Es cierto lo que dices: hay diferencia entre estar respaldado, y estar fundamentado.
La religión cristiana está bien respaldada en el Antiguo Testamento, pero no está fundamentada en él.
Es decir, que de leer el Antiguo Testamento no se deriva de forma automática e inevitable creer en las doctrinas cristianas.
Lo mismo con el Corán. Está respaldado por la Biblia, pero no se fundamenta en ella. No es que de leer la Biblia se derive en forma automática e inevitable creer en el Corán.
Sería interesante preguntarnos en qué se respalda la Biblia. La Biblia tiene que estar respaldada con algo anterior, a menos que pensemos que jamás Dios se reveló al ser humano sino hasta que se escribió la primera página de Génesis.
En el fondo, para mí, Pancho Frijoles, el fundamento de todos estos libros sagrados es uno: La Palabra (Logos) de Dios. Y luego ellos se respaldan los unos a los otros, pero no se fundamentan los unos en los otros. Es por eso que el cristiano debería considerar a Cristo (y no la Biblia) como el fundamento de su fe. A Cristo se le experimenta, no se le lee. Pedro llegó a la convicción que Jesús era el Mesías, el Hijo de Dios no por haber leído a Isaías sino porque el Padre se lo reveló a su corazón. Y sobre esta convicción Jesús edificó su iglesia.