El romanismo católico tiene que callarse la boca, pues al ser un sistema religioso cuyo dios es el mismo diablo, pierde toda autoridad de posar como vocero.
El católico romano no es cristiano.
Son católicos romanos, cuya base bíblica es el catecismo, y su fuente el magisterio católico, y su sede terrenal el Vaticano y su Jefe Supremo, el argentino Bergoglio.
Las divisiones que se generaron a partir del primer siglo de la Iglesia nacida en Pentecostés, salieron de dentro de las mismas asambleas congregadas en el nombre del Señor como la misma Escritura afirma:
1Jn 2:18 Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.
1Jn 2:19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
1Jn 2:20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.