evitar retomar un debate lleno de personalismos que ni edifican, pero tampoco aportan nada bueno al tema, quisiera esta vez que nos enfocásemos en algún punto. Quizas podríamos analizar si la salvación se pierde o no, y cómo es que se pierde.
Se afirma categoricamente que se pierde por pecar, pero creo que su tesis no es la correcta, pues encontramos un dilema bastante serio, si la salvación se perdiera por pecar, a los cuantos pecados se pierde? o debe ser un pecado grande para que pueda el Espiritu Santo des-sellarnos, saliendo de nuestras vidas, quitarnos la salvación y regresarnos al viejo en el que estabamos, dejandonos a merced del enemigo.
Pero quizas sea importante ir aún más atrás a lo básico para asi entender, cómo es que afirmamos que no, la salvación no se pierde por pecar. Y tambien para explicar como a pesar de que la salvación no se piede por pecar, ésto no se convierte en una licencia para pecar, no! el cristiano no debe pecar, no debe querer pecar pero si peca, la intensión es demostrar que no pierde su salvación, si es que, es verdaderamente salvo.
Revisemos el proceso mediante el cuál es que podemos ser llamados hijos de Dios, el proceso de adopción, el cual nos garantiza al menos una cosa, somos sus hijos y no es porque nosotros quisimos, sino que Dios lo quiso primero.
"Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo."
2 Tesalonicenses 2: 13, 14.
Si no hubiera ningún otro texto en la sagrada Palabra excepto éste, pienso que todos deberíamos estar obligados a recibir y reconocer la verdad de esta grandiosa y gloriosa doctrina de la eterna elección que Dios ha hecho de Su familia.
Dios, consigue su proposito mediante un proceso que esta descrito en la Palabra también, y aunque es algo largo, VALE LA PENA LEERLO:
Romanos 8:28-39
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que le aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan. Desde el principio, Dios ya sabía a quiénes iba a elegir, y ya había decidido que fueran semejantes a su Hijo, para que este sea el Hijo mayor. A los que él ya había elegido, los llamó; y a los que llamó también los aceptó; y a los que aceptó les dio un lugar de honor.
¡Cuánto nos ama Dios!
31 Sólo nos queda decir que si Dios está de nuestra parte, nadie podrá ponerse en contra nuestra.32 Dios no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, así que también nos dará junto con él todas las cosas.33 ¿Quién puede acusar de algo malo a los que Dios ha elegido? ¡Si Dios mismo los ha declarado inocentes!34 ¿Puede alguien castigarlos? ¡De ninguna manera, pues Jesucristo murió por ellos! Es más, Jesucristo resucitó, y ahora está a la derecha de Dios, rogando por nosotros.35 ¿Quién podrá separarnos del amor de Jesucristo? Nada ni nadie. Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades. Tampoco podrán hacerlo el hambre ni el frío, ni los peligros ni la muerte.36 Como dice la Biblia:
"Por ti nos enfrentamos
a la muerte todo el día.
Somos como las ovejas
que se llevan al matadero".
37 En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total.38 Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida, ni la muerte, ni los ángeles, ni los espíritus, ni lo presente, ni lo futuro,39 ni los poderes del cielo, ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!
(Romanos 8:28-39 BLS)
Resaltemos el punto inicial ¿Como consigue Dios salvarnos?
Primero: en su presciencia nos conoció,
Segundo: también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Tercero: nos llamó;
Cuarto: nos justificó;
Quinto: también nos glorificó.
Asi que no es cosa nueva ni ligth aquello de que somos salvos por pura gracia y beneplácito de Dios, es que el así lo quiso. Y lo quiso así desde el principio de los tiempos.
Y entonces, con tal confianza, que el escritor a los Romanos dice:
Romanos 8
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
____
15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre!
16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
17 Y si hijos, también herederos;(A) herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
___
24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
Es una verdad que todos somos pecadores, que aún habiendo sido hechos hijos de Dios, mientras estamos en esta tierra, nuestra naturaleza humana, la vieja naturaleza, sigue con nosotros un poco más de tiempo, el proceso de santificación es un poco más largo en unos que en otros, todo depende de que tan apto resulte para negarse a sí mismo, de que sea instruido en las cosas que Dios nos ha mandado, para así ser transformado a la imágen de Jesús nuestro Señor.
Pero entonces, Dios sabiendo ésto, garantiza por medio de su obra de intercesión e intermediación, a través del Espiritu Santo y nuestro Señor Jesús, que los santos, sus hijos, seamos capaces de vivir en santidad. De permanecer en santidad y sobre todo, de ayudarnos aún en nuestra debilidad.
Con la confianza en que el es quien nos mantiene en sí mismo, quien guarda nuestra salvación para el día postrero, porque si dependiera de nosotros, definitivamente, si la perderíamos.
Pero no es así, Pedro dijo que fuimos elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo (1a Pedro 1:2) El mismo dice:
1a Pedro 1:3-5
3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
En otra versión dice:
3 Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por medio de la resurrección de Jesucristo ha cambiado totalmente nuestra vida.
Aunque no merecemos que Dios nos ame, por su gran amor cambió nuestra vida para que siempre estemos seguros de nuestra salvación,
4 y de que nos dará todo lo que nos ha prometido
y que tiene guardado en el cielo.
Y lo que nos ha prometido no puede destruirse,
ni mancharse,
ni marchitarse.
5 Ustedes confían en Dios, y por eso él los protege con su poder, para que puedan ser salvados tal y como está planeado para los últimos tiempos.
Tal y como está planeado.