Re: PREGUNTA PARA LOS TJ ¿HAN LEIDO A RAYMOND FRANZ?
Jesus nunca se dirigio a Dios como Jehova en sus oraciones sino como Padre.
Este un comentario de Raymond, verificalo:
Cuando estaba con sus discípulos en la noche anterior a su muerte, tanto al hablar con ellos como en una larga oración Jesús se refirió al ―nombre‖ de Dios cuatro veces.[56] Sin embargo, durante toda esa noche, llena de consejos y exhortaciones a sus discípulos, y en oración, no se encuentra referencia alguna a que Él hubiese utilizado el nombre ―Jehová‖. Más bien, empleó de manera consistente la designación ―Padre‖, ¡haciéndolo alrededor de cincuenta veces! Cuando murió al día siguiente, el no exclamó el nombre ―Jehová‖, sino que dijo: ―Dios mío, Dios mío‖, y en sus palabras finales dijo: ―Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu‖.[57] Como cristianos, ¿el ejemplo de quién debemos seguir? ¿El de una confesión religiosa del siglo veinte, o el que manifestó el Hijo de Dios en un momento tan crucial?
El que Jesus mencione las palabras "glorifica tu nombre" y otras similares, no significa necesariamente que dijo "Jehova sea glorificado", mira lo que dice Perspicacia sobre la palabra nombre:
¿Qué implica el conocer el nombre de Dios?
La creación material da testimonio de la existencia de Dios, pero no revela cuál es su nombre. (Sl 19:1; Ro 1:20.) Conocer el nombre de Dios significa más que un simple conocimiento de la palabra. (2Cr 6:33.) En realidad, significa conocer a la Persona: sus propósitos, actividades y cualidades según se revelan en su Palabra. (Compárese con 1Re 8:41-43; 9:3, 7; Ne 9:10.)
Mira lo que dice Vine:
Nombre onoma (ὄνομα, G3686) , se utiliza: (1) en general del nombre con el que se nombra a una persona o cosa (p.ej., Mc 3.16, 17: «puso por sobrenombre», lit. «añadió el nombre»; 14.32, lit.: «cuyo nombre es Getsemaní»); traducido en ocasiones como «llamado» (p.ej., Luk_1:5 «llamado Zacarías», lit. «de nombre»); en el mismo v.: «se llamaba Elisabet», lit. «el nombre de ella», sobrentendiéndose elípticamente «era»; Act_8:9 «llamado Simón»; 10.1: «llamado Cornelio», lit. «por nombre Cornelio». El nombre se da en lugar de la realidad en Rev_3:1: En Phi_2:9, el nombre representa «el título y la dignidad» del Señor, como en Eph_1:21 y Heb_1:4; (II) de todo lo que un nombre implica, de autoridad, carácter, rango, majestad, poder, excelencia, etc., de todo lo que el nombre cubre;
Conocer el nombre de Dios no es necesariamente saber que es "Jehova", sino saber la autoridad, carácter, rango, majestad, poder, excelencia de Dios que Jesus nos lo dio a conocer, y a eso se referia Jesus, y la prueba esta en que ningun manuscrito tiene el nombre de Dios.
Saludos.
Como te dije, no hay prueba de que el nombre de Dios estuviera ahi, todo lo demas son conjeturas, no existe ningun manuscrito con Jehova, si Dios se hubiera preocupado para que lo tengamos, estaria ahi.Estás equivocado, como ya te mostré antes. Jesús mencionó el Nombre muchas veces. También lo hicieron sus apóstoles y demás discípulos. Los judíos tenían mucho temor de pronunciar el Nombre y más que respeto, tal temor se había llegado a convertir en superstición.
Existen escritos judíos de aquella época que atribuyen a Jesús el poder de hacer milagros por el uso del Nombre de Dios. Si ellos mismos como veladores del Nombre y enemigos de Jesús (a quien creían un mesías impostor) declaran como hacedor de milagros y reconocen que usaba el Nombre sagrado ... ¿no es esta una prueba factible de que él sí usó el Nombre?
Como ves:
lo mencionó directamente cuando hacía citas directas del AT;
lo usó cuando ejecutaba milagros y
según él mismo, lo dió a conocer en su ministerio:
Mat.6:9 ”Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera:
”‘Padre nuestro [que estás] en los cielos, santificado sea tu nombre.
Juan 12:28 Padre, glorifica tu nombre”. Luego vino una voz del cielo: “[Lo] glorifiqué, y también [lo] glorificaré de nuevo”.
... 17:6 ”He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste del mundo. Tuyos eran, y me los diste, y han observado tu palabra. 7 Ahora han llegado a conocer que todas las cosas que me diste vienen de ti; 8 porque los dichos que me diste se los he dado, y ellos los han recibido y ciertamente han llegado a conocer que yo salí como representante tuyo, y han creído que tú me enviaste. 9 Hago petición respecto a ellos; no hago petición respecto al mundo, sino respecto a los que me has dado; porque tuyos son [...] 25 Padre justo, el mundo, por cierto, no ha llegado a conocerte; pero yo he llegado a conocerte, y estos han llegado a conocer que tú me enviaste. 26 Y yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos, y yo en unión con ellos.”
Rom.15:7 Por lo tanto, recíbanse con gusto unos a otros, así como el Cristo también nos recibió con gusto a nosotros, con gloria a Dios en mira. 8 Porque digo que Cristo realmente llegó a ser ministro de los circuncisos a favor de la veracidad de Dios, para confirmar las promesas que Él hizo a los antepasados de ellos, 9 y para que las naciones glorificaran a Dios por su misericordia. Así como está escrito: “Por eso te reconoceré abiertamente entre las naciones y ciertamente tocaré melodía a tu nombre”. 10 Y de nuevo dice: “Alégrense, oh naciones, con su pueblo”. 11 Y otra vez: “Alaben a Jehová, naciones todas, y alábenlo pueblos todos”. 12 Y otra vez dice Isaías: “Habrá la raíz de Jesé, y habrá uno que se levante para gobernar naciones; en él cifrarán su esperanza naciones”. 13 Que el Dios que da esperanza los llene de todo gozo y paz por el creer de ustedes, para que abunden en la esperanza con poder de espíritu santo.
Heb.2:10 Porque le fue propio a aquel por cuya causa todas las cosas son y mediante el cual todas las cosas son, al llevar a la gloria a muchos hijos, perfeccionar mediante sufrimientos al Agente Principal de su salvación. 11 Porque tanto el que está santificando como los que están siendo santificados, todos [emanan] de uno solo, y por esta causa él no se avergüenza de llamarlos “hermanos”, 12 como dice: “Declararé tu nombre a mis hermanos; en medio de [la] congregación te alabaré con canción”. 13 Y otra vez: “Tendré mi confianza en él”. Y otra vez: “¡Miren! Yo y los hijitos, los cuales Jehová me dio”.
Jesus nunca se dirigio a Dios como Jehova en sus oraciones sino como Padre.
Este un comentario de Raymond, verificalo:
Cuando estaba con sus discípulos en la noche anterior a su muerte, tanto al hablar con ellos como en una larga oración Jesús se refirió al ―nombre‖ de Dios cuatro veces.[56] Sin embargo, durante toda esa noche, llena de consejos y exhortaciones a sus discípulos, y en oración, no se encuentra referencia alguna a que Él hubiese utilizado el nombre ―Jehová‖. Más bien, empleó de manera consistente la designación ―Padre‖, ¡haciéndolo alrededor de cincuenta veces! Cuando murió al día siguiente, el no exclamó el nombre ―Jehová‖, sino que dijo: ―Dios mío, Dios mío‖, y en sus palabras finales dijo: ―Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu‖.[57] Como cristianos, ¿el ejemplo de quién debemos seguir? ¿El de una confesión religiosa del siglo veinte, o el que manifestó el Hijo de Dios en un momento tan crucial?
El que Jesus mencione las palabras "glorifica tu nombre" y otras similares, no significa necesariamente que dijo "Jehova sea glorificado", mira lo que dice Perspicacia sobre la palabra nombre:
¿Qué implica el conocer el nombre de Dios?
La creación material da testimonio de la existencia de Dios, pero no revela cuál es su nombre. (Sl 19:1; Ro 1:20.) Conocer el nombre de Dios significa más que un simple conocimiento de la palabra. (2Cr 6:33.) En realidad, significa conocer a la Persona: sus propósitos, actividades y cualidades según se revelan en su Palabra. (Compárese con 1Re 8:41-43; 9:3, 7; Ne 9:10.)
Mira lo que dice Vine:
Nombre onoma (ὄνομα, G3686) , se utiliza: (1) en general del nombre con el que se nombra a una persona o cosa (p.ej., Mc 3.16, 17: «puso por sobrenombre», lit. «añadió el nombre»; 14.32, lit.: «cuyo nombre es Getsemaní»); traducido en ocasiones como «llamado» (p.ej., Luk_1:5 «llamado Zacarías», lit. «de nombre»); en el mismo v.: «se llamaba Elisabet», lit. «el nombre de ella», sobrentendiéndose elípticamente «era»; Act_8:9 «llamado Simón»; 10.1: «llamado Cornelio», lit. «por nombre Cornelio». El nombre se da en lugar de la realidad en Rev_3:1: En Phi_2:9, el nombre representa «el título y la dignidad» del Señor, como en Eph_1:21 y Heb_1:4; (II) de todo lo que un nombre implica, de autoridad, carácter, rango, majestad, poder, excelencia, etc., de todo lo que el nombre cubre;
Conocer el nombre de Dios no es necesariamente saber que es "Jehova", sino saber la autoridad, carácter, rango, majestad, poder, excelencia de Dios que Jesus nos lo dio a conocer, y a eso se referia Jesus, y la prueba esta en que ningun manuscrito tiene el nombre de Dios.
Saludos.