Aparte de la señal de Jonás (Mateo 12:40), los CM apelan a Juan 19:14, donde el día de la crucifixión es designado como el día de “preparación de la Pascua [judía] –gr. Psraskeue paraskeuh”. Según esta original versión, la Pascua cayó un día jueves ese año, de manera que los pasajes, tales como Mateo 27:62; Marcos 15:42; Lucas 23:54 y Juan 19:31, 42, deben señalar al día miércoles como día de la preparación y de la crucifixión. De acuerdo a esta teoría, el día anterior al sábado semanal nunca se le llamaba “día de preparación” en la Biblia; y segundo, el sábado semanal (el designado en los 10 mandamientos) nunca era definido como “día de gran solemnidad” según Juan 19:31, infiriendo así que el sábado de esa fecha era la Pascua, y no el sábado semanal. Ok, muy interesante hasta aquí. Ahora analicemos cada proposición.
I. DIA DE PREPARACIÓN. El aserto de que nunca era denominado como “día de preparación” el día anterior al sábado semanal, se estrella contra el uso bíblico e histórico irrefutable del término técnico usado en griego (paraskeue) para designar al día viernes. Marcos 14:42 provee, quizás, la más clara definición de lo que es el “día de preparación”: “porque era la preparación, es decir, la víspera del sábado [día de reposo en otras versiones]”. Nótese que en griego, las dos frases, “el día de preparación” y “la víspera del sábado”, se designan respectivamente “parakeue” y “pro-sabbaton”. Literalmente, puede traducirse: “Era la Preparación, es decir, la víspera del sábado”. Por asuntos de claridad, Marcos utiliza los dos términos técnicos aquí, ambos designando, sin ninguna equivocación, a lo que llamamos “Viernes”. El término “prosabbaton” era usado por los judíos helénicos (del tiempo de la dominación griega) para designar explicita y exclusivamente “el día antes del Sábado” –ver Judit 8:6; 2ª Macabeos 8:26-. Así que, Marcos les da en el capítulo 14 y versículo 42, la definición más clara posible a los lectores gentiles lo que él quiso decir con “paraskueue”, a saber, el día antes del sábado semanal. Tengan en mente que el evangelio de Marcos estaba dirigido principalmente a lectores de origen gentil, quienes no estaban familiarizados con los términos judíos y sus costumbres. El término “paraskeue” era el equivalente de la palabra aramea “arubta” o víspera, ambas usadas para designar el día antes del shabat semanal jusío, es decir, el Viernes para nosotros. En arameo, como el erudito Charles C. Torrey explica, “los días intermedios de la semana se designaban siempre por un número; ‘tercero, cuarto, quinto’, pero el viernes era siempre arubta; no había un sexto día de la semana. El uso de “paraskeue” como término que designaba al día viernes, está bien documentado fuera del Nuevo Testamento. Por ejemplo, la obra El Didache (o La Enseñanza de los Doce Apóstoles”), fechada entre los años 70 a 120 d.C., ordenaba a los cristianos a ayunar en el “cuarto día y en la Preparación”, es decir, el miércoles y el viernes. Es de resaltar el hecho de que el día Viernes es designado simplemente como “preparación - paraskeuen”, sin el sustantivo día. Es tanto así, que por la época de Tertuliano (160-225 d.C), “paraskeue” se había convertido en un nombre fijo para designar el viernes, el mismo Tertuliano, primer escritor cristiano importante en latín, decía que desde la creación se había utilizado tal término. De aquí y de otros ejemplos, se infiere que los cristianos adoptaron la práctica judía de numerar los primeros 5 días, y de nombrar el sexto y el séptimo día como “parakeue” –viernes- y “sabbaton” –sábado-.
II. NECESIDAD DE ACLARATORIA. Los cristianos provenientes de un transfondo gentil tenían que aprender la nomenclatura de los días de la semana, porque en el mundo pagano los días de la semana no eran numerados, sino nombrados según las 7 deidades planetarias (dies solis, dies lunae . . .). Otra evidencia adicional y concluyente que “parakeue – preparación” se usa en los evangelios para designar al “viernes” y no el “miércoles” , y en la debida secuencia: “Preparación, Sábado, primer día (Mateo 27:62; 28:1; Marcos 15:42; 16:1; Lucas 24:54-55; 24:1). Tanto Marcos como Mateo explícitamente ubican el comienzo del primer día al finalizar del Sábado (Marcos 16:1; Mateo 28:1). Observen que el Sábado no pudo haber sido un sábado ceremonial que cayó en día jueves, porque el jueves no es seguido del primer día de la semana. Además, fíjense en este detalle; en Marcos 16:1 se nos dice que “cuando pasó el día de reposo [sabbatón o sabbaton]. María Magdalena, María la madre de Jacob y Salomé, compraron especies aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol”. Si ese sabbatón cayó un jueves como dice Alpa y cia, las mujeres debieron quedarse con las especies aromáticas en su poder, desde el jueves en la noche (terminación del sábado) hasta el domingo tempranito, algo . . . .¡absurdo!, tomando en cuenta la ansiedad de las mujeres de preparar y cuidar el cuerpo de su Maestro.
III. UN SABADO CEREMONIAL. Esta es la objeción mayor de donde se agarran para sostener su teoría los CM. Primero, asumen que puesto que ciertas fiestas o festivales religiosos anuales, tal como el Día de Expiación, son designadas como “sábados” (Levítico 23:24, 32, 39), entonces todas las referencias del Sábado mencionadas en las narrativas de la Pasión de Cristo debe referirse, no al sábado semanal sino al sábado ceremonial de la Pascua. Esta afirmación está desacreditada por el hecho de que el día de expiación se le designa por la expresión compuesta “shabbat shabbathon”, que significa “un sábado de solemne reposo” (Levítico 23:32; 16:31). Pero esta frase se traduce en la Septuaginta (LXX) por la expresión griega “sabbata sabbaton”, que es diferente del simple “sabatton” usado en la narrativas de la Pasión. Es, por lo tanto, lingüísticamente imposible interpretar a “sabbaton” como referencia al día de la Pascua o de cualquier fiesta religiosa anual, puesto que éstas nunca eran designadas simplemente como “sabbaton”.
IV. DIA DE GRAN SOLEMNIDAD: ¿PASCUA O SABADO?. La segunda afirmación errada, está en decir que el término “día de gran solemnidad – megale hemera“, usado en Juan 19:31, se emplea en las Escrituras para designar la fiesta de la Pascua anual (un sábado ceremonial), en lugar de un sábado semanal específico. Desafortunadamente para ellos, no hay ejemplos bíblicos o estra-bíblicos que puedan citar como respaldo, ya que sencillamente no existe dichos ejemplos. Israel Abrahams, un connotado erudito judío, no encontró ninguna instancia, del uso de la expresión “día solemne” o “Gran Sábado” en la literatura rabínica. Es también interesante notar que Georgius Codinus (siglo 15) da el término oficial de “Viernes Santo” como “he megale parakeue” –la gran Preparación. Esto sugiere la posibilidad que aun el Sábado de la semana de la Pasión, llegó tempranamente a conocerse entre los cristianos como “un día solemne” o un “Gran Sábado”. Y algo de extrema importancia para este análisis, de acuerdo a ejemplos dados por Strack y Billerbeck, en posteriores literaturas rabínicas, el sábado del séptimo día era considerado un “día solemne” si éste caía en Nisan 15, ya que este era el primer día del festival de la Pascua, o si caía en Nisán 16, por ser el día que se ofrecía la gavilla de los primeros frutos, de acuerdo a la tradición Farisaica. Esta información es importante porque desdice el aserto de los crucifixionistas del miércoles de que “el sábado semanal nunca fue conocido como ‘Día solemne’”. Las fuentes rabínicas indican que el Sábado semanal era llamado “día de solemnidad” cuando coincidía con la Pascua porque su solemnidad inherente era grandemente enaltecida por la celebración de la primera fiesta religiosa del año.
V. PREPARACIÓN DE LA PASCUA. La tercera afirmación errada es que el término “Preparación”, encontrado en Juan 19:14 (“Era la preparación de la pascua”), era usado para referirse al día antes de la Pascua, que según los CM, cayó un jueves. O sea, que ese día de preparación era un miércoles. En vista de lo anterior, asumen, además, que las otras cinco referencias del “día de Preparación” deben ser interpretadas de acuerdo a Juan 19:14, es decir, un miércoles. Estas afirmaciones son falsas por varias razones. No hay evidencia, como dice Charles C. Torrey, que muestre que la palabra Preparación fuera usada en el tiempo de los escritores de los Evangelios para la “víspera” de otro día festivo que no sea el Sábado semanal. Lo mismo opinan eruditos, tales como Milligan, Moulton y Leon Morris, quien expresa: “el hecho debe ser encarado al decir que no existe ningún ejemplo del uso de paraskeue para otro día que no sea el viernes”. Si “Preparación” hubiera significado “el día de preparación de la Pascua” se esperaría un artículo definido en el griego, tal como lo señala J.H. Bernard. Una indicación adicional de que Juan quiso decir “Viernes” en la frase “la preparación de la pascua” es el uso del mismo término “paraskeue” dos veces más en el mismo capítulo. En el verso 31 Juan explica que los judíos no querían que los cuerpos no quedasen en la cruz en el Sábado, porque era la Preparación. Aquí, Juan no sólo menciona al sábado explícitamente, sino que también se refiere al día precedente por el término técnico “paraskeue” sin artículo, significando que era viernes. En el versículo 42 habla de “la preparación de la pascua de los judíos”, y habiendo determinado que la Preparación (sin artículo) siempre se refiere a viernes, se saca como conclusión automática que la Pascua cayó en un Sábado, por lo que fue un día solemne.
VI. TRADICIÓN INDISCUTIBLE. Una consideración final pero igualmente importante, es el hecho de que la tradición cristiana ha sostenido la cronología de Viernes – crucifixión / Domingo – resurrección. Esto es tanto más sorprendente en virtud del hecho de que algunos escritores cristianos ubicaron la Ultima Cena el martes por la noche, pero en relación con la crucifixión, ningún escritor cristiano alguna vez ha puesto en duda el que haya sido el viernes. La ausencia de polémicas relativas a la fecha de la Crucifixión y Resurrección, nos ofrece pruebas contundentes de la confianza que se debe tener en la cronología tradicional de Viernes – Domingo. Si, en efecto, Cristo hubiese resucitado un sábado de tarde (de noche ya sería domingo según el cómputo judío), los observadores del sábado a lo largo de la historia hubieran capitalizado este hecho para desacreditar la Resurrección en el día domingo, fuente y base de la observancia religiosa del domingo como día de reposo del catolicismo y de la mayoría de las iglesias protestantes. Igualmente la tradición judía hubiera dicho la verdad al respecto, porque es un hecho que ese pueblo llevaba el registro de todo evento importante. Ahora salen los CM como diciendo, por así decirlo, que la tierra es un cubo.
CONCLUSIÓN. El análisis hecho a Juan 19:14, el segundo gran texto, aparte de Mateo 12:40 de la Señal de Jonás, para la teoría de la Crucifixión el día Miércoles, ha mostrado que tal teoría está fundamentada en fantasías humanas y no en hechos bíblicos. De manera que la Crucifixión sí se llevó a efecto un día viernes, y la Resurrección un domingo.
Por otro lado, si uno lee el relato de la Crucifixión y de la Resurrección en los 4 evangelistas se podrán encontrar algunas diferencias, por lo que sería contraproducente guiarse por el relato de un sólo evangelista. Lo digo, porque he hablado con Judíos Mesiánicos y dicen que realmente Mateo había sido judío, y que su relato es el más confiables. De allí la insistencia ciega en las 72 horas literales de Mateo 12:40, descartando de plano todo intento de explicación alternativa. Imagínense si yo creyera literalmente en el “fuego eterno” de Judas 7, según el cual Sodoma y Gomorra deberían hoy estar sufriendo tal castigo inflamable. Sin darme cuenta de que es una forma de ilustrar las consecuencias definitivas de su castigo. El castigo literal por fuego será el último acto antes de la restauración del reino de Dios en la tierra (ver Apocalipsis 20:14,15).