No hay necesidad de insultos, hermana. Es indudable que los valores de la sociedades seculares donde habitamos la mayoría de nosotros ha permeado el pensar y el sentir de muchos que profesan la fe Cristiana. Sin embargo, si aspiramos a ser fieles a la palabra de Dios, debemos de admitir que el testimonio de los Apóstoles y sus enseñanzas son también el veredicto y la guía de como hemos de llevar la obra ministerial.
Aun cuando le cause disonancia congonositiva, porque Ud vive en un pais donde, desde el punto de vista legal, hay igualdad entre hombres y mujeres, no puede ignorar la claridad con que se expreso el Apostol Pablo en cuanto a el oficio y llamamiento del Pastor.
Debe observar, en contexto, las palabras del Apostol en 2 Tim 3:6 en relacion a que estaba sucediendo e Efeso con ciertos "instructores" que tenia como seguidoras a las mujeres jóvenes que estaban entreteniendo doctrinas falsas de abstenerse de ciertas comidas, rechazando el matrimonio, etc (1 Tim. 4:1–5; 5:11–15). Paul le prohíbe a las mujeres ejercer el papel de Pastor o Mestro a la congregación pero no por eso estaban exentas de poder ejercer un papel importante dentro de la obra ministerial. Paul asume, por ejemplo, que las mujeres van a profetizar/testificar en Corinto (1 Cor. 11:4–5). En otros pasajes de la biblia las mujeres participan en momentos de adoración, cantos, oración, etc ( Ex. 15:20–21; Col. 3:16) pero, decididamente, el Apostol prohíbe la ordenación de mujeres específicamente at oficio de Pastor. Todos nosotros nos hemos beneficiado inmensamente de la dedicación y el amor de nuestras madres y hermanas que sirven dentro de las congregaciones como maestras de la escuela dominical, misioneras, diaconesas y otras capacidades importante dentro de la obra del Senor.
