SEÑOR
A. Nombres
1. kurios (kuvrio", 2962), propiamente adjetivo, que significa la posesión de poder (kuros) o autoridad. Se utiliza como nombre, y se traduce en la Escritura bien como «amo» o «señor», siendo un título de amplio significado que aparece en cada uno de los libros del NT, excepto en Tito y las Epístolas de Juan. Se utiliza: (a) de un propietario, como en Lc 19.39, cf. Mt 20.8; Hch 16.16; Gl 4.1; o de uno que tiene cosas a su disposición, como el sábado (Mt 12.8); (b) de un amo, esto es, alguien a quien debe prestársele servicio por cualquier razón (Mt 6.24; 24.50; Ef 6.5); (c) de un emperador o rey (Hch 25.26; Ap 17.14); (d) de ídolos, en sentido irónico (1 Co 8.5, cf. Is 26.13); (e) como título de respeto dirigido a un padre (Mt 21.30), un marido (1 P 3.6), un amo (Mt 13.27; Lc 13.8), un gobernante (Mt 27.63), un ángel (Hch 10.4; Ap 7.14); (f) como título de cortesía dirigido a un extraño (Jn 12.21; 20.15; Hch 16.30); desde el comienzo de su ministerio, esta fue la forma común de tratamiento dada al Señor Jesús, tanto por el pueblo (Mt 8.2; Jn 4.11), como por sus discípulos (Mt 8.25; Lc 5.8; Jn 6.68);
(g) kurios es la forma en que la LXX (Septuaginta) y el NT traducen el hebreo Jehová, véase Mt 4.7; Stg 5.11; y también Adon, Señor (Mt 22.44), y Adonai, Señor (1.22); también se utiliza para traducir Elohim, Dios (1 P 1.25).
«Así, la utilización de la palabra en el NT sigue dos líneas principales: una –a–f, común y general, y la otra, g, peculiar de los judíos, derivada de la traducción griega del AT.
»El mismo Cristo asumió este título (Mt 7.21,22; 9.38; 22.41-45; Mc 5.19; cf. Sal 66.16, el pasaje paralelo de Lc 8.39 tiene «Dios»; Lc 19.31; Jn 13.13), evidentemente en el sentido más elevado de su uso corriente, y al mismo tiempo sugiriendo sus asociaciones veterotestamentarias.
»Su propósito no se hizo evidente a los discípulos hasta después de su resurrección y la consiguiente revelación de su Deidad. Tomás, cuando se dio cuenta del significado de la presencia de una herida mortal en el cuerpo de un hombre viviente, de inmediato lo unió con el título absoluto de la Deidad, diciendo: «Señor mío, y Dios mío» (Jn 20.28). Después de ello, excepto en Hch 10.14 y Ap 7.14, no hay registro de que kurios volviera a ser utilizado por los creyentes para dirigirse a nadie excepto a Dios y al Señor Jesús; cf. Hch 2.47 con 4.29,30.
»Cuán pronto y totalmente fue dejado a un lado el sentido inferior se puede ver en la declaración de Pedro en su primer sermón después de la resurrección: «Dios le ha hecho Señor» (Hch 2.36), y la hecha en casa de Cornelio, «este es Señor de todos» (10.36; cf. Dt 10.14; Mt 11.25; Hch 17.24). En sus escritos se confirman las implicaciones de su primitiva enseñanza. Así se aplica al Señor Jesús el Sal 34.8, «Gustad y ved que es bueno Jehová», véase 1 P 2.3; y «A Jehová de los ejércitos, a Él santificad» (Is 8.13), se transforma en «santificad al Señor Cristo en vuestros corazones» (1 P 3.15, siguiendo los mejores textos, vm; en tr aparece theon, «Dios», rv, rvr).
»Lo mismo Santiago, que utiliza kurios igualmente de Dios (Stg 1.7, cf. v. 5; 3.9; 4.15; 5.4,10,11), y del Señor Jesús (1.1, donde no debiera pasarse por alto la posibilidad de que kai sea empleada epexegéticamente, o sea = esto es; cf. 1 Ts 3.11; 2.11, lit., «Nuestro Señor Jesucristo de gloria», cf. Sal 24.7; 29.3; Hch 7.2; 1 Co 2.8; 5.7,8), mientras que el lenguaje de 4.10; 5.15 es igualmente aplicable a ambos.
»Judas (v. 4), habla de «nuestro único Señor, Jesucristo» y, acto seguido (v. 5), utiliza «Señor» de Dios (véase aquí la notable nota marginal), al igual que más adelante (vv. 9,14).
»Pablo ordinariamente emplea kurios para designar al Señor Jesús (1 Co 1.3, p.ej.), pero también ocasionalmente designando a Dios, en citas del AT (1 Co 3.20, p.ej.), y en sus propias palabras (1 Co 3.5, cf. v. 10). Es igualmente apropiado para ambos en 1 Co 7.25; 2 Co 3.16; 8.21; 1 Ts 4.6, y, si 1 Co 11.32 ha de interpretarse por 10.21,22, es el Señor Jesús a quien se hace referencia, pero si por Heb 12.5-9, entonces kurios es aquí asimismo = Dios. Primera Ti 6.15,16 debe entenderse probablemente como refiriéndose al Señor Jesús; cf. Ap 17.14.
»Aunque Juan no utiliza «Señor» en sus Epístolas, y aunque, al igual que los otros evangelistas, utiliza generalmente el nombre personal en la narración, sin embargo se refiere ocasionalmente a Él como «el Señor» (Jn 4.1; 6.23; 11.2; 20.20; 21.12).
»El pleno significado de esta asociación de Jesús con Dios bajo una sola designación, «Señor», se ve cuando se recuerda que estos hombres pertenecían a la única raza monoteísta del mundo. La asociación con el Creador de alguien conocido como criatura, por muy exaltada que fuera, aunque era cosa posible para los filósofos paganos, era totalmente imposible para un judío.
»No se registra que en los días de su carne ninguno de sus discípulos se dirigiera al Señor, o hablara de Él, empleando su nombre personal. Cuando Pablo tiene ocasión de referirse a los hechos de la historia evangélica habla de lo que el Señor Jesús dijo (Hch 20.35), e hizo (1 Co 11.23), y sufrió (1 Ts 2.15; 5.9,10). Es nuestro Señor Jesús que viene (1 Ts 2.19, etc.). En la oración también se da el título (3.11; Ef 1.3); al pecador se le invita a creer en el Señor Jesús (Hch 16.31; 20.21), y a los santos a mirar al Señor Jesús para la liberación (Ro 7.24,25), y en los pocos casos excepcionales en los que el nombre personal aparece solo siempre se puede discernir una razón en el contexto inmediato.
»El título «Señor», dado al Salvador, reposa en su pleno significado sobre la resurrección (Hch 2.36; Ro 10.9; 14.9), y solo se entra en su realidad en el Espíritu Santo (1 Co 12.3)» (de Notes on Thessalonians, de Hogg y Vine, p. 25).
Vine, W.E., Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, (Nashville: Editorial Caribe) 2000, c1999.