¿Que es el espíritu santo?

-1-Jesús ora diciendo: "...con aquella gloria que tuve contigo..." no es una gloria menor a la del Padre.
-2-De lo anterior no se deduce supremacía sino una misma gloria ¡la de Dios!
-3-Como tanta veces ya fue dicho, en la relación filial y en el estado de humillación terrenal, correspondía que Jesús hablase así. El Padre nunca inferiorizó a Jesús ni dijo que fuese "menor".
-4-La exaltación a la que se refiere Flp 2:9 ocurrió después de su humillación, por lo que es el retorno al sitial que antes tenía. Jesús no arrebata ni se aferra sino que recibe lo que el Padre le da.
-5-Lo que Dios mismo nos revela en su Palabra es la perfecta unidad del Padre, Hijo y Espíritu Santo, de tal manera que distingamos sin acabar diferenciando. Dios es uno pero es como Él dice que es.
Esa gloria es la que le concedió el único Dios Todopoderoso, el Padre.

Hay que ser obtusos para no entender esto.
 
-No, es la misma que ya tenía junto con el Padre desde antes que el mundo fuese.
-La obtusidad es una cualidad que no permite ver al que la padece en qué grado la tiene.
Claro que la gloria era la misma, pero esa gloria fue concedida, sin embargo, Dios es poseedor nato de la gloria.

Es lo mismo que los tronos, Cristo en el trono de Dios es el invitado de honor porque venció y nosotros seremos los invitados de honor en el trono de Cristo si vencemos.

Despójate de las doctrinas de la santa madre iglesia católica, nido de pederastas, entre otras cosas aberrantes.
 
Claro que la gloria era la misma, pero esa gloria fue concedida, sin embargo, Dios es poseedor nato de la gloria.

Es lo mismo que los tronos, Cristo en el trono de Dios es el invitado de honor porque venció y nosotros seremos los invitados de honor en el trono de Cristo si vencemos.

Despójate de las doctrinas de la santa madre iglesia católica, nido de pederastas, entre otras cosas aberrantes.
-La concesión de la gloria ocurrió cuando le fue devuelta, no cuando desde siempre la tuvo.
-Lo mismo al dejar el Hijo su trono y luego regresar a él.
-Nunca fui católico.
 
Estar a la diestra del Padre es tener la misma gloria de Dios.

Juan 17
5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

Hechos 7
54 Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él.

55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios;

56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios.

57 Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos arremetieron a una contra él.

Estar a la diestra no significa igualdad de esencia, sino compartir la gloria que el Padre le da al Hijo.

Juan 17:5 no dice que el Hijo tenía “gloria propia independiente”, sino:
  • Glorifícame… con aquella gloria que tuve contigo.”

La gloria es compartida, no originada por el Hijo.
De hecho, todo el capítulo 17 muestra que Jesús recibe del Padre:
  • v. 2: “le diste potestad”
  • v. 7: “todo lo que me has dado
  • v. 22: “la gloria que me diste

La gloria del Hijo es real y eterna, pero derivada, no autónoma.

Hechos 7 confirma lo mismo:

Esteban ve dos:
  • “la gloria de Dios” (el Padre)
  • “y a Jesús a la diestra de Dios”
Si “estar a la diestra” significara “ser el mismo Dios”, Esteban estaría viendo uno, no dos.

Conclusión:
La diestra expresa exaltación y autoridad conferida, no igualdad ontológica.
 
En cuestiones del Padre y del Hijo, "a la diestra" significa igualdad de gloria ni más ni menos. Recordemos que Dios no comparte su gloria.

Juan 17
5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

Hechos 7
54 Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él.

55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios;

56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios.

57 Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos arremetieron a una contra él.

Decir que “a la diestra” = igualdad de esencia contradice la propia Escritura, no mi postura.

1) Dios no comparte su gloria “con otros” (Is 42:8),
pero sí la comparte con Aquel que Él mismo exalta y glorifica.


Nehemías 9:5 dice que Dios “es exaltado sobre toda bendición y alabanza”,
pero Jesús recibe gloria precisamente porque el Padre se la da (Jn 17:22; Fil 2:9).

Compartir gloria no implica igualdad ontológica, sino otorgamiento.

2) Juan 17:5 no prueba igualdad de naturaleza, sino proximidad y comunión.

Jesús no dice:
“glorifícame con la gloria que YO MISMO poseo por esencia”.

Dice:
“glorifícame… con la gloria que tuve contigo”.

Y unos versículos después aclara de dónde proviene esa gloria:
  • “la gloria que me diste” (Jn 17:22)
Si algo es “dado”, no es originado en uno mismo.

3) Hechos 7 muestra dos realidades separadas, no una igualdad ontológica.

Esteban ve:
  • La gloria de Dios (el Padre)
  • Y a Jesús a la diestra de Dios
Si la diestra significara “igual naturaleza”,
Esteban habría visto una sola gloria, no dos entidades distinguidas.

El texto mismo marca:

Dios = fuente de la gloria
Jesús = exaltado a Su lado

4) “A la diestra” siempre significa autoridad conferida, nunca igualdad de ser.


En toda la Biblia:
  • José, a la diestra de Faraón = autoridad delegada
  • Salomón pone a Betsabé a su diestra = honor, no igualdad
  • Salmo 110:1 → “siéntate a mi diestra” (acto de otorgamiento)
Nadie en Israel entendía “a la diestra” como “ser igual en esencia”,
sino como exaltación por parte del rey.


Conclusión
Los pasajes que citas no enseñan igualdad ontológica,
sino:
  • Gloria dada por el Padre
  • Exaltación recibida
  • Distinción clara entre Dios y Jesús en la visión de Esteban
  • Posición de honor, no identidad de naturaleza
Si “a la diestra” significara “igual a Dios”,
entonces cualquier ser exaltado por Dios en el AT también lo sería,
y eso sí sería blasfemia.
 
-1-Jesús ora diciendo: "...con aquella gloria que tuve contigo..." no es una gloria menor a la del Padre.
-2-De lo anterior no se deduce supremacía sino una misma gloria ¡la de Dios!
-3-Como tanta veces ya fue dicho, en la relación filial y en el estado de humillación terrenal, correspondía que Jesús hablase así. El Padre nunca inferiorizó a Jesús ni dijo que fuese "menor".
-4-La exaltación a la que se refiere Flp 2:9 ocurrió después de su humillación, por lo que es el retorno al sitial que antes tenía. Jesús no arrebata ni se aferra sino que recibe lo que el Padre le da.
-5-Lo que Dios mismo nos revela en su Palabra es la perfecta unidad del Padre, Hijo y Espíritu Santo, de tal manera que distingamos sin acabar diferenciando. Dios es uno pero es como Él dice que es.

1) “La gloria que tuve contigo” no implica igualdad de esencia.
El texto no dice: “la gloria que tuve siendo igual que Tú”, sino contigo (παρά).
Esa preposición expresa proximidad y relación, no identidad ontológica.
Y Jesús mismo aclara dos versículos después que esa gloria le fue dada (Jn 17:22).
Si algo es dado, no es originario en uno mismo.

2) Decir “misma gloria = misma esencia” es añadir al texto.
Compartir gloria no implica igualdad de naturaleza; implica participación.
Juan 17:22: “La gloria que me diste, yo les he dado”.
¿También significa que los discípulos son iguales a Dios? Evidentemente no.
Luego: “misma gloria” ≠ “misma ontología”.

3) El argumento del “estado de humillación” no anula Juan 14:28.
Jesús no dijo: “El Padre era mayor cuando yo me humillé”.
Dijo: “El Padre es mayor que yo”, presente absoluto.
Si Jesús no tuvo inconveniente en afirmar esa diferencia,
no corresponde negarla para sostener una doctrina posterior.

4) Filipenses 2:9 no habla de “retorno”, sino de exaltación dada.
El texto dice:
Por lo cual Dios lo exaltó hasta lo sumo”.
Ese “por lo cual” conecta la exaltación con su obediencia y humillación, no con una esencia perdida.
Volver “al lado” del Padre no convierte al Hijo en el Padre.

5) La Biblia nunca dice “unidad de esencia” entre Padre, Hijo y Espíritu.
Lo que dice es:
  • el Padre es la fuente (1 Cor 8:6),
  • el Hijo procede y recibe (Jn 5:26; Col 1:19),
  • el Espíritu es enviado (Jn 14:26; Jn 15:26).
Distinguir no es “diferenciar demasiado”:
es simplemente aceptar lo que la Escritura afirma sin añadir conceptos griegos posteriores como “una misma esencia”.

Conclusión
Juan 17, Filipenses 2 y Hechos 7 no enseñan igualdad ontológica,
sino que:
  • el Padre glorifica, da, exalta y envía;
  • el Hijo recibe, obedece y es exaltado;
  • y esa relación es eterna, no simétrica.
Lo que estás defendiendo no proviene del texto,
sino de leer una doctrina en él que la Escritura nunca formula.
 
En suma

Para ti, arriano: El Verbo de Dios no tiene autoridad en Sí mismo, sino otro se la confirió.

Vaya

Que el Padre exalte al Hijo no significa que el Hijo sea una criatura, igual que la encarnación tampoco anuló su naturaleza divina.

La “diestra” describe su función mesiánica, no su naturaleza. La autoridad recibida es funcional, no ontológica.
 
Lo dijo la santa madre iglesia la católica, punto redondo.

¿Pero no te das cuenta que eres preso de una doctrina totalmente pagana, que nos habla de tres Dioses Dios, incompatible al 100 % con el evangelio de Cristo?

Jesús no habló nunca de una trinidad y si era tan importante, se le pasaron los tres años sin declarar su existencia.
El Espíritu Santo es Dios YHWH del Antiguo Testamento según lo implica el Nuevo.
 
A ver si tienes dos dedos de frente. La iglesia que fundó Cristo tuvo topos gentiles que se bautizaron como cristianos sin ningún tipo de arrepentimiento como Simón el mago. Arrio tuvo la valentía de denunciarlo y entonces la iglesia se partió en dos, la de los corruptos que terminó llamándose la santa madre iglesia católica y la iglesia fiel a la iglesia primitiva que los católicos la apodaron arriana, que sonaba hasta mal.

Pues bien, la iglesia de Pedro no es la santa madre iglesia católica, sino la otra que destruyó la primera.

Todo esto está en clave en Apocalipsis.
Aparte de edificar el Señor Jesús su iglesia sobre la piedra del apóstol Pedro, también prometió que las herejías (las puertas del Hades) nunca prevalecerían contra ella.
 
Juan 14:16 lo deja clarísimo, Jesús estuvo en persona con ellos, pero después no vino otra persona, sino un Espíritu que el que lo recibe, tendrá su don.

Los católicos hicieron una labor destructiva y el concepto de Dios lo echaron abajo al convertir uno en tres y así acabar con el evangelio de Jesús que era lo que más querían.

Aquí tienes un ejemplo de esta semana. Este obispo de Cádiz a cuántos niños traumatizaría de por vida y ahora que ya es un abuelete, sale a la luz su condición de abusador sexual.

¿Esta es la iglesia de Pedro que ha custodiado durante siglos a la doctrina de la trinidad?

Por sus frutos los conoceréis. La iglesia de Pedro volverá, pero ahora opera este engendro de corrupción.

Ver el archivo adjunto 3339283
Se te terminó tu narrativa. El Espíritu Santo es OTRO CONSOLADOR, distinto al Padre y al Hijo.

Juan 14
16 Y yo rogaré al Padre, y Él os dará OTRO CONSOLADOR para que esté con vosotros para siempre;

17 es decir, EL ESPÍRITU de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros.
 
Estar a la diestra no significa igualdad de esencia, sino compartir la gloria que el Padre le da al Hijo.

Juan 17:5 no dice que el Hijo tenía “gloria propia independiente”, sino:
  • Glorifícame… con aquella gloria que tuve contigo.”

La gloria es compartida, no originada por el Hijo.
De hecho, todo el capítulo 17 muestra que Jesús recibe del Padre:
  • v. 2: “le diste potestad”
  • v. 7: “todo lo que me has dado
  • v. 22: “la gloria que me diste

La gloria del Hijo es real y eterna, pero derivada, no autónoma.

Hechos 7 confirma lo mismo:

Esteban ve dos:
  • “la gloria de Dios” (el Padre)
  • “y a Jesús a la diestra de Dios”
Si “estar a la diestra” significara “ser el mismo Dios”, Esteban estaría viendo uno, no dos.

Conclusión:
La diestra expresa exaltación y autoridad conferida, no igualdad ontológica.
Ya está explicado que "estar a la diestra del Padre" indica igualdad de majestad. ¿De qué clase de majestad? De la majestad de Dios que tuvo Jesús con el Padre antes que el mundo fuese.

Juan 17
5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

Hechos 7
54 Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él.

55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios;

56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios.

57 Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos arremetieron a una contra él.
 
Decir que “a la diestra” = igualdad de esencia contradice la propia Escritura, no mi postura.

1) Dios no comparte su gloria “con otros” (Is 42:8),
pero sí la comparte con Aquel que Él mismo exalta y glorifica.


Nehemías 9:5 dice que Dios “es exaltado sobre toda bendición y alabanza”,
pero Jesús recibe gloria precisamente porque el Padre se la da (Jn 17:22; Fil 2:9).

Compartir gloria no implica igualdad ontológica, sino otorgamiento.

2) Juan 17:5 no prueba igualdad de naturaleza, sino proximidad y comunión.

Jesús no dice:
“glorifícame con la gloria que YO MISMO poseo por esencia”.

Dice:
“glorifícame… con la gloria que tuve contigo”.

Y unos versículos después aclara de dónde proviene esa gloria:
  • “la gloria que me diste” (Jn 17:22)
Si algo es “dado”, no es originado en uno mismo.

3) Hechos 7 muestra dos realidades separadas, no una igualdad ontológica.

Esteban ve:
  • La gloria de Dios (el Padre)
  • Y a Jesús a la diestra de Dios
Si la diestra significara “igual naturaleza”,
Esteban habría visto una sola gloria, no dos entidades distinguidas.

El texto mismo marca:

Dios = fuente de la gloria
Jesús = exaltado a Su lado

4) “A la diestra” siempre significa autoridad conferida, nunca igualdad de ser.


En toda la Biblia:
  • José, a la diestra de Faraón = autoridad delegada
  • Salomón pone a Betsabé a su diestra = honor, no igualdad
  • Salmo 110:1 → “siéntate a mi diestra” (acto de otorgamiento)
Nadie en Israel entendía “a la diestra” como “ser igual en esencia”,
sino como exaltación por parte del rey.


Conclusión
Los pasajes que citas no enseñan igualdad ontológica,
sino:
  • Gloria dada por el Padre
  • Exaltación recibida
  • Distinción clara entre Dios y Jesús en la visión de Esteban
  • Posición de honor, no identidad de naturaleza
Si “a la diestra” significara “igual a Dios”,
entonces cualquier ser exaltado por Dios en el AT también lo sería,
y eso sí sería blasfemia.
Tal como tú dices:

1) Dios no comparte su gloria “con otros” (Is 42:8), pero sí la comparte con Aquel que Él mismo exalta y glorifica.

Si Dios no comparte su gloria y majestad con "otros," ya con eso es más que suficiente para inferir que Jesús no es de "otra" esencia o naturaleza. El Padre y el Hijo no son de distintas esencias.