Ah, gracias por la aclaración. Perdón por no haberte entendido bien: ahora recuerdo que ya lo habías expuesto de manera muy interesante en otro epígrafe.Amigo Alissa, mi postura en este caso no es bajo el concepto trinitario de tres personas, sino de UN sólo Dios y dos manifestaciones (tal como lo creen los judíos más ultra ortodoxos)
Los judíos saben que en la creación "la palabra" (el Vaiomer en hebreo) de Elohim fue el que actuó en la creación, y saben que la palabra es una manifestación de la voluntad divina. De hecho, esto lo aprendí de ellos mismos en un debate que tuvimos.
Tenemos muchas coincidencias, quizá no plenas, pero suficientes para honrar a Dios manifestado en Jesús. Sabes bien, mi querido hermano, que estas diferencias teológicas son muy interesantes para mí desde el punto de vista intelectual e histórico, pero no les concedo ningún valor a la hora de seguir el evangelio de Jesucristo. Te cuento pues:
Para los bahaí Dios es inaccesible al humano y cuando se comunica con el humano lo hace siempre a través de una Manifestación.
En ese sentido, es plenamente entendible que Cristo pre-existente haya sido el Yo Soy de la zarza ardiente, pues hablaba como Mensajero, y de hecho, Esteban nos dice que fue "un ángel" (un Mensajero) quien habló a Moisés desde la zarza.
La diferencia teológica que tenemos es que yo creo Dios no se "convierte" o "transforma" en la persona (o cosa) a través de la que se manifiesta.
Por ejemplo, si Dios se manifiesta en las obras de la creación (digamos, en las estrellas) no se "transforma" en las estrellas. En ese sentido, Dios no se "transformó" en Jesús de Nazareth, sino que hablaba y obraba a través de Jesús de Nazareth, quien de manera voluntaria rendía su vida para que su Padre hablara y actuara a través de Él. (No como "títere" como de manera blasfema algunos dicen por ahí, sino como ente libre)
Mi reflexión número 3 marca precisamente la diferencia entre Dios y Jesús en el cual Dios se manifiesta.
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