Re: Que católicos creen en Vassula y quienes no?
Plática del Obispo Felix Toppo de Jamshedpur, India, en el Retiro de la VVeD en Barcelona 2006
"Mi Encuentro con los Mensajes de la Verdadera Vida en Dios
Dios escogió un tiempo en mi vida para derramar sobre mí Su Luz y Su Amor, cuando yo menos lo esperaba. En julio de 2004, tuve contacto, por primera vez, con los Mensajes de la VVeD. Una vez que empecé a leerlos, el poder y el amor de Dios me tomaron por completo. Me encontré misteriosamente fascinado por una alegría interna que no puedo explicar. Terminé de leer todos los Mensajes publicados.
Encontré la misteriosa maravilla de la eterna Realidad Trinitaria y la Grandeza de Su Amor. Espiritualmente, me deleité con los Mensajes sobre el Espíritu Santo, Nuestra Señora y los Diez Mandamientos. Reflexioné, seriamente, sobre los Signos de nuestros Tiempos, las Advertencias de Dios, el Día de la Purificación, el Día del Juicio, el Bautismo de Fuego, las profecías de Daniel y el Apocalipsis, entre otros.
Un día, mientras reflexionaba sobre el “Sacrificio Perpetuo” y la “desastrosa abominación”, pude percibir el estado de pecado que vive el mundo y este pensamiento se convirtió tan vívido, horroroso y nauseabundo para mí, que me sentí muy triste. Sentí compasión por el Señor. Podía sentir Sus Sentimientos de tristeza y dolor. Podía sentir la realidad de la Pasión del Señor. Sentí la necesidad de purificar mi propio corazón, mi vida. Sentí, también, que el mundo estaba en necesidad urgente de hacer grandes reparaciones. Simultáneamente, los Mensajes de la VVeD, se convirtieron para mí, en las Revelaciones de Dios, de una manera renovada.
La Creación Necesita Arrepentirse
Mientras reflexionaba sobre los Mensajes de la VVeD, me di cuenta de que todo el mundo necesita purificación y conversión, el verdadero conocimiento y la auténtica experimentación de Dios y la amorosa unión con Él. El Señor nos dice que el mundo se está hundiendo, cada vez más profundamente, en las arenas movedizas de la Apostasía y el Anticristo, que es el Espíritu de Rebelión y anarquía (27 de junio de 1991).
En esta situación pecaminosa, nuestro Amoroso y Misericordioso Dios está llamando, gritando, suplicando, reprochando y advirtiendo a la gente para que se arrepienta. Jesús dice: “Estoy gritando, tratando de atravesar su sordera para salvarlos, y si les reprocho es debido a la Grandeza del Amor que tengo por ustedes (14 de octubre de 1994). Conciente de su Misericordia, Él viene a advertir a nuestra generación, y, a causa de Su Amor y por el Poder de Su Santo Espíritu de Gracia, viene a llamarnos para que volvamos a nuestros sentidos. El Amor está buscando un regreso de amor (12 de marzo de 1991).
Dios Padre dice: “Mis Advertencias y Mis Llamados hacen eco por toda la tierra, y a pesar de que Mi Dolor es agudo y Mi Justicia ya se está derramando, aún puedo ceder y aceptar el homenaje que Me ofrezcan. Estoy listo a perdonarlos, por la Sangre derramada por Mi Hijo y por Su Sacrificio, si toman Mis Palabras en su corazón” (7 de diciembre de 1992). Dios dice que Él está enviando mensajero tras mensajero para atravesar nuestra sordera. Ahora, ya está cansado de nuestra resistencia, apatía, frialdad, arrogancia e inflexibilidad (18 de febrero de 1993).
A través de los Mensajes de la VVeD, Dios nos está mostrando los pecados de la creación y nos está llamando a arrepentirnos. Siento que somos indiferentes al Llamado del Amor a la creación para su conversión. El objetivo de escoger este tema es recordarnos que debemos ser más concientes de lo que los Mensajes de la VVeD nos dicen y que debemos convertirnos, así como lo hizo el hijo pródigo de la parábola del Evangelio.
La Grandeza del Amor de Dios
En los Mensajes de la VVeD, Dios expresa la Grandeza de Su Amor, miles de veces. Este Mensaje no añade nada nuevo a las Escrituras (10 de diciembre de 1995), las cuales están llenas de los misterios del amor de Dios.
Cuando hablamos de Dios, hablamos de Dios Trino. Hay un Dios que trasciende el mundo y que es Perfección y Amor infinitos. En Dios hay tres Personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Los tres son UNO indivisible, la Deidad. (...)"