Originalmente enviado por: OSO
Dios les bendiga.
Muy interesante cada comentario y muy dentro de mi comparto en base a mi experiencia que la mujer es llamada por Dios al igual que el varón para el ministerio que El en su potestad ha dado a cada convertido al evangelio.
Dios nos hace un llamado al ministerio que El desea en su soberanía sea para nosotros de edificación al cuerpo de Cristo, mas debemos amoldarnos y dejarnos guiar por la Palabra y por Su Santo Espíritu. El ministerio mas grande otorgado a varones, mujeres y niños cristianismo de todos los tiempos es el de la reconciliación del mundo para con Dios, a saber a través de la predicación de la Palabra, es la labor mas excelsa que nos ha sido encomendada y en esto debemos participar todos por igual y no creo exista algún inconveniente sexual respecto a su puntual cumplimiento, de hecho no lo hay.
En cuanto a la enseñanza, el mayor enseñará al menor, el docto al indocto, y en el servicio el mayor es el que sirve; todos podemos y debemos exhortar, en cuanto al pastoreo que creo es el punto álgido hay en el mundo pastoras y pastores cuidando los rebaños de ovejas y podríamos extrapolar esto a la iglesia, mas en la iglesia se espera que el varón tome la responsabilidad sobre la mujer, sobre la familia y por el llamamiento del Señor en cuanto al pastoreado. Ideal sería que el pastor esté realmente apoyado por su mujer y que los hijos de este bendecido matrimonio estén a su vez en sujeción.
Pero ¿que es lo que llegamos a ver?. Un pastor de poco carácter cuya mujer ejerce una constante influencia en él, sus decisiones están mediadas por la constante intervención de ella quien en vez de apoyarlo pareciera quererlo mas bien dirigir en todo momento, digámoslo de este modo, es quien realmente mueve los hilos de una congregación.
También existe el caso del “varón ausente”, aquí no hay varón que levante cabeza y una mujer es la que tiene que hacer y ver por el rebaño lo que un varón dormido no ha podido o querido hacer.
Existe el caso también que una mujer virtuosa y realmente talentosa vaya opacando otras figuras masculinas y sea ella finalmente la que controle o determine una situación
Hay de todo, pero para mi de acuerdo a lo que he leído, aprendido y visto lo ideal es que el marcapasos de la congregación sea un varón ungido de Dios con su mujer en perfecta sujeción espiritual y sus hijos se sujeten a ella en el sentido bíblico de la Palabra.
La historia del centurión romano de quien Cristo Jesús se maravilló por su fe mas grande que la fe encontrada en todo Israel, está basada en la certeza de ser él mismo alguien con y bajo autoridad. Para poder tener autoridad es necesario estar bajo autoridad y en muchos casos lamentablemente “la cruz” de mas de una hermana es que ella guarde silencio y diga “amén”.
En caso de no existir un varón así-lamentablemente puede suceder-es que algo sucede en tal congregación y si buscamos y le pedimos al Señor discernir sobre el particular es posible que nos encontremos una situación de falta de sujeción (personal o congregacional); cuando lo ideal, lo dispuesto por Dios, no esta presente en nuestra vida o en la vida comunitaria de un grupo de cristianos es hora de buscar con lámpara “levadura”, “raíces de amargura”, “pecado oculto””rebeldía”...etc; Pero si aun con esto El Señor nos muestra que es una mujer quien debe de llevar “la batuta” (varones muy ancianos, enfermos – y aun si hay enfermos y debilitados, preguntarnos ¿por qué es que los hay? ) Hay ministerios preciosos de mujeres que enseñan la Palabra con denuedo como evangelistas, misioneras, líderes de células, maestras; Mas la figura paterna del pastoreado creo es difícil, al menos para mí y lo digo con toda sinceridad ser cambiada por una figura materna por mas dones que esta tenga.
Finalmente quiero decir que el pastor con todo sus defectos y sus años encima tiene la estima de la congregación y nos resta apoyarlo y como aquel centurión lleno de fe someternos a la autoridad pues por Dios ha sido puesta. Dejemos que los varones se comprometan en sus ministerios, estimulémosles a tomar su responsabilidad, su compromiso; mujeres y niños y varones todos de rodillas para que nuestros pastores puedan estar de pie.
Dios les bendiga y si mis palabras han herido o lastimado a alguna preciosa hermana perdón anticipado Dios sabe que esa no es mi intención.
Saludos.