LA OMNIPRESENCIA DE CRISTO
- Mateo 28:20: “Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”
- Salmos 139:7-10: “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.”
- Jeremías 23:24: “¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?”
La omnipresencia de Cristo, su presencia en todo lugar y en todo momento es una certeza que brinda consuelo y esperanza a muchos de nosotros.
Nos recuerda que no estamos solos, que Él está allí, siempre disponible para guiar y acompañar.
Como presente en una reunión genuina:
"Dónde están dos o tres reunidos en mi nombre "AHÍ ESTOY YO" en medio de vosotros"
Estos atributos incomunicables:
"Cuándo estabas debajo de la higuera te vi"
No permiten que se le rebaje a nivel de una criatura.
La omnisciencia de Cristo es un recordatorio de su divinidad y de su profunda conexión con la humanidad, aquí están los textos:
- Juan 2:24-25: "Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre."
- Colosenses 2:3: "En quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento."
La omnisciencia de Cristo muestra su capacidad de saberlo todo, tanto pasado, presente y futuro.
Esto incluye los pensamientos y acciones de estos foristas que están atacando continuamente su eterna Divinidad, sin conocer que en el infierno tendrán tiempo suficiente para reconocer su error, y entonces crujirán los dientes llenos de ira.
Es mejor que recapaciten ahora, que Cristo es amplio en perdonar.