-Aquí el tema no ha sido "el apostolado" de Julio Parada, sino el de Matías o Pablo.
-Lamentablemente, este desvío solo ha servido para evitar el fracaso expuesto de la posición errada.
No ha habido ningún desvío.
El libro de los Hechos es plenamente inspirado, pero también es el registro de una transición dispensacional, como lo demuestra su cierre en Hechos 28:25–28, cuando el pueblo judío rechaza la oferta del Reino.
Afirmar que todo lo registrado en Hechos es doctrinalmente vinculante sin discernir su contexto, es como tomar las declaraciones del “hombre bajo el sol” en Eclesiastés como verdades absolutas, sin considerar su marco existencial.
Por ejemplo:
“Los muertos nada saben…” (Ecl.9:5)
¿Es eso doctrina sobre el estado eterno del alma?
No.
Es una observación limitada desde la perspectiva humana, no una revelación divina sobre la inmortalidad.
De igual modo, la elección de Matías por sorteo en Hechos 1 es un registro histórico, no una prescripción apostólica, y mucho menos una revelación del Cordero.
El fracaso no está en defender la soberanía de Dios, sino en pretender que cada acción humana registrada en la Escritura lleva el sello de aprobación divina, cuando la misma Biblia nos muestra que Dios corrige, redirige y revela progresivamente su voluntad.
Y si el tema es el apostolado, entonces sí importa cómo se recibe ese llamado.
Porque ni ángeles ni hombres pueden conferir lo que solo Cristo otorga (Lc.6:12-13; Gál.1:1).