Re: REFLEXIONES .....
Hace ya un par de decenas de años, estaba yo viviendo en un bello pueblo mediterraneo por unas mas que extrañas circunstancias que, desde entonces, siempre crei y califique como " divinas ". Y ,no tan solo, crei y defini aquella pasada esperiencia como sobrenatural por conocer que habia, y hay, un Dios en los Cielos que rige el destino de las criaturas vivas que habitan en este mundo; si no porque, tambien, pude ser testigo directo del Poder de ese mismo y Unico Dios. Sin embargo, la historia de una de las experiencias que tuve en aquel tiempo y lugar, nada tiene que ver con hechos sobrenaturales y milagrosos o no, al menos, si quien vive, personalmente, dicha experiencia pudo empezar a ver la Mano de Dios en todo lugar ,y sobre todas las cosas.
Aquel preciso dia no tenia nada importante que hacer y, por esta sencilla razon, ni pude, ni quise negarme, a ofrecer la ayuda que me pidieron una joven pareja de buenos amigos mio. La ayuda, en cuestion, se limitaba a quedarme en su cada a hacer de " niñera" de su primer y unico hijo; un precioso y avispado niño de apenas dos años de edad. Y la razon y motivo por la cual me pidieron tal ayuda era ,simplemente, porque aquel preciso dia tanto la mama como el papa de la criatura se veian obligados a cumplir con otros necesarios menesteres que hacian del todo imposible poder ocuparse de su querido hijo, al menos, por espacio de unas pocas horas.
Por supuesto, accedi, y con mucho gusto, a hacer de niñera con el chiquillo al cual, por cierto, ya conocia, por haber estado en casa de mis amigos en otras muchas ocasiones, uncluso desde que antes que el Señor los bendijera con un hijo tan sano como hermoso y gracioso y,como supongo, que son todos los crios de esa misma edad. Ademas, el crio ya me conocia de las muchas veces que me habia visto por su casa ,y por las muchas veces que habiamos jugado juntos.
Tal y como habiamos quedado, me presente en casa de mis amigos a las diez de la mañana. Ellos, ya estaban praparados para marchar asi que tan solo me dijeron donde estaba la " papilla " que debia darle al niño de comer dos horas mas tarde ,y se fueron a cumplir con sus obligaciones.
El chiquillo era un verdadero encanto. Gracioso, divertido, siempre sonriente y con esa innata curiosidad tan comun en los niños pequeños. Por lo que, ya sabia de antemano que poco me iba a aburrir cuidando de el. Y, efectivamente, asi fue pues me pase mas de una hora persiguiendole por toda la casa y jugando con el. Luego, cuando llego la hora de la " papilla " y ,como hacia un dia explendido, salimos a la terraza de la casa; la cual, ademas de espaciosa, le daba el sol durante muchas horas del dia.
El chiquillo, como yo ya sabia, era un bendito hasta para comer. Y no solo no me dio ningun berrinche a la hora de comerse la papilla que su madre le habia dejado preparada; si no que, despues de comersela en un tiempo de record Guinnes, me regalo, con una preciosa sonrisa, un sonoro y saluble eructo sin tener que, ni tan siquiera, rozarle su espaldita para que soltase el aire que se habia tragado comiendo su papilla y fue, justamente, en ese preciso instante, cuando sucedio todo.
De pronto, tanto el niño, como yo, empezamos a sentir una especie de fuerte zumbido, zumbido muy parecido al de un abejorro, o al de un insecto mas o menos grande, pues el ruido que hacia era, perfectamente, audible tanto para el niño como para mi. Y ,efectivamente, el zumbido era de un insecto muy parecido a una langosta que habia venido volando hasta caer en la terraza donde nosostros estabamos.
El chiquillo, en nada que vio al moribundo animal dando vueltas sobre si mismo batiendo ruidosmente las alas, se acerco, cuidadosamente, hacia el insecto; lo cual me llamo la atencion, y mas aun me llamo la atencion al observar que no se acercaba al insecto en linea recta; si noque, mas bien, lo hacia en circulos, los cuales, logicamente, y contra mas se iba acercando a ese, para el, desconocido " bicho " se iban haciendo mas y mas pequeños; mas, tambien era evidente que el temor del crio aumentaba con la cercania del insecto que continuaba, furiosamente, dando alocadas y rapidas vueltas sobre si mismo y como si quisiera hacer un ultimo y vano intento por emprender un ultimo vuelo; vuelo que, por cierto, nunca mas pudo levantar pues, el chiquillo, teniendo al insecto muy cerca de sus piececitos, levanto uno de estos ultimos y dejandolo caer ,con toda la fuerza de que era capaz, aplasto al pobre insecto. No obstante, y quizas debido al nuevo temor que habia conocido por causa del inofensivo y aplastado insecto no levanto su piececito hasta que su jovencisimo cerebro no le dio la complata seguridad de que ,el ya difunto insecto podria hacerle un hipotetico daño. Y fue entonoces, cuando levantado el pie, fijo por primara vez sus ojitos en mis ojos y ,mas que decirme, me pregunto con muy audible voz ¿ Ta mueto, ta mueto ? Y yo, con una enimagtica sonrisa para la capacidad de comprension del niño, le respondi que si, " que taba mueto, y bien mueto que taba ".
Cuendo volvieron los padres, logicamente, me preguntaron por el comportamiento de su hijo. A lo cual yo respondi que maravilloso; mas, cuando les conte lo que habia sucedido en la terraza de su casa, nos pusimos los cuatro a reir ya que, el niño, que estaba en brazos de su padre, se contagio con nuestras risas. No obstante, y cuando pasaron unos cuantos dias de aquel suceso, me encontre con el padre del niño. Y ,hablando de muchas cosas, llegamos a la anecdota que sucedio con su hijo, y ,mirandonos los dos a los ojos, y con una misma idea en mente, casi, casi, dijimos al unisono; que terrible que es la innata condicion humana. Saludos.