Contradicciones del Libro de Mormón
El escritor Marvin W. Cowan quien fuera otrora sacerdote del mormonismo, y ahora siervo de Jesucristo, señala errores y contradicciones dentro del Libro de Mormón.
1. I Nefi 2:5-8 dice que el río Lamán desembocaba en el mar Rojo. Pero en toda Arabia no ha habido ríos ni ahora ni en la historia escrita, ¡Y ningún río desemboca en el mar Rojo!. Además ningún hebreo le pondría el nombre "Sam" (v.5) a su hijo. "Sam" no es un nombre hebreo, sino Anglosajón.
2. I Nefi 10: 3-11 pone en boca de Lehi "profecías" específicas de la venida de Cristo. Vivió supuestamente este profeta en Jerusalén antes de algunos escritores del Antiguo Testamento, pero no hay evidencia bíblica o histórica de su existencia, ni en el viejo mundo ni en el nuevo.
3. El presidente José Fielding Smith dijo que II Nefi 3:5-15 es una profecía tocante a que José Smith es un descendiente de José, hijo de Jacob. Y que sería profeta y vidente para los últimos tiempos (Respuestas a preguntas del evangelio, Tomo V, págs. 182-184) Esto sugiere claramente que José Smith fue descendiente de Lehi en América, por consiguiente un Nefita. Pero Mormón 6:11-15 y 8:2-3 registra una batalla que aniquiló a todos los Nefitas. Por otra parte la genealogía de José Smith muestra que sus antepasados vinieron de Inglaterra. Por tanto, José Smith no pudo ser descendiente de los nefitas, y por consiguiente no pudo cumplir la profecía de II Nefi 3: 5-15.
4. II Nefi 3:14-16 dice además que los enemigos de José habían de ser confundidos cuando procurasen eliminarlo. Pero José fue muerto a tiros en Carthage, Illinois, mientras que estaba en la cárcel el 27 de junio de 1844.
5. En II Nefi 3:3 y 23, se le promete a José, hijo de Lehi, que "tu posteridad no será enteramente destruida", pero Mormón 8:2-5 informa que los nefitas fueron "todos detruídos". Eso incluyó a los descendientes de José. Un "dios" que hiciera promesas para quebrantarlas después no es ciertamente inmutable. ¿Y qué clase de omnisciencia poseía él al confiar la "plenitud del evangelio" a un pueblo que fue aniquilado? Algunos escritores mormones han tratado de explicar esta contradicción pretendiendo que "destruído" no quiere decir "aniquilado". Pero Moroni dijo que de todos los nefitas sólo él quedó, y que no quedó nadie sino los lamanitas; y mencionó otra vez la destrucción del pueblo de Nefi (Mormón 8:2, 3; Eter 4:3; 8:21) Si estas afirmaciones no quieren decir que los nefitas fueron aniquilados, el Libro del Mormón no demuestra entonces la "claridad superior" de que se jactan a menudo los mormones. Además, si sobrevivieron algunos nefitas, ¿dónde están?.
6. El Libro de Mormón suena bíblico porque muchos de sus versículos son copiados de la Biblia de la versión del rey Jaime. Hay por lo menos unas 27.000 palabras de la Biblia de la versión del rey Jaime. II Nefi del capítulo 12 al 24 fue copiado textualmente de Isaías capítulos del 2 al 14; I Nefi capítulos 20 y 21 fue copiado de Isaías capítulos 48 y 49, con algunas añadiduras en el Libro de Mormón. ¡Hasta las palabras en bastardilla se copiaron de la versión del rey Jaime! Las palabras en bastardilla en la versión del rey Jaime no estaban en el texto original, sino que fueron añadidas por los traductores para proporcionar una lectura más suave en el inglés. Puesto que la Biblia en la versión del rey Jaime se completó en el 1611 d. de J.C. y el Libro de Mormón se publicó en 1830, ¡es obvio cuál es copia del otro!
7. Jacob 4:1 dice: "No puedo escribir sino muy pocas de mis palabras por lo difícil que es grabar nuestras palabras sobre las planchas" (las planchas de oro traducidas por José Smith) Pero si era tan difícil grabar sobre las planchas, ¿por qué "inspiró" Dios a los escritores del Libro de Mormón a ser tan verbosos? Por ejemplo, IV Nefi 1:6, dice: "Y así pasó el año treinta y ocho, y también los años treinta y nueve, cuarenta, cuarenta y uno y cuarenta y dos, sí, hasta el año cuarenta y nueve, y también el cincuenta y uno, y el cincuenta y dos; sí, hasta que hubieron pasado cincuenta y nueve años" Todo esto se hubiera podido explicar con sólo decir: "Habían pasado 59 años" Lo que se aprecia aquí es más la mente del hombre, que el pensamiento del Dios Omnisciente.
8. En Jacob 7:27, la palabra francesa "Adieu" (adios) concluye el libro de Jacob. ¿Cómo llegó el francés a la traducción inglesa del idioma "egipcio reformado"? El Libro de Mormón fecha Jacob entre 544 y 421 a. de J.C. El idioma francés ni siquiera existía hasta alrededor del 700 d. de J.C.
9. En Omni 21 se cuenta el tiempo en "lunas". Los israelitas no contaron nunca el tiempo por lunas.
10. En Alma 7:9-10, dice que Jesucristo había de nacer en Jerusalén. No obstante Miqueas 5:2 y Lucas 2:4 declaran que fue en Belén. Alma 7:10 dice también que a María se le hará sombra y concebirá por el poder del Espíritu Santo. Pero el mormonismo enseña que María concibió a Jesús por medio de relaciones con Dios el Padre que es un hombre resucitado y glorificado (esto se enseña en Artículos de Fe, por James Talmage, págs. 86, 519) En el libro de sermones, Tomo 1, págs. 50-51, Brigham Young declara enfáticamente que "Jesucristo no fue engendrado por el espíritu Santo".
11. Alma 18:26-29 enseña que Dios es un Gran Espíritu. Pero el mormonismo enseña hoy en día que Dios el Padre tiene cuerpo de carne y huesos (Doctrinas y Convenios 130:22).
12. En Alma 46:15 a los creyentes se les llama cristianos en 73 a. de J.C. Sim embargo, Hechos 11:26 declara que se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía (alrededor del 42 d. de J.C.).
13. Helamán 12:25-26 dice: "leemos..." y cita entonces Juan 5:29, pero Helamán fue supuestamente escrito en el año 6 a. de J.C., según la fecha en el Libro de Mormón. Puesto que el libro de Juan fue escrito casi 100 años después ¿Cómo pudo Helamán citar a Juan en las palabras bíblicas de la versión del rey Jaime de 1611?.
14. Eter 7:9 menciona acero que fue fundido de una colina. Pero los arqueológos afirman que no existía en aquel entonces acero fundido.
Cambios en el Libro de Mormón
Mormones devotos han desafiado a que alguien trate de escribir otro libro semejante al Libro de Mormón. Ellos se sienten orgullosos de este libro y llegan a considerarlo perfecto. Pero la realidad es otra, ya que se han hecho como unos 4,000 cambios en el Libro de Mormón desde que salió la primera edición. Por ejemplo, en la edición del Libro de Mormón de 1830 notamos que:
1. 1 Nefi 11:18 decía: "he aquí, la virgen que tú ves es ... la madre de Dios" Actualmente dice: "... madre del Hijo de Dios".
2. 1 Nefi 11:21 decía: "¡He aquí, el Cordero de Dios, sí, el Padre Eterno" Actualmente dice: "...el Hijo del Padre Eterno".
3. 1 Nefi 11:32 decía: "Y miré,y vi al Cordero de Dios, y que el pueblo lo apresó; sí, vi que el eterno Dios fue juzgado por el mundo" Actualmente dice: " ...sí, vi que el Hijo del eterno Dios fue juzgado por el mundo".
4. Mosíah 21:28 decía: "El rey Benjamín tenía un don de Dios..." Actualmente se lee: "El rey Mosíah tenía un don de Dios..." Dice el doctor Sidney B. Sperry de la Universidad Brigham Young que: "la palabra Benjamín es un error absoluto, porque el rey Benjamín había estado muerto hacía mucho tiempo" (Problemas del Libro de Mormón, Pág. 203).
5. Alma 37:21 y 24 mencionaba el uso de "directores" Actualmente dice "intérpretes".
Estos son solo algunos ejemplos de cambios efectuados en el Libro de Mormón. A pesar de que en la revelación de las planchas, se le dijo a José Smith que la traducción era correcta. Así, leemos: "estas planchas han sido reveladas por el poder de Dios, y han sido traducidas por el poder de Dios. La traducción de ellas que habéis visto es correcta, y os mando a que testifiquéis de lo que ahora véis y oís" (DHC, Tomo I, págs. 54-55).
David Whitmer, uno de los tres testigos del Libro de Mormón, escribió: "Les daré ahora una descripción de la manera en que se tradujo el Libro de Mormón... José Smith ponía en un sombrero la piedra adivinadora, acercándoselo a la cara para excluir la luz; y en la oscuridad brillaba la luz espiritual. Aparecía un fragmento de algo semejante a un pergamino, y en él aparecía la escritura, aparecía un carácter a la vez, y debajo de él estaba la interpretación en inglés. El hermano José leía el inglés a Oliverio Cowdery, quien era su escriba principal, y después de escribirlo y repetírselo al hermano José para ver si era correcto, desaparecía el carácter, y aparecía otro con su interpretación. Así que el Libro de Mormón fue traducido por el don y poder de Dios, y no por ningún hombre" (Discurso a todos los creyentes en Cristo, Pág. 21).
Martin Harris, otro de los tres testigos, declaró también que el Libro de Mormón fue traducido de esa manera (El mito del manuscrito encontrado, edición 1883, Pág. 91).
Debido a tantas críticas que ha recibido el Libro de Mormón. Los mormones han tenido que reconocer los muchos errores contenidos en el libro. El apóstol B. H. Roberts escribió: "¿son imputables al Señor estos errores flagrantes de gramática? afirmarlo sería ponerse en ridículo. Los pensamientos, las doctrinas están bien; pero la expresión sin gracia ni corrección de los pensamientos es sin duda el resultado del conocimiento imperfecto del idioma inglés del traductor, aquella teoría antigua no se puede mantener exitosamente; es decir, que el Urim y Tumim hicieran la traducción y que el profeta nada más repetía lo que veía reflejado en aquel instrumento a su escriba" (Defensa de la fe, págs. 278, 279, 295, 306-308).
Muy pocos mormones saben que el Libro de Mormón ha sido cambiado, y los que lo saben pretenden generalmente que los únicos cambios fueron añadiduras de capítulos, versículos y puntuación. Pero se hicieron cambios en doctrina, historia y gramática.
Las Doctrinas del Mormonismo
El escritor mormón William A. Morton escribió: "¿Queremos conocimiento en cuanto a Dios, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo? podemos conseguirlo en el Libro de Mormón. ¿Quisiéramos saber en cuanto a la preexistencia de los espíritus, la caída del hombre y la expiación, los principios y ordenanzas del evangelio de Cristo, el estado en que viven los espíritus de los hombres entre la hora de la muerte y la resurrección, podemos encontrarlo en el Libro de Mormón (Por qué creo que el Libro de Mormón es la Palabra de Dios, págs. 4-5).
La Biblia.
El mormonismo dice que la Biblia es insuficiente. No contiene toda la verdad que Dios desea darle a su pueblo. Por tanto, le dio otras revelaciones a José Smith, y éstas se hallan al mismo nivel de la Biblia. Están contenidas en sus libros: El Libro de Mormón, La Perla de Gran Precio, y Doctrinas y Convenios. Son la guía suprema para la Iglesia. Además dicen, que Dios habla por medio de los sacerdotes, (los Oráculos Vivos) lo que hablan ellos vale más para ellos que todas las versiones de la Biblia juntas.
Bruce McConkie dijo: "Los miembros de la Iglesia de los Santos de los Ultimos Días creen en la Biblia. La doctrina bíblica es doctrina mormona, y la doctrina mormona es doctrina bíblica. Son una misma cosa. (¿Qué piensan los mormones acerca de Jesucristo?, pág. 2).
Tales afirmaciones han hecho que muchos asuman que los mormones ven la Biblia como la ven los cristianos evangélicos, pero ese no es el caso. En realidad el mormonismo ataca la Biblia con dos cargos: (1) está mal traducida, y (2) es incompleta.
La mala traducción de la Biblia se sugiere en el octavo Artículo de Fe. El escritor mormón Talmage explica: "No habrá, no puede haber, una traducción absolutamente fidedigna de éstas u otras Escrituras, a menos que se haga por medio del don de traducción... Léase pues la Biblia reverentemente y con cuidado y oración, buscando el lector la luz del Espíritu siempre para poder distinguir entre la verdad y los errores de los hombres" (Artículos de Fe, pág. 263).
El apóstol mormón Orson Pratt también escribió: "Si se admitiera que los apóstoles y evangelistas sí escribieron los libros del Nuevo Testamento, eso en sí no probaría que fueran divinamente inspirados en el momento en que escribieron... ¿Y quién, estando en su juicio, podría por un momento suponer que la Biblia en su forma actual es una guía perfecta? ¿Quién sabe si siquiera un versículo de la Biblia ha escapado a la contaminación, para transmitir ahora el mismo sentido que transmitió en lo orginal? (Autenticidad divina del Libro de Mormón, págs. 45,47).
Además de la acusación de que la traducción de la Biblia no es fidedigna, los mormones dicen que tanto doctrina importante como libros enteros han sido borrados o añadidos por hombres corruptos. El apóstol Orson Pratt declaró: "se le ha robado a la Biblia su claridad, habiéndose perdido muchos libros sagrados, rechazados otros por la Iglesia Romana; y los pocos que nos quedan fueron tantas veces copiados y recopiados, que se admite que casi cada versículo ha sido corrompido y mutilado a tal grado que apenas se leen iguales dos versiones cualquiera (The Seer, pág. 213).
Por lo antes expuesto, los mormones tratan de hacernos creer: Que Dios les dio a ellos otras "revelaciones" y que éstas están al mismo nivel, o en un nivel más alto que la misma Biblia. Ante semejantes afirmaciones, solo puedo decir: Que al comparar nuestras versiones más modernas de la Biblia con los escritos originales, éstas siguen reflejando los principios espirituales que nuestro Dios deseó transmitirnos en la Sagradas Escrituras. Por el contrario, como hemos visto previamente en esta investigación, es el Libro de Mormón y toda la literatura mormona, la que adolece de veracidad y perfección.
La Biblia es enfática tocante a toda "revelación" que no se ajuste a lo que Dios nos ha declarado en ella. El proverbista escribió: "Probada es toda palabra de Dios; El es escudo para los que en El se refugian. No añadas a sus palabras, no sea que El te reprenda y seas hallado mentiroso" (Proverbios 30:5-6). Y el apóstol Juan agrega: "Yo testifico a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a ellas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol de la vida y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro" (Apocalipsis 22:18-19).
Dios
La escritura mormona declara: "El Padre tiene un cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre; así también el Hijo; pero el Espíritu Santo no tiene un cuerpo de carne y huesos, sino es un personaje de Espíritu. De no ser así el Espíritu Santo no podría morar en nosotros" (Doctrinas y Convenios 130:22).
Creen también que Dios llegó a ser Dios mediante el proceso de "progresión eterna", y que los hombres de hoy pueden llegar a ser dioses mediante el mismo proceso que es explicado de la siguiente manera por el mormón, Milton Hunter: "En la primera etapa, el hombre era un ser eternamente existente llamado inteligencia... el siguiente ámbito donde moró el hombre fue el mundo espiritual. Las inteligencias eternamente existentes fueron vestidas con cuerpos espirituales en la mansión de su Padre eterno... En aquella familia eterna en el mundo espiritual, de padres celestiales fueron engendrados y nacieron numerosos hijos e hijas... Allá en el mundo espiritual fueron criados hasta la madurez, llegando a ser hombres y mujeres adultos espirituales antes de venir a la tierra... Aquí reciben un cuerpo físico y se someten a la experiencia de la mortalidad. El espíritu eterno va al mundo espiritual para esperar la resurrección y el juicio... allá serán asignados a la gloria que han merecido... algunos recibirán gloria telestial; otros terrenal, mientras que los que están apuntados en "el libro de la vida del Cordero" entrarán a la gloria celestial. Allá algunos llegarán a ser ángeles, y otros sacerdotes y reyes, o en otras palabras, dioses" (Evangelio a través de las edades, págs. 127-129).
W. Cleon Skousen, ex profesor en la Universidad Brigham Young, escribió: "Que el universo esta poblado por muchas inteligencias. Y que Dios es Dios porque todas estas inteligencias le honran y le sostienen como tal. Sí estas inteligencias le quitan su apoyo, El dejaría de ser Dios. Nuestro Padre celestial puede hacer solamente aquellas cosas que son respaldadas por estas inteligencias, de no ser así, El no podría hacer nada" (Los primeros 2000 años, págs. 355-356).
José Smith declaró también: "Dios una vez fue como nosotros ahora; es un hombre glorificado, y está sentado sobre su trono allá en los cielos (Enseñanzas de José Smith, pág. 427).
Brigham young dijo: "Cuando nuestro padre Adán vino al jardín del Edén, llegó con un cuerpo celestial, y trajo con él a Eva, una de sus esposas. El ayudó a hacer y a organizar este mundo. ¡El es Miguel, el Arcángel, el Anciano de Días!, acerca del cual los hombres santos han escrito y hablado . El es nuestro Padre y nuestro Dios, y el único Dios con el cual tenemos que ver (J.D. Mensajes de Autoridades Superiores , Tomo I, pág. 50).
Y dijo Orson Pratt: "Fuimos engendrados por nuestro Padre en los cielos; la persona de nuestro Padre en los cielos fue engendrada en un mundo celestial anterior por su Padre; y éste a su vez fue engendrado por un Padre aún más antiguo, y así por el estilo, de generación en generación, de un mundo celestial a otro aún más antiguo, hasta que se nos canse la mente y se pierda en la multiplicidad de generaciones y mundos sucesivos (El vidente, pág. 132).
Ante tales aseveraciones, la Biblia, la Palabra de Dios nos dice en el libro de Génesis capítulos 1 y 2 que, Jehová Dios creó a Adán y a Eva. Más adelante se nos dice que, Adán y Eva tuvieron que rendirle cuentas a Jehová. Caín y Abel ofrendaron sacrificios a Jehová mientras Adán estaba vivo todavía, lo que prueba que Adán y Dios no son la misma persona. Por otra parte, toda referencia a Adán en el Nuevo Testamento no lo presentan como Dios, sino como Padre de nuestra naturaleza carnal (1 Corintios 15:21-22, 45, 49; Romanos 5:12-19).
Los mormones usan la Biblia para que esta enseñanza parezca cristiana. Se usa Juan 14:9 para mostrar que puesto que Jesús tuvo un cuerpo de carne y huesos, Dios el Padre también lo tuvo. Pero Juan 14:10-11 dice que Cristo está en el Padre, y el Padre está en Cristo. Si el versículo 9 quiere decir que el Padre tiene un cuerpo de carne y huesos porque el Hijo lo tiene, ¿Cómo es posible meter estos dos cuerpos uno dentro del otro?.
La Biblia declara que Dios es un Espíritu invisible y que ningún hombre lo ha visto jamás (ver Exodo 33:20; Juan 1:18; 4:24; 5:37; Col. 1:15; 1 Tim. 1:17; 6:16; 1 Jn. 4:12). La Biblia en el Antiguo Testamento nos dice que Dios se revelaba en manifestaciones antropomórficas (describir a Dios en forma humana) También vemos teofanías (apariciones o manifestaciones de Dios) vea, Exodo 33:9, 11, 23; 24:9-11; Gén. 5;24; y 6:5-9). Los mormones explican estos encuentros de Dios con el hombre, diciendo que El tiene un cuerpo físico porque la Biblia habla del "brazo del Señor", del "ojo del Señor", de la "mano del Señor", y asi por el estilo.
Podríamos concluir, usando esa misma lógica, que Dios es una ave según los Salmos 57:1 y 91:4. Las referencias a su brazo, ojo, mano y demás, son ejemplos de cómo Dios acomoda su revelación a la mente humana, hablando de las facultades y atributos del Ser Supremo como si fueran los de un hombre. En el Salmo 94:9, se lee: "El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?" No dice que El tenga oídos ni ojos, sino que tiene las facultades de oir y de ver.
Vale la pena resaltar que, el mormonismo no siempre enseñaba de un Dios "de carne y huesos", José Smith definió anteriormente a Dios de la manera siguiente: "Hay dos personajes que constituyen el poder gobernante, grande, sin par y supremo sobre todas las cosas, por quien todas las cosas fueron creadas y hechas... son el Padre y el Hijo, siendo el Padre un personaje de espíritu, gloria y poder; poseyendo toda perfección y plenitud. El Hijo, que estuvo en el seno del Padre, tomó forma y semejanza de hombre..." (Conferencias sobre fe, V Discurso, pág. 53).
José Smith hizo publicar estas conferencias sobre la fe, en su libro Doctrinas y Convenios. Pero fueron suprimidas en 1921, porque los mormones se dieron cuenta de que confundía enseñar de un dios de carne y huesos, cuando su mismo profeta había escrito que era un espíritu.
En Romanos 1:22-23, Pablo advierte acerca de los que tratarán de hacer a Dios a la imagen del hombre corruptible, lo que lleva a la inmoralidad y trae sobre ellos el juicio de Dios. La Biblia presenta a Dios como un ser infinito que no es hombre. Es imposible que los mormones puedan sostener su enseñanza de que Dios es un hombre, cambiando y progresando, cuando leemos los siguientes versículos: "Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta..." (Números 23:19); "Porque soy Dios, y no hombre..." (Oseas 11:9); "Yo hice la tierra y creé al hombre sobre ella..." (Isaías 45:12). Los siguientes versículos enseñan que Dios es omnipotente, omnipresente y omnisciente; ningún hombre o dios con cuerpo tangible de carne y huesos podría ser omnipresente: Apocalipsis 19:6; Deuteronomio 4:39; Salmo 139; Proverbios 15:3; Jeremías 23:24; Hechos 17:27; Salmo 33:6; Hebreos 11:3. La Biblia enseña también que Dios es inmutable y eterno: Deuteronomio 33:27; Salmo 90:2; Isaías 40:28; Jeremías 10:10; Malaquías 3:6.
El mismo Libro de Mormón niega que Dios sea un hombre glorificado, en estos versículos: II Nefi 2:14; 9:20; 11:7, Jacob 2:21, Mosiah 2:23; 4:21, Alma 18:28; 22:10, Mormón 9:9-11, Eter 3:15.
Con todo esto, puedo categóricamente afirmar: Que la misma escritura del Libro de Mormón contradice las susodichas enseñanzas mormónicas a este respecto.
Jesucristo
El líder mormón Brigham Young, ha enseñado acerca de Jesucristo, lo siguiente: "cuando la virgen María concibió al niño Jesús, el Padre lo había engendrado a su propia semejanza. No fue engendrado por el Espíritu Santo. Y ¿Quién es el Padre? Es el primero de la familia humana. Jesús, nuestro hermano mayor, fue engendrado en la carne por el mismo personaje que estuvo en el huerto de Edén, y quien es nuestro padre en el cielo. Ahora, acuérdense desde este momento en adelante y para siempre, que Jesucristo no fue engendrado por el Espíritu Santo" (JD, Tomo I, págs. 50-51).
Pero tanto Mateo 1:18-23 Y Lucas 1:26-35 enseñan que Jesús es el Hijo del Dios Altísimo, engendrado de una manera sobrenatural por el Espíritu Santo, y nacido de la virgen María. ¡Así que alguien se equivoca! Y tenga por seguro amable lector, que no es ni Mateo ni Lucas, sino el señor Young.
El escirtor mormón Milton R. Hunter escribió: "El nombramiento de Jesús para ser el Salvador del mundo fue disputado por otro de los hijos de Dios. Se llamaba Lucifer, hijo del alba. Altanero, ambicioso y codicioso de poder y gloria, este hermano espíritu de Jesús trató desesperadamente de llegar a ser el salvador de la humanidad (Evangelio a través de las edades, pág. 15).
Enseñan también que Jesús tuvo varias esposas, entre ellas Martha y María, las hermanas de Lázaro, y María Magdalena. De esta manera es como pudo "ver linaje" antes de su crucifixión. Dicen que en las bodas de Caná de Galilea, el novio era él. Al décimo profeta del mormonismo, José Fielding Smith, se le preguntó si Jesús fue casado. Respondió: ¡Sí!. No solo han enseñado que fue casado, sino que fue también polígamo. Algunos hasta han enseñado que Jesús tuvo hijos de esas esposas. Por ejemplo, Orson Hyde dijo: "Antes de morir el Salvador, vio a sus hijos naturales tal como nosotros vemos los nuestros" (JD, Tomo II, pág. 82).
Obviamente este "salvador" mormón no es el mismo Salvador que nos presenta la Biblia. La doctrina de la poligamia de Jesús y su casamiento con Martha y María la basan en Juan 11:5: "Y amaba Jesús a Martha, a su hermana y a Lázaro". Pero este amor era un amor fraternal, de hermano, no ese amor erótico que han tratado de ver los mormones. En cuanto a las bodas de Caná, Juan 2:2 dice que Jesús era un invitado de esas bodas. ¡Qué raro que tuvieran que convidar al novio a presenciar sus propias bodas!.
El Politeísmo
La doctrina de que existen muchos dioses se llama politeísmo. Esta enseñanza esta opuesta a la doctrina monoteísta o creencia en un solo Dios que presenta la Biblia.
Bruce McConkie declaró: "Tres personajes separados, Padre, Hijo y Espíritu Santo integran la Deidad. Puesto que cada una de estas personas es un dios, es evidente desde este punto de vista que existe una pluralidad de dioses. Para nosotros, hablando en el sentido propio finito, estos tres son los únicos dioses a quienes adoramos. Pero en adición hay un número infinito de personajes santos, escogidos de mundos sin número, que han pasado a la exaltación y son por eso dioses (Doctrina Mormona, págs. 576-577).
José Smith enseñó que la Biblia enseña el politeísmo: "El apóstol Pablo dice que hay muchos dioses y muchos señores; y esto significa una pluralidad de dioses... Pablo no se estaba refiriendo a los dioses paganos en ese pasaje (Enseñanzas de J.S., pág. 461).
Pero al leer 1 Corintios 8:4-6 en su propio contexto dice que hay muchos ídolos o dioses paganos; "sin embargo, para nosotros hay un solo Dios". Parece ser que Smith no leyó cuidadosamente el texto.
La Biblia niega la existencia de más de un Dios verdadero en los siguientes versículos: "Escucha, Israel : Jehová nuestro Dios, Jehová uno es" (Deut. 6:4); "Antes de mí no fue formado ningún dios, ni lo será después de mí" (Isa. 43:10); "yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios" (Isa. 44:6).
El Espíritu Santo
Talmage dijo que el Espíritu Santo "es un personaje de espíritu" (Artículos de Fe, pág. 46). Pero declaró luego que un ser o cuerpo inmaterial no puede existir (Ibíd., págs. 47,53) Por eso el Espíritu Santo debe tener un "cuerpo tangible o material", ¡o no existe!.
José Smith dijo: "El Espíritu Santo es aún un cuerpo espiritual y está esperando tomar para sí un cuerpo como lo hizo el Salvador o como tomaron cuerpos los dioses antes de ellos" (Discursos sobre el Espíritu Santo, compilados por N. B. L. pág. 73).
El apóstol John A. Widtsoe dijo: "Como personaje el Espíritu Santo, no puede, como tampoco pueden el Padre y el Hijo, estar presente en persona en todas partes" (Evidencias y Reconciliaciones, pág. 76).
Pero si el Espíritu Santo no es omnipresente (que está en todo lugar) ¿Cómo puede morar en nosotros? Pues la Biblia dice que los creyentes son el templo y morada del Espíritu Santo (1 Corintios 3:16; 6:19).
Enseñan también que el sacerdocio mormón reparte los dones del Espíritu Santo a su voluntad.
Pero en 1 Corintios 12:4-11 se enseña que es el Espíritu Santo mismo quien reparte los dones según su voluntad y no el "sacerdocio mormón".
El Sacerdocio
El mormón Milton R. Hunter dijo: "El sacerdocio es probablemente el elemento más importante mencionado en el evangelio... El sacerdocio fue dado primero a Adán; él tuvo la primera presidencia, y tuvo las llaves de ella de generación en generación. Esta presidencia la obtuvo en la creación, antes que el mundo fuera formado... El es Miguel, el arcángel, mencionado en la Escritura. Enseguida se le dio a Noé, quien es Gabriel. El es próximo en autoridad en el sacerdocio después de Adán (Evangelio a través de las edades, pág. 61).
Para apoyar esta doctrina, los mormones citan a menudo una parte de Juan 15:16, donde Jesús dijo: "Vosotros no me elegistéis a mí; más bien, yo os elegí a vosotros, y os he ordenado". Los mormones afirman que la palabra "ordenado" infiere que Jesús les impuso las manos a los discípulos y les dio el sacerdocio. La palabra "ordenar" puede incluir la imposición de manos pero también significa: "designar algo o alguien".
Los mormones enseñan que José Smith tenía que tener el sacerdocio antes de poder establecer la iglesia. Pero la Biblia no dice nada en cuanto a que tuvieran el sacerdocio aarónico o de Melquisedec los apóstoles, obispos, diáconos o ningún otro oficial en el Nuevo Testamento. ¿Por qué tuvo que tenerlo José Smith ?. La escritura mormona dice que Juan el Bautista apareció a José Smith y a Oliverio Cowdery, y les confirió el sacerdocio aarónico antes de ser bautizados. Enseñan además, que los apóstoles Pedro, Juan y Jacobo ayudaron a José Smith para restaurar en él el sacerdocio de Melquisedec. (PGS J.S. Historia 1:68-73).
El Sacerdocio Bíblico
En el Antiguo Testamento, el sacerdocio aarónico o levítico se heredaba. Para tenerlo, uno tenía que ser de la tribu de Leví y de los hijos de Aarón (Números 3:6-12). Todo sacerdocio del Antiguo Testamento fue reemplazado o suplantado por Jesucristo, el Gran Sumo Sacerdote Eterno (Hebreos 7:11-17; 10:8-21). El es ahora el único mediador (sacerdote) entre los hombres y Dios (1 Tim. 2:5; Heb. 7:24-25; Juan 14:6).
En los días del Antiguo Testamento, el sumo sacerdote entraba una vez al año en el lugar santísimo para ofrecer el sacrificio de sangre por sí mismo y por el pueblo (Exo. 30:10; Heb. 9:7). Pero en la Iglesia del Nuevo Testamento, Jesucristo es tanto Sumo Sacerdote como sacrificio (Heb. 3:1; 9:11-12; 10:10-14). Puesto que se ha terminado ese trabajo, no hay necesidad de un sumo sacerdote en la tierra. Dice Hebreos 8:1-6 que Cristo, el úncio sumo sacerdote, está en el cielo. La carta a los Hebreos declara repetidamente que Jesucristo es el único sumo sacerdote según el orden de Melquisedec (Hebreos 7) Su Sacerdocio de Melquisedec es "intransferible" o sea que no pasa de uno a otro. Puesto que vive para siempre (Heb. 7:24-25) es consagrado para siempre (Heb. 7:28) como sacerdote según el orden de Melquisedec.
Lo cierto es que si Jesucristo vive para siempre y es nuestro Sumo Sacerdote. Claramente se infiere, que cualquiera que pretenda tener el sacerdocio de Cristo, ha sido engañado.
La Salvación
El apóstol mormón Bruce McConkie declaró: "La plena salvación se logra en virtud de conocimiento, verdad, justicia y todos los principios verdaderos. Sin la expiación, el evangelio, el sacerdocio y el poder de sellar, no habría salvación... No hay salvación fuera de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días". Además los mormones enseñan que la fe no justifica a nadie. El mormón Talmage dijo: "El dogma sectario de justificación únicamente por la fe ha ejercido una influencia perniciosa" (A. F., pág. 527).
Pero Pablo dijo: "Consideramos que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley" (Rom. 3:28). Declaró también: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" (Rom. 5:1).
McConkie dijo: El bautismo sirve para la remisión de pecados. Dijo además, el segundo nacimiento comienza al ser bautizados los hombres en agua por un administrador legal. A los que reciben el evangelio y se unen a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se les da poder para llegar a ser hijos de Dios" (MD, págs. 70, 745).
La Biblia no enseña que el bautismo imparta salvación. Pablo dijo: "que somos salvos o nacidos de arriba por medio de la fe en Cristo Jesús" (Gál. 3:26). El bautismo del creyente sigue a la salvación, vea Hechos 8:32-39; 10:44-48 y 16:25-34. El bautismo es importante, porque todo lo que Cristo mandó es importante, pero no todo lo que él nos mandó hacer "nos salva". Jesús mismo es el Salvador que puede también salvar completamente a los que por medio de él se acercan a Dios (Heb. 7:25).
Milton R. Hunter declaró también que para entrar al cielo, el hombre debe hacerse miembro y vivir los principios y ordenanzas del evangelio de la verdadera iglesia del Maestro, que es la mormona, restaurada por medio de revelaciones divinas al Profeta José Smith (GTA, pág. 166).
Ante esto, solo puedo decir que, si uno no puede entrar a la presencia de Dios en el cielo, sin unirse a la Iglesia mormona, entonces la Biblia debería de decirlo. Pero no es así, porque Pablo escribió: "Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Tim 2:5). Si debemos tener la Iglesia mormona además de Cristo, no hay entonces un mediador, sino dos. Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6). No dijo: "Nadie viene al Padre, sino por medio de tal o cual iglesia". Por consiguiente, la enseñanza mormona a este respecto es insostenible ante la revelación bíblica.
Los mormones creen también que el hacer buenas obras da la salvación. El Libro de Mormón dice: "Sabemos que es por la gracia que nos salvamos, después de hacer cuanto podamos" (II Nefi 25:23). El apóstol mormón LeGrand Richards dijo: "Un concepto erróneo común es que la creencia en el Señor Jesucristo por sí sola es el único requisito para la salvación... La salvación viene por medio de vivir los mandamientos del Señor y hacer buenas obras" (D.N., 14 de Nov. 1973, pág. 11).
Pero la Biblia nos dice: "El nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho, sino según su misericordia; por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo, que él derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador" (Tito 3:5-6). Otros pasajes bíblicos que niegan que las obras tengan algo que ver con la salvación son: Rom. 11:5-6; Gál. 2:16; Efe. 2:8-9.
También es enseñanza mormona, que para obtener la salvación se debe aceptar y hacer todo lo que Jose Smith ha dicho. José Fielding Smith dijo: "Sin aceptar a José Smith, no hay salvación... Ningún hombre puede rechazar ese testimonio sin acarrear sobre sí las más terribles consecuencias, puesto que no podrá entrar en el reino de Dios" (DS, Tomo I, pág. 182).
Y Brigham Young dijo: "Ningún hombre o mujer en esta dispensación entrará jamás en el reino celestial de Dios sin el consentimiento de José Smith.... Todo hombre y mujer debe tener el certificado de José Smith, como pasaporte para su entrada en la mansión donde están Dios y Cristo... El tiene las llaves de aquel reino para la última dispensación" (JD, Tomo VII, pág. 289).
Pero la Biblia advierte: "Así ha dicho Jehová: Maldito el hombre que confía en el hombre, que se apoya en lo humano, y su corazón se aparta de Jehová" (Jer. 17:5). Y Pablo declaró: "Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre: (1 Tim. 2:5). Amable lector, déjeme hacerle una pregunta: ¿fue hombre José Smith?... Si José Smith fue hombre, ¡Confiar en él es ser maldito! Si Jesucristo como dice la Biblia es el UNICO mediador, entonces José Smith no puede ser también un mediador que otorgue consentimiento para ir al cielo.
También enseñan que es necesario casarse en el templo mormón para alcanzar la "progresión eterna". El no casarse en un templo mormón condena a la persona para que ésta no llegue a ser un dios. Para casarse en un templo mormón, al solicitante se le examina sobre los siguientes asuntos: 1. limpieza moral; 2. sostenimiento de las autoridades generales; 3. pago del diezmo completo; 4. guardar la palabra de sabiduría; 5. llevar puestos los vestidos interiores de reglamento (estas prendas íntimas deben usarse toda la vida, son "santificadas por los sacerdotes" y vendidas a los fieles, se usan como amuletos que ahuyentan el mal); 6. asistencia regular al templo. Las ceremonias y ritos efectuadas en el templo son secretos. Aún a los padres inconversos de los contrayentes se les niega el acceso a dichas ceremonias. Los mormones no pueden probar que tales ceremonias fueran parte del evangelio de Cristo, así que caen bajo la condenación de Gálatas 1:8-9. Además, puesto que el Libro de Mormón es la "plenitud del evangelio" y no dice nada de tales ceremonias, por consiguiente deberían ser rechazadas.
En cuanto al matrimonio celestial en el templo, el apóstol mormón Juan Widtsoe escribió: " Dos personas vivientes pueden ser selladas una a otra para la vida y la eternidad. Un hombre viviente puede ser sellado para siempre a una mujer muerta; o una mujer viviente a un hombre muerto. Dos personas muertas pueden ser selladas una a otra. Además por mandamiento de José Smith, es posible que un hombre sea sellado a más de una mujer para la vida y para la eternidad. De esta manera comenzó el matrimonio plural entre los Santos de los Ultimos Días" (ER, pág. 340).
Sin embargo Jesús declaró: "Porque en la resurrección no se casan ni se dan en casamiento, sino que serán como los ángeles que están en el cielo" (Mat. 22:30). Por tanto, si los hombres no son casados, y no pueden casarse en el cielo, sino que serán como los ángeles, ¿cómo puede haber matrimonio en la vida resucitada? Según Romanos 7:4 y Apocalipsis 19:7-8, los cristianos serán entonces "casados" con Cristo. Pero José Smith declaró: "A menos que un hombre y su esposa entren en un convenio sempiterno y se casen para la eternidad, mientras que están en esta probación, por el poder y autoridad del Santo Sacerdocio, cesarán de propagarse cuando se mueran; es decir, no tendrán más hijos después de la resurrección (DHC, Tomo V, pág. 391).
La Biblia registra la práctica de la poligamia, pero no la recomienda. Muchos hombres del Antiguo Testamento tuvieron más de una mujer, pero Dios nunca mandó el matrimonio plural. Dios habla siempre de la esposa del hombre, y no de las esposas (Gén. 2:18, 22, 23; Mat. 19:5, Efe. 5:31; 1 Cor. 7:2; 1 Tim. 3:2, 12; Deut. 17:17). Los funcionarios de la Iglesia debían servir de ejemplo para todos los cristianos. Sobre ellos se enseña claramente que no debían tener más de una esposa, vea (1 Tim. 3:2, 12; Tito 1:6).
Otro aspecto que tiene que ver con la salvación dentro de la doctrina mormónica, es el bautismo por los muertos. Esta enseñanza la expone José Fielding Smith, de la siguiente manera: "Si un hombre no puede entrar sin bautismo en el reino de Dios, entonces tienen que ser bautizados los muertos. Pero ¿cómo pueden ser bautizados en agua para la remisión de sus pecados?... La única manera en que se puede hacer esto es en forma vicaria, actuando una persona viviente como substituto por los muertos" (DS, Tomo II, pág. 141).
Los mormones usan 1 corintios 15:29 para tratar de probar que es bíblico su concepto de bautismo por poder. El pasaje dice así: "De otro modo, ¿Qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?".
El tema principal de Pablo en 1 Corintios 15 no era el bautismo por los muertos, sino la resurrección del cuerpo. No estaba dando en el versículo 29 un mandamiento de bautizar por poder, sino que estaba argumentando en favor de una creencia en la resurrección del cuerpo. La historia señala que existían sectas que practicaban un bautismo por los muertos. Es casi seguro que Pablo se refería a ellas al decir: "... ¿qué harán los que se bautizan por los muertos?. Algunas personas creen que los corintios tenían esta costumbre en su iglesia. Pero el hecho de que tal costumbre sea desconocida en la historia de la iglesia primitiva indica que no era parte de la doctrina ni de la práctica que ésta había recibido de los apóstoles.
José Fielding Smith dijo: "La doctrina de la fe sola niega la justicia de Dios" (DS, Tomo II, pág. 140). Y otro escritor mormón llama a la justificación por fe una "doctrina perniciosa" y un "dogma sectario" (AF, pág. 118). Sin embargo, los mormones creen que pueden hacer obra vicaria a favor de los muertos, y que los muertos la pueden aceptar por fe, en el mundo espiritual después de la muerte. Pero cuando Cristo ofrece gratuítamente la vida eterna por pura gracia mediante la fe a todos los que creen ahora, los mormones la rechazan, diciendo que deben trabajar para obtener su propia salvación. San Pablo inspirado por el Espíritu advierte: "El dios de este siglo ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no les ilumine el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, quien es la imagen de Dios" (2 Cor. 4:4). Y el escritor a los hebreos nos dice: "Está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio" (Heb. 9:27).
La Progresión Eterna
Esta es quizás la más fantástica de las enseñanzas mormonas, la misma parece haber surgido de una mente calenturienta. En el video documental "Hacedores de dioses" se dice: "Que trillones de planetas por todo el universo son gobernados por dioses que un día fueron humanos como nosotros. Según los mormones en uno de esos planetas un dios no identificado y su esposa dieron a luz un hijo espiritual llamado elohim. Esta criatura espiritual después nació de padres humanos quienes le dieron cuerpo, por ser obediente a las enseñanzas mormonas se hizo merecedor de ser elevado a la divinidad igual que su propio padre. Los mormones creen que elohim es el padre celestial de ellos y que vive con todas sus esposas en un planeta lejano. Este dios y sus esposas mediante relaciones sexuales producen millones de hijos espirituales. Para decidir los destinos de estos hijos, elohim convocó una asamblea celestial. Los dos hijos mayores de elohim estuvieron allí, Jesús y Lucifer. Un plan fue presentado para construir el planeta tierra, donde serían enviados los hijos espirituales para que adquiriesen forma mortal y conocieran el bien y el mal. Lucifer se puso de pie y dijo: Que el sería el salvador de este nuevo mundo, él obligaría a todos a convertirse en dioses. Oponiéndose a la idea el Jesús mormón dijo: Que a los hombres se les diera la libertad de escoger, asi como se les había dado oportunidad de escoger a los seres de otros planetas. Por mayoría de votos la propuesta del Jesús mormón fue aprovada. Este Jesús sería enviado como salvador del planeta tierra. Enfurecido Lucifer convenció con astucia a una tercera parte de los espíritus destinados a la tierra a que se revelarán y lucharán a su lado. Este Lucifer se convirtió en el diablo y sus seguidores en los demonios. Lucifer y sus aliados fueron vencidos y enviados a este mundo. A ellos se les negó para siempre el tener cuerpos de carne y huesos. Los espíritus que permanecieron neutrales en la batalla fueron maldecidos con nacer de piel negra, asi explican los mormones el origen de la raza negra en este mundo. Los espíritus que lucharon contra Lucifer, debían nacer con piel blanca en este mundo".
Enseñan que somos tan eternos como Dios mismo, pero para lograr la perfección y la deidad, debemos pasar por lo menos tres etapas de vida:
1. En la primera etapa fuimos "inteligencias" que existían eternamente.
2. De ahí progresamos al mundo espiritual premortal, donde nacimos mediante procreación por Dios y una de sus "tantas esposas". Los mormones no pueden explicar cómo Dios, siendo según ellos un hombre glorificado con un cuerpo de carne y huesos tangible como los del hombre, engendra espíritus en vez de cuerpos de carne y huesos.
3. La tercera etapa de progresión eterna es nuestra prueba mortal actual. Según los mormones como previamente señalamos hubo una revuelta en el cielo entre los hijos del dios Elohim. Enseñan que los hijos de Caín y Cam debían venir a este mundo como negros. Puesto que no fueron valientes en la preexistencia, fueron maldecidos, y por ello no pudieron tener el sacerdocio mormón, sino hasta el 9 de junio de 1978. En esa fecha el presidente Spencer W. Kimball anunció que Dios le había revelado que todos los miembros masculinos dignos de todas las razas podían entonces ocupar el sacerdocio. La "revelación" del presidente Kimball, puso fin a la maldición que impedía a los negros ejercer el sacerdocio, pero no cambió la doctrina mormona de la preexistencia, ni quitó tampoco la marca de la maldición. Maldición, que Brigham Young dijo ser "la nariz chata y la piel negra" con la cual nacen los de raza negra.
Tres Grados de Gloria
Según los mormones existen tres cielos. El primer cielo es la "gloria telestial", donde van los no creyentes y la peor clase de personas. El segundo cielo es la "gloria terrestre", y es para los buenos y religiosos que no sean mormones. Pero el tercer cielo es la "gloria celestial", y es reservado para mormones solamente. Los mormones afirman que 1 Corintios 15:40- 41 enseña su concepto de tres cielos.
Sin embargo, el contexto en 1 corintios 15:35-54 no trata de tres cielos, sino de la diferencia de nuestro cuerpo mortal terrenal y el nuevo cuerpo inmortal que se nos dará en la resurrección. Se mencionan en el versículo 40 cuerpos celestiales y terrenales, pero cualquier estudioso serio destacará que celestial quiere decir "del cielo" y que terrenal quiere decir "de la tierra". La llamada "gloria telestial" no se encuentra en ninguna parte de la Biblia, porque fue un concepto inventado por José Smith. Los mormones usan la gloria del sol, de la luna, y de las estrellas del versículo 41 para apoyar su concepto de tres cielos, pero el contexto trata todavía de cuerpos y no de cielos. Si este versículo se refiere a diferentes cielos, debe haber entonces "glorias" o cielos innumerables, pues sigue diciendo el versículo que "una estrella se diferencia de otra en el resplandor" siendo que son miles de estrellas, miles deberían ser también "los cielos".
El Infierno
El apóstol John Widtsoe declaró: "En la Iglesia de Jusucristo de los Santos de los Ultimos Días no hay infierno. Todos encontrarán una medida de salvación" (ER, pág. 216).
Talmage dijo: "Los castigos estipulados caerán sobre todos los que rechazaren la palabra de Dios en esta vida, pero después de quedar pagada la deuda se abrirán las puertas de la prisión, y los espíritus que en un tiempo estuvieron encerrados en sufrimiento, para entonces castigados y limpios, saldrán a participar de la gloria provista para los de su clase (AF, pág. 164).
Según estas enseñanzas el estado final del malvado es aparentemente una prisión temporal. No obstante, el Libro de Mormón se refiere a "un castigo, igualmente tan eterno como la vida del alma" y del "plan de la felicidad o la salvación, tan eterno también como la vida del alma" (Alma 42:16; Mosíah 2:38-41) Esto está de acuerdo con la Biblia, ¡pero no está de acuerdo con el mormonismo! Por ejemplo, Talmage manifestó: "es cierto que se ha decretado el castigo eterno como el destino de los impíos; pero el Señor mismo ha interpretado esta expresión: Castigo eterno es castigo de Dios; castigo sin fin es castigo de Dios, porque "sin fin y eterno" son dos de sus nombres, y son expresiones típicas de sus atributos. No habrá alma que permanecerá en la prisión o seguirá en tormento más del tiempo requerido para efectuar la reforma necesaria y vindicar la justicia, que son los únicos fines por los que se impone el castigo (AF, págs. 162-163).
Dijo también el anciano Juan Morgan: "Castigo eterno es castigo de Dios, o en otras palabras es el nombre del castigo que inflige Dios. Por tanto, quienquiera que reciba el castigo de Dios recibe castigo eterno, sea que se soporte por una hora, un día, una semana, un año, o una edad (El Plan de Salvación, pág. 30).
Los mormones hablan a veces del infierno o del castigo eterno, pero están hablando de una prisión temporal. En el mormonismo, ¡el castigo eterno se acaba eventualmente, pero la vida eterna es sin fin! Por lo tanto, los mormones no temen al infierno. Las mujeres tienen aún menos razón de temer el infierno porque Brigham Young dijo: "Dudo que se pueda encontrar en las revelaciones dadas y los hechos como existen, que haya una hembra en todas las regiones del infierno" (JD, Tomo VIII, pág. 222).
El apóstol Juan nos dice en el Apocalipsis que los confinados al infierno "serán atormentados día y noche para siempre jamás" (Apoc. 20:10). La expresión "para siempre jamás", según los más grandes eruditos bíblicos indica: Eternidad sin fin del tormento. No existe entonces, tal enseñanza de una "condenación eterna temporal". Más bien, nos hallamos enfrente de otra enseñanza mormona, carente de toda verdad espiritual. Y por consiguiente, ¡Debe ser rechazada en su totalidad!.
Conclusión
Estas son a groso modo "las visiones y revelaciones" de los profetas del mormonismo. No cabe duda que cuando el hombre presta atención a los engaños satánicos quedará a expensas de éste. El hombre todavía es seducido como lo fueron nuestros primeros padres. Estas son las palabras que Satanás dijo en aquella ocasión: "serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios..." Y la comunión que tenían con Dios quedó cortada. Y el hombre, en su desobediencia y caída, fue condenado a muerte. Dios les había dicho : "...no comerás, porque el día que comas de él, ciertamente morirás" (Gén. 2:17b) Por lo tanto, como el hombre pecó, el hombre está muerto en sus delitos y pecados. Pero luego, ese mismo Dios tuvo misericordia del hombre caído; y por medio de su Hijo Jesucristo propició la redención del hombre caído: "Por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados" (1 Cor. 15:21-22). Así de fácil es la salvación del hombre: ACEPTAR A JESUCRISTO COMO SU SALVADOR PERSONAL. Sin embargo, hay miles de mormones cegados "por el dios de este siglo... para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios" (2 Cor. 4:4), los cuales no se conforman con la vida eterna ganada por Cristo para ellos en la Cruz del Calvario, sino que quieren ser como dioses. Es decir, hay muchos hombres y mujeres que de nuevo han caído en la vieja mentira del maligno, ¡seréis dioses!.
La Biblia sigue advirtiendo: "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" (1 Juan 4:1), ¡Y otra vez! "Pero aun si nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como ya lo hemos dicho, ahora mismo vuelvo a decir: Si alguien os está anunciando un evangelio contrario al que recibistéis, sea anatema" (Gál. 1:8-9).
En la historia del mormonismo se ve el peligro de seguir a personalidades en vez de adherirse a la doctrina sana de la Biblia. Hay un enorme peligro cuando se quiere poner a los "oráculos vivos" al mismo nivel de la Biblia. Las mismas Sagradas Escrituras nos advierten respecto a discernir los mensajes proféticos y las revelaciones. Ya que pueden proceder de Dios, de los demonios o de los hombres mismos.
Al acercarme al fin de la presente investigación, quiero citar los sabios consejos que la escritora Luisa J. de Walker da en relación al trato que debemos tener con los mormones:
"Hay muchas personas sedientas de Dios entre los misioneros del mormonismo. Los jóvenes van de dos en dos, vendiendo la literatura de su iglesia, y cumpliendo con su misión obligatoria. Ore por ellos, para que Dios les abra los ojos a la verdad. Tómese el tiempo que sea necesario para hacer con ellos un trabajo de evangelismo. No discuta sus doctrinas, pero tampoco permita que ellos dominen completamente la conversación. Tendrán sus sermoncitos, pero fuera de los argumentos particulares que se les han enseñado, generalmente saben muy poco sobre la Biblia. El cristiano puede darle gracias a Dios por haberlos traído a su puerta y compartir con ellos los grandes textos bíblicos sobre la salvación, procurando que ellos mismos los lean. Ellos creen en la oración. Indiscutiblemente hay muchos que aman sinceramente al Señor. Aproveche la oportunidad para invitarlos a que oren con usted para que el Señor los ayude y los ilumine a todos en la comprensión de las Sagradas Escrituras. Puesto que la Biblia es uno de los cuatro libros que su iglesia considera sagrados, recomiéndeles el estudio del Nuevo Testamento en particular. No discuta sobre la fuente de José Smith. Más bien testifique de Cristo, de cómo El se revela actualmente al corazón de los que le buscan y de la salvación que usted ha experimentado al aceptarlo. Trate de guiarlos a aceptar a Cristo como su Salvador, haciéndoles ver que no somos salvos por las buenas obras, sino por la gracia de Dios y la fe en El (Efesios 2:8-9; Romanos 4:5). Es muy posible que algún mormón le cite Ezequiel 37:15-20 para hacerle ver que la Biblia y el Libro de Mormón son los dos palos que se unirían. Ellos toman esto como una profecía de que se habría de escribir el Libro de Mormón. Haga que siga leyendo en la Biblia los versículos siguientes. Al llegar al versículo 22 verá claramente que los dos palos no se refieren a los dos libros, sino a Judá e Israel, que llegarían a ser una sola nación". (C.C., págs. 121-122). Hasta aquí, la cita de la señora Walker.
Amable lector, quizás usted se preguntará: ¿Es posible dejar una secta como la de los mormones? Gracias a Dios, la respuesta es ¡Sí!... Muchos jóvenes que estaban desesperados porque no veían salida a su estado degradado, se aferraron a la tabla salvadora que es Jesús. Creyeron en El. Y Jesús se apiadó de ellos. Y tuvo misericordia de ellos. Porque Jesús ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10). Y todos nosotros nos habíamos descarriado, cada uno por nuestro camino. Unos por caminos aparentemente seguros; otros, por escarpados y afilados riscos, pero todos nos habíamos descarriado y perdido. Dice el profeta Isaías: "todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas el Señor cargó en El el pecado de todos nosotros" (Isa. 53:6). Así, el Señor vuelve a los caminos rectos y seguros a quienes confían en El, a quienes depositan su fe en El, y van a El en demanda de perdón. ¡Querer hacerlo ya es otra cosa!.
Amada Iglesia, ante nosotros tenemos este desafío, ¡Combatir ardientemente por la fe que una vez fue dada a los santos!... ¡No podemos mantenernos en silencio!... ¡No debemos!... Ni nos dejaremos llevar del miedo a hablar por temor a ofender o a causar divisiones, mientras se falsea la fe una vez dada a los santos. Dejar de contender ardientemente por la fe deshonra a Dios, y, aunque puede evitar que surjan sentimientos heridos y egos dañados, destruye almas por las que Cristo murió.
Si el amor de Cristo gobierna nuestros corazones, entonces contenderemos ardientemente por la fe que Él nos ha dado... ¡Ojalá!, que así como las sectas se esfuerzan por esparcir el error, nosotros lo hagamos por dar a conocer la verdad de nuestro Dios.
Así pues, como dice el Señor... ¡¡EL QUE TENGA OIDOS PARA OIR OIGA!!.
http://home.earthlink.net/~hucb/mormones.htm