Como parece ser tu costumbre, también citaste este versículo de manera descuidada. Pero puedes con la gracia de Dios librarte de esa mala costumbre.
El autor de esta epístola vuelve a referirse a los gnósticos, que creían que el cuerpo de Jesús no había sido real, material. Pero como ya vimos, la preocupación apostólica respecto a los gnósticos no es su teoría, sino el hecho que su teoría lleva a obras malas (negación del magrimonio, pràcticas ascéticas). La preocupación de Dios es que, al aceptar a los gnósticos, lleguemos a participar de sus malas obras.
Porque muchos engañadores han salido por el mundo, los cuales no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Éstos son engañadores, son el anticristo. 8 Tengan cuidado de no perder el fruto de su trabajo, a fin de que reciban el galardón completo. 9 Cualquiera que se extravía, y que no persevera en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios, pero el que persevera en la enseñanza de Cristo sí tiene al Padre y al Hijo. 10 Si alguno se les acerca, y no trae esta doctrina, no lo reciban en su casa, y ni siquiera le deseen que tenga paz. 11 Porque quien le desea la paz participa en sus malas obras.
Conclusión: Invita a tu vecino judío o mormón a cenar a tu casa, a ver el futbol, a oir música, a charlar. Deséales la paz, SIN IMPORTAR SUS CREENCIAS ERRÓNEAS. Pero no lo hagas si te invitan a participar con ellos en obras malas.