-Que con otros hermanos coincidamos en no ver la dificultad, el problema, tensión y dificultad que tú ves, por cierto que no descarta a esos "algunos" que parece te acompañan, pero por ahora aquí en el Foro no han aparecido.
-Tu intención no ha quedado en compartirnos una inquietud, sino que con tu respuestas nos haces quedar omisos en algo que siendo tan notorio para ti parece ser intrascendente para los demás.
-Quizás te apresuraste en calificar de "potente" lo que hasta ahora no se nos hace relevante, pero si fuerte te ha tocado esa tensión asociada a las otras tres palabras, es muy digno compartir el estudio pero no menos digno admitir el resultado que tal proceso nos insumió bastantes mensajes.
Cordiales saludos
Aprecio tu tono cordial.
Pero debemos distinguir dos cosas:
Que una dificultad no haya sido percibida por algunos,
No significa que no exista objetivamente en el texto.
El hecho de que 1Corintios 12:3 afirme de manera absoluta que “nadie puede llamar a Jesús Señor si no es por el Espíritu Santo” y, a la vez, Mateo 7:21–22 muestre personas diciendo “Señor, Señor” sin haber tenido esa obra del "Espíritu", no depende de percepciones personales. Es una tensión textual real que cualquier buen análisis hermenéutico debe afrontar.
Que para ti o para otros no haya sido “relevante” no borra la existencia del problema, solo significa que no se había considerado con profundidad.
Mi intención no es “hacer quedar” a nadie, sino examinar con rigor lo que el texto dice, incluso cuando presenta desafíos. Negar que haya una dificultad simplemente porque no todos la han visto no es una respuesta exegética, sino una postura subjetiva.
Saludos cordiales.