Un pasaje que puede ayudarles a entender el sentido de la palabra "abismo" cuando se dice que las langostas salen de él, es este:
Rev.17:8a “La bestia salvaje que viste era, pero no es, y, no obstante, está para ascender del abismo, y ha de irse a la destrucción”.
Cuando dice que esta bestia salvaje "era, pero no es" y luego dice que "está para ascender del abismo" ... está mostrando que ese abismo es un abismo de inactividad; o sea, esa "bestia salvaje" había dejado de existir por alguna razón, pero posteriormente volvería a su actividad. De esa manera se le atribuye a la palabra "abismo" también en este caso un sentido de inacción o no-actividad.
De modo parecido el texto ya citado con referencia a Jesús, dice:
Rom.10:7 "... o: ‘¿Quién descenderá al abismo?’, esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos”.
... donde se dice explícitamente que el abismo es un lugar de muertos, o sea, de gente fuera de actividad, tal como dice Ecl.9:5,10.
De la misma manera que en estos dos textos, cuando en Rev.9 se habla de langostas que salen del abismo, se está diciendo que su actividad surge repentinamente, como si antes hubiesen estado muertas. Algo parecido sucede en la visión de los dos testigos:
Rev.11:1 Y me fue dada una caña semejante a una vara al decir él: “Levántate y mide el [santuario del] templo de Dios y el altar y a los que adoran en él. 2 Pero en cuanto al patio que está fuera del [santuario del] templo, échalo fuera y no lo midas, porque ha sido dado a las naciones, y ellas hollarán bajo sus pies la santa ciudad por cuarenta y dos meses. 3 Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco”. 4 Estos son [simbolizados por] los dos olivos y los dos candelabros, y están de pie delante del Señor de la tierra.
5 Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar, y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre, y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.
7 Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero. 9 Y los de los pueblos y tribus y lenguas y naciones mirarán sus cadáveres por tres días y medio, y no permiten que sus cadáveres sean puestos en una tumba. 10 Y los que moran en la tierra se regocijan sobre ellos y gozan, y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas atormentaron a los que moran en la tierra.
11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos, y se pusieron de pie, y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá”. Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los contemplaron. 13 Y en aquella hora ocurrió un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad cayó; y siete mil personas fueron muertas por el terremoto, y los demás se atemorizaron y dieron gloria al Dios del cielo.
... En esta visión se habla de "dos testigos" usados por Dios para profetizar, pero son "muertos" por "la bestia salvaje"; sin embargo, se dice que luego "espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos, y se pusieron de pie". Esta 'resurrección' simbólica no habla de muerte y resurrección físicas sino de actividad espiritual: siendo bloqueada y luego restablecida por Dios. Esta 'resurrección' igualmente se puede comparar a volver a salir del abismo, tal como en las figuraciones anteriores.