Si bien Paraguay no pudo concretar una victoria (que la mereció) clasificó invicto y primero en su serie, mientras que Italia se fue y con derrota frente a Eslovaquia que clasificó segundo en la serie. Insólitamente, Nueva Zelanda quedó tercera, delante del actual campeón, último con apenas dos puntos sin ganar ningún partido.
A cualquier país hispanoamericano le resulta difícil (moral y sentimentalmente), jugar a ganar contra la madre patria, pero Chile tiene equipo como para vencer a España.
Que nos disculpen nuestros amados hermanos peninsulares, pero mañana los sudamericanos mayoritariamente acompañaremos con nuestro aliento a los trasandinos.
Aunque también estamos con nuestros simpáticos vecinos brasileños, no sería de extrañar que Papá Portugal se imponga a su campeonísimo hijo.
Curiosamente, nuestros rivales del sábado están en nuestras antípodas. Es decir, si desde Uruguay caváramos un túnel que en línea recta atraviese el planeta, saldríamos por Corea del Sur.
Saludos cordiales.
Ricardo