Re: REFLEXIONES .....
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me recibisteis, anduve sin ropa y me vestisteis, caí enfermo y me visitasteis, estuve en la cárcel y vinisteis a verme... Entonces los justos preguntarán: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento, y te dimos de beber? Y ¿cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te vestimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? El Rey responderá y les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis. Mt 25:35-40
¡Qué grande eres Dios mío!, mientras la humanidad juzga a los hambrientos y se pregunta de dónde procede su hambruna en vez de ayudarles, Tú los llamas hermanos, porque sabes que el origen de su desgracia está en el camino que libremente han decidido tomar las sociedades en que vivimos.
Mientras la humanidad naufraga en preguntas y en juicios, Tú amas a estos seres que a duras penas subsisten, que viven castigados de una u otra forma.
Amas estas almas que viven en estaciones equivocadas. Sin embargo, la humanidad se mete la mano en los bolsillos esperando a ver quien las levanta primero para ponerse manos a la obra, convencida de que estos seres que viven en desgracia merecen el silencio impuesto, la mirada hacia otro lado, la clausura de todas las puertas......
Y nosotros, los llamados cristianos, no somos los jueces de la Tierra. Nosotros, los que somos salvados por Tu gracia, somos los invitados de honor a cambiar de actitud ante ellos.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me recibisteis, anduve sin ropa y me vestisteis, caí enfermo y me visitasteis, estuve en la cárcel y vinisteis a verme... Entonces los justos preguntarán: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento, y te dimos de beber? Y ¿cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te vestimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? El Rey responderá y les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis. Mt 25:35-40
¡Qué grande eres Dios mío!, mientras la humanidad juzga a los hambrientos y se pregunta de dónde procede su hambruna en vez de ayudarles, Tú los llamas hermanos, porque sabes que el origen de su desgracia está en el camino que libremente han decidido tomar las sociedades en que vivimos.
Mientras la humanidad naufraga en preguntas y en juicios, Tú amas a estos seres que a duras penas subsisten, que viven castigados de una u otra forma.
Amas estas almas que viven en estaciones equivocadas. Sin embargo, la humanidad se mete la mano en los bolsillos esperando a ver quien las levanta primero para ponerse manos a la obra, convencida de que estos seres que viven en desgracia merecen el silencio impuesto, la mirada hacia otro lado, la clausura de todas las puertas......
Y nosotros, los llamados cristianos, no somos los jueces de la Tierra. Nosotros, los que somos salvados por Tu gracia, somos los invitados de honor a cambiar de actitud ante ellos.