¿Que es el espíritu santo?

TESTIMONIO PARA EDDY GONZALEZ

Nunca imaginé que un día dejaría el altar donde tantas veces hablé de Dios… para encontrarme, por fin, con el Dios que me habló a mí.

Crecí entre rezos, normas y silencios. Desde joven busqué agradar a Dios con sacrificios, creyendo que cuanto más me negaba, más santo sería. Estudié Filosofía, Teología, y después de años de formación, me ordené sacerdote. Cumplía cada deber, pero dentro de mí había un vacío que ninguna ceremonia podía llenar.

Un día, en una vieja parroquia, encontré una Biblia evangélica rota. Quise leerla solo para encontrar “errores”. Abrí el Evangelio de Juan, dispuesto a probar que mi teología era la correcta… pero a medida que leía, algo se encendió en mi corazón. No eran letras, era una voz. La voz de un Dios que no pedía penitencias, sino entrega. Que no exigía dolor, sino fe.

Pasé noches enteras leyendo y llorando. Las palabras “de tal manera amó Dios al mundo” dejaron de ser teoría y se convirtieron en realidad. Dios me amaba a mí. No por mis votos, ni por mi obediencia… sino por gracia.

Comencé a estudiar el Nuevo Testamento con un pastor. Lo que inició como un debate, terminó como un encuentro. Comprendí que Cristo ya había pagado el precio que yo intentaba pagar con mis ayunos y mortificaciones. Que no necesitaba flagelar mi cuerpo, sino rendir mi corazón.

Fue entonces cuando mi mundo cambió. Dejar el sacerdocio no fue fácil. En aquel tiempo, muchos no entendían mi decisión. Mi familia me rechazó. Las puertas que antes estaban abiertas se cerraron. Pero justo cuando me quedé solo, Dios me recogió. Salmo 27:10 se hizo vida: “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, el Señor me recogerá.”

Él me enseñó que no estaba perdiendo una religión, sino encontrando una relación. Ya no servía por deber, sino por amor. Ya no vivía en culpa, sino en libertad. Había pasado del monasterio al ministerio, del silencio ritual al abrazo real de Cristo.

Hoy predico a Aquel que me rescató. No para atacar lo que fui, sino para exaltar a quien me transformó. Porque la verdadera conversión no ocurre cuando cambias de templo, sino cuando Jesús cambia tu corazón.

Soy José Borras y si estás leyendo esto, no creas que es casualidad. Tal vez tú también has estado sirviendo, buscando, intentando ser suficiente… y te sientes vacío. Hoy quiero decirte algo con todo mi corazón:

Dios también puede hacerlo contigo.
Puede tomar tu historia, por más rota que esté, y escribir con ella algo nuevo.

Porque lo que Él hizo conmigo…

lo puede hacer contigo también.
✨


¿SI ENTENDIÓ FORISTA EDDY GONZALEZ?



Hay otros tantos testimonios de no creyentes que se convirtieron a Dios y su iglesia.
 
-Lo que puede ser así entre los hombres no tiene por qué funcionar igual con respecto a Dios.
-No leemos que el Padre haya mandado poner una silla a su diestra para que se sentase el Hijo.
-La exaltación y glorificación del Hijo tras su ascensión fue una vuelta a lo que era desde siempre (Jn 17:5).
-Distinguimos en Dios al Padre, Hijo y Espíritu Santo sin diferenciar ni comparar supremacías.
-El Hijo recibe del Padre en su relación filial y por su voluntaria humillación al devenir como hombre.

Lo que mencionas confirma precisamente la distinción que señala la Escritura:

  1. El Hijo pide ser glorificado con la gloria que tenía junto al Padre, no como el Padre (Jn 17:5).
    “Junto a” implica relación y cercanía; no identidad del sujeto.
  2. Decir que “volver a la gloria” significa “ser igual en supremacía” es añadir algo que el texto no dice.
    Juan 17:5 habla de compartir gloria, no de ser el mismo Ser.
  3. También afirmas que “no diferenciamos supremacías”, pero Jesús sí lo hizo:
    “El Padre es mayor que yo” (Jn 14:28).
    Si Jesús no tuvo problema en decirlo, no deberíamos anularlo.
  4. El trono a la diestra es precisamente un símbolo de exaltación otorgada:
    “Lo exaltó hasta lo sumo” (Fil 2:9).
    Si algo es otorgado, no es originario.
    La exaltación tiene sentido porque el Padre es la fuente.
  5. Que entre Dios y los hombres haya diferencias no elimina lo que el propio Dios revela.
    La Biblia usa ejemplos humanos para explicar realidades divinas porque Dios mismo lo hace.

En resumen:
Jesús es glorificado, exaltado y entronizado por el Padre, no como ser idéntico al Padre, sino como Hijo suyo.
Negarlo es ignorar las propias palabras de Jesús sobre su relación con el Padre.
 
Esa afirmación es simplemente evolución filosófica desarrollada por paganos infiltrados en el cristianismo y se os dan las pruebas de la trampa y ni caso.
El Espíritu Santo es Dios, uno con el Padre y con el Hijo.
 
Fíjate los tozudo que eres que crees que Cristo funda su iglesia en Roma y su representante se llama papa. La ignorancia es desde luego una carga muy pesada.

No hay más que negro y blanco. Negro es la iglesia católica y blanco la iglesia arriana bautizada así por los católicos para su desprestigio.
La iglesia edificada por el Señor Jesús sobre la piedra de Pedro (Mt 16:18) nunca fue arriana. En vez de Arrio fundar su propia iglesia humana por separado, cometió el gran error de querer convertir lo de Mateo 16:18 en algo arriano.
 
¿Cómo explicarle a un incrédulo como tú?

Veamos:

"55Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo (*), puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús (**) que estaba a la diestra de Dios (***),;y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios


(*) El Espírtu Santo

(**) El Hijo

(***) El Padre.


Siempre está presente la divina Trinidad, en toda la Biblia. De génesis a Apocalipsis.


Que no puedas verlo, pues...eso es porque no tienes el Espíritu de Cristo, ni la mente de Cristo, sino un espíritu religioso y de incredulidad, auto impuestos por tu deliberada herejía arriana.

Lo siento.

Esteban vio exactamente lo que el texto dice:
a Dios y al Hijo del Hombre a Su diestra.
Eso muestra dos personas distinguibles, no una “Trinidad visible”.

Si ver a dos implica “ver la Trinidad”, entonces Esteban habría visto al Espíritu también, pero no lo vio.
Esteban estaba lleno del Espíritu (Hch 7:55), pero no vio al Espíritu como una tercera persona independiente.
Tu conclusión de “siempre está presente la Trinidad” no está en el texto: es una interpretación añadida.

Además, la pregunta que te hice ya tiene su respuesta bíblica:

—Si Jesús está a la diestra de Dios,
Jesús no es el Dios ante cuya diestra se sienta.

La Escritura lo presenta como el Hijo exaltado por Dios (Hch 2:36),
no como el mismo Dios ante quien se sienta.

Lo que Esteban vio es exactamente lo que Jesús enseñó:
un Padre que envía,
y un Hijo que recibe gloria y autoridad.

Nada más y nada menos.
 
Por ese motivo el Espíritu Santo es lo mismo que el Espíritu de Dios, pero no representa ninguna persona.

Es como si dices que tú estás formado por dos personas, tú y tu espíritu. Es una falacia en toda regla.
La promesa de Jesús a sus discípulos desbarata tu narrativa como se desbarata un castillo de naipes.

Juan 14
16 Y yo rogaré al Padre, y El os dará OTRO CONSOLADOR para que esté con vosotros para siempre;

17 es decir, EL ESPÍRITU de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros.
 
Vaya

Estar a la diestra te significa todo, menos estar a la diestra.

¡Ja! ¡Buenoooo!

El punto no es negar que “a la diestra” significa estar a la diestra. Lo que estoy mostrando es qué significa esa posición en la Biblia, porque en hebreo y en el uso cultural no implica igualdad de naturaleza, sino rango otorgado.

Ejemplos bíblicos que confirman esto:
  • 1 Reyes 2:19: Betsabé se sienta a la diestra sin ser igual a Salomón.
  • Salmo 110:1: “Siéntate a mi diestra” → Es invitación del Señor a otro, no identidad divina.
  • Hechos 2:33-36: Pedro explica que Jesús está a la diestra porque Dios lo exaltó.
  • Filipenses 2:9: El Padre lo exalta y le da el Nombre.

Si estar “a la diestra” significara ser el mismo Dios, entonces Betsabé sería igual a Salomón y el Señor del Salmo 110 sería el mismo que el Señor que lo invita, lo cual no tiene sentido.

Así que sí: estar a la diestra significa exactamente eso… pero su significado bíblico no es igualdad ontológica, sino autoridad conferida.
 
Mateo 28;19 es otro añadido de la santa madre la iglesia católica y van unos cuantos. Esa fórmula no la conocieron los apóstoles y fue un invento tardío.
Dices que no la conocieron los apóstoles, pero ¿a quiénes se la comunicó Jesús entonces?

Mateo 28
16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había señalado.

17 Cuando le vieron, le adoraron; mas algunos dudaron.

18 Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.

19 Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,

20 enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
 
Así que sí: estar a la diestra significa exactamente eso… pero su significado bíblico no es igualdad ontológica, sino autoridad conferida.
Estar a la diestra del Padre es tener la misma gloria de Dios.

Juan 17
5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

Hechos 7
54 Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él.

55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios;

56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios.

57 Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos arremetieron a una contra él.
 
Estar a la diestra del Padre es tener la misma gloria de Dios.

Juan 17
5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

Hechos 7
54 Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él.

55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios;

56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios.

57 Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos arremetieron a una contra él.

La frase “a la diestra” sigue sin significar igualdad de naturaleza, incluso en los pasajes que citas.

Juan 17:5 no dice que la diestra = igualdad ontológica, sino que Jesús pide ser glorificado nuevamente con la gloria que tenía “junto” (παρά) al Padre, no como el Padre.

El mismo capítulo aclara que esa gloria es dada por el Padre:
  • “La gloria que me diste, yo les he dado” (Juan 17:22).
Si la gloria del Hijo fuese idéntica a la del Padre en esencia, no sería algo que se “da”.


En Hechos 7, Esteban ve:
  • “la gloria de Dios”
  • y a Jesús a la diestra de Dios, como dos figuras distintas.
El texto marca una separación explícita:
uno es Dios,
el otro está a Su diestra.


Si la diestra significara igualdad absoluta, Esteban habría visto una sola persona o una sola gloria indistinguible. Pero el texto hace una distinción clara.

Por tanto:
  • La gloria del Hijo es dada por el Padre (Jn 17:22; Jn 5:26; Fil 2:9).
  • La posición a la diestra es exaltación recibida, no igualdad de esencia.
  • Hechos 7 muestra dos realidades: la gloria de Dios y Jesús junto a ella, no siendo la misma entidad.
 
¡Qué perdido andas contagiado con los textos de la santa madre la iglesia católica. Tres Dioses Dios es un escándalo si lo llegan a saber los judíos reunidos en Pentecostés.

¿Ya leíste 1 Juan 5.7, el correcto?
Estás equivocado:

Pretendes confundir la distinción de personas en el marco de la unidad esencial.

Si he escrito que Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo es la unidad esencial, te queda grande entenderlo, porque tu visión no tiene acceso al círculo, pues para ti es una bola y solo ves tres bolas pero no contemplas el círculo de su unidad esencial.


Deuteronomio 6:4: “Oye Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.”

La fe cristiana no enseña tres dioses, sino un solo Dios en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

La pluralidad no divide la esencia divina, la confiesa como única.

Y respecto a 1 Juan 5:7, no necesitamos ese versículo aislado para afirmar la pluralidad en la unidad esencial; la revelación bíblica completa lo sostiene.

De manera que: “No son tres dioses, sino un solo Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo).

La Biblia muestra al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo actuando juntos, y Jesús mismo dijo: ‘Yo y el Padre uno somos’ (Jn 10:30).

El politeísmo es creer en varios dioses distintos; la pluralidad en la unidad esencial es la confesión de un único Dios verdadero manifestado en la eternidad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Esa es la diferencia.

NECESITAS COLIRIO PARA QUE VEAS

Apo 3:18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.