PURA PALABRERÍA VACÍAMe refiero a que en el texto de 1Corintios 12:3 no aparece ninguna distinción entre “llamar Señor legítimamente” y “llamar Señor sin propiedad”. El texto simplemente afirma que nadie puede llamar a Jesús Señor si no es por el "Espíritu Santo", sin calificaciones adicionales.
Al introducir esa diferencia (legítimo vs. ilegítimo), se está añadiendo una categoría que no está en el pasaje, es decir, se están redefiniendo los términos de “llamar Señor” para intentar resolver la aparente contradicción con Mateo 7:21-22.
No hay que "redefinir" nada, sino simplemente respetar los contextos en los cuales se halle la expresión Señor.
Por tanto, no se trata de “suavizar” la tensión, sino de reconocer que el mismo término puede ser usado con diferentes niveles de profundidad y autenticidad, dependiendo del contexto.
La Escritura misma da ejemplos de confesiones vacías (como en Isaías 29:13: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí”).
Así, más que una contradicción, lo que vemos es una distinción entre la mera pronunciación del título “Señor” y la confesión genuina que brota del Espíritu.
Esta distinción no es una invención externa, sino una realidad que la Biblia misma reconoce en múltiples pasajes.
CONCLUSIÓN
1 Corintios 12:3 está hablando de una confesión auténtica, inspirada por el Espíritu Santo, como evidencia de pertenencia al cuerpo de Cristo. Pablo está estableciendo un criterio espiritual: nadie puede confesar a Jesús como Señor en el sentido pleno y salvífico sin la obra del Espíritu.
Mateo 7:21-22, en cambio, muestra que hay quienes usan el título “Señor” sin que esa confesión implique obediencia o comunión real con Cristo. Jesús denuncia una falsa profesión, una religiosidad externa sin transformación interior, COMO LA QUE USTED PRESENTA EN EL FORO AL DESLIGITIMAR AL HIJO DE DIOS COMO DIOS TODOPODEROSO (Ap.1:7-8).