"ES QUE A MÍ SE ME APARECIÓ EL ÁNGEL DE APOCALIPSIS Y ME NOMBRÓ APÓSTOL"
Cuando alguien fundamenta su autoridad en una experiencia subjetiva —como una visión personal— y la presenta como equivalente al llamado apostólico del Cordero, está cruzando una línea teológica seria.
Lo que este forista propone no solo es doctrinalmente cuestionable, sino que también distorsiona el modelo bíblico del apostolado, porque todo lo enreda sin entender lo siguiente:
En primer lugar el apostolado del Cordero, como se describe en Apocalipsis 21:14, está limitado a doce hombres elegidos directamente por Cristo. No hay indicio bíblico de que este número se extienda, ni de que pueda ser conferido por ángeles o visiones personales.
Esto para que se le quite de la cabeza que su "apostolado" se lo confirió el ángel de apocalipsis.
Tiene que reconocer que después de llenarse la cabeza de "marihuana" tuvo esa visión.
Pablo mismo, el único apóstol fuera del grupo original, fue llamado directamente por el Señor glorificado, y por Dios Padre, no por un ángel ni por una visión subjetiva (Hechos 9; Gálatas 1:1).
Su llamado fue confirmado por revelación, doctrina, sufrimiento, y frutos ministeriales.
En segundo lugar, las visiones personales no constituyen autoridad apostólica como piensa este alucinado farsante, obrero fraudulento.
En la Escritura, las visiones pueden ser legítimas, pero nunca sustituyen el llamado soberano de Cristo. El ángel de Apocalipsis no confiere ministerios. Su función es mensajera, no ordenadora.
Además, Pablo advierte en Gálatas 1:8 que ni siquiera un ángel del cielo puede anunciar otro evangelio o establecer autoridad fuera de lo que Cristo ha revelado.
En tercer lugar, la Iglesia no se edifica sobre experiencias personales, sino sobre la revelación apostólica, Efesios 2:20 dice que la Iglesia está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo la piedra angular.
Ese fundamento ya fue puesto.
No se reconstruye por nuevas visiones ni autoproclamaciones.
Pretender ser apóstol del Cordero por una visión, o un método de suerte, es usurpar un llamado que solo Cristo puede otorgar.
A LOS LECTORES DEL FORO
El apostolado del Cordero no es una función abierta a nuevas incorporaciones por visiones personales ni por experiencias subjetivas, y mucho menos por impulsos humanos usando métodos de suerte.
La Escritura es clara: los doce fueron elegidos directamente por Cristo (Lucas 6:13), y Pablo fue llamado por el Señor glorificado (Gálatas 1:1).
No hay base bíblica para que un ángel confiera ministerio apostólico.
De hecho, Pablo advierte que ni un ángel del cielo puede alterar el evangelio ni establecer autoridad fuera de Cristo (Gálatas 1:8).
El fundamento apostólico ya fue puesto (Efesios 2:20).
La Iglesia no se edifica sobre nuevas visiones, sino sobre la revelación ya dada.
La proliferación de "apóstoles" tiene como base el enriquecimiento ilícito con falsas "coberturas" y falsas promesas de "siembras" para hallar prosperidad sin trabajar.
Un llamado genuino, se caracteriza por la sujeción a la doctrina apostólica, no por pretender ser parte de ella como si Dios estuviese levantando apóstoles o enviando ángeles para hacerlo, algo muy común en estos tiempos de apostasía vulgar, para estafar a la gente, y eludir la cárcel con sus engaños.