Estamos de acuerdoPero el punto, mi estimado Jorge, es ¿Dónde los busca Dios? Es lo que hay que entender, que Dios quiere hallar intercesores entre los hombres, entre su pueblo, entre su iglesia, aquí en la tierra. Y ese es uno de los grandes problemas que hoy en día se están dando en la inmensa mayoría de las congregaciones, que entre ellos no hay intercesores, que los unos no interceden por los otros, y que acuden a terceros, que ya marcharon, dejando de lado a quienes se congregan con ellos. Dios quiere que seamos un cuerpo, que los unos oremos e intercedamos por los otros, que nos unamos en oración y súplica ante Dios, todos juntos, para... todo cuanto para el bien de la Iglesia y cuerpo de Cristo sea necesario. Es lamentable ver, porque un servidor lo ha visto, y seguramente usted también, estar dos orando a un santo o santa, en una capilla, uno al lado del otro, terminar su oración y, con un simple saludo, despedirse del otro, si es que lo hace. Y no, ello no es lo que Dios quiere, ni mucho menos. Lo correcto, lo que Dios hubiese querido, es que ambos orasen e intercediesen ante Dios, por las necesidades de los dos, o de terceros. Recordemos que nos dice Jesucristo: "Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
El Señor nos dé debida luz y entendimiento.
Tiene razón en su observación (es una señal de los tiempos)