señor pabloblanco
señor pabloblanco
Estimado señor:
Agradezco su procupación por mi salvación y mis conocimientos lo cual habla grandemente de su persona. Espero pueda estar a la altura de tan insignes espectativas y proyectos, y voy a empezar esmerándome en escribir con todos los atributos que hacen honor a la lengua del Quijote, lo cual incluye la correcta acentuación de los vocablos. De otro modo, ante su buena dispensación a no insultar ni provocar y dada su aparente cultura me veo impelido a contestarle con cierta extensión.
Dice usted que el cristianismo de los primeros siglos cambió el mundo debido a su “conciencia social”. Bueno señor, eso es mucho mas que discutible. Ya es bastante discutible que cambiara el mundo pero resulta muy improbable que lo hiceran a través de una “conciencia social”. En primer lugar no creo que los cristianos antiguos supieran lo que significaba “conciencia social”, o lo que es lo mismo “cambiar el mundo”, lo cual sea a mejor o a peor es una enseñanza que se opone diametralmente a las propias escrituras biblicas, en concreto se opone a lo Cristo enseñó: “Mi reino no es de este mundo” o “ellos no son del mundo como yo no soy del mundo”. Es decir, que aún siendo los cristianos supuesta luz del mundo por “iluminar” no están sin embargo en este mundo para cambiar el mundo, puesto que no sólo no pertenecen al mundo, sino que además este mundo lo juzgó Jesús (Juan 12:31) y habrá de ser destruido en el Fin del Apocalipsis. Puede que Cristo viniera a salvar al mundo, pero a todo el que haya de creer en él, no a “todos”, sino que vino a salvar a los suyos, a los que oyen su voz, a la oveja perdida (Mateo 15:24), a aquellos que el Padre le dio en sus manos (Juan17:9). Por otro lado, una ironía que Jesús viniera a cambiar el mundo cuando no le importa mucho ignorarlo por completo en sus oraciones (Juan 17:9... “Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos.”)
La cuestión es clara y en ninguna parte vemos a Jesús rogando a Dios para que el mundo cambiara. ¿Por qué? Porque un mundo sujetado a corrupción (Rom 8:21) por el pecado de Adán (Rom 5:14), juzgado por Cristo por su obra (Juan 12:31) y con el hacha pendiendo de un hilo sobre su cogote ante la perspectiva del fin de los tiempos donde los “elementos habrán de ser deshechos” (1 Pedro 3:10-12), es un mundo que francamente tienes pocas espectativas en cuanto a lo que su forma, costumbres y naturaleza actuales concierne, en las cuales incluyo necesariamente su aclamada conciencia social. Esto es, nulas perspectivas desde el punto de vista bíblico como para preocuparse de “arreglarlo”.
Le decía que si aquello era dificil, más improbable aún es que los cristianos tengan “conciencia social”. El término de “conciencia social” es un término que no significa otra cosa mas que ser consciente de una colectividad. El hombre por su propia naturaleza es consciente y sabe que hay “otros”, y desde que el mundo es mundo los seres humanos han formado comunidades o colectivos (de los cuales la familia directa ha sido el más representativo) sobre los que se han apoyado para desarrollarse y vivir. El hombre per sé es un individuo “consciente social.” Así está hecha la vida. Existen otros y yo me relaciono con ellos. Quiere esto decir que preocuparse por los demás y ayudarles no es marca registrada de los cristianos —por cierto, las reformas fundamentales del siglo XIX que vinieron de mano de personas que no eran cristianas como Bismark, Lloyd George o Clement Richard fueron el embrión de la Seguridad Social y el moderno Estado de bienestar subsiguientes— y la conciencia social actual es claro ejemplo de ello. El socialismo y comunismo son claros ejemplo de ello. La creencia general es: “podemos aprender de los errores, y podemos cambiar el mundo porque somos lo suficientemente inteligentes y buenos para hacerlo”. De hecho, si recopilamos información nos damos cuenta de que los mayores empujes por esa línea provinieron de grandes movimientos que abarcaron no a “tal o cual cristiano”, sino a zonas enteras del planeta, a países enteros. Por ejemplo la Revolución Francesa (para la mentalidad de hoy en día Francia es ejemplo de sociedad avanzada y muy progresista) fue el baluarte de todo este movimiento en Europa. Lo que quiero decir es que el análisis sociológico, la psicología social y la “asistencia social” son a las sociedades modernas como la esclavitud lo era en la época de los romanos. Es decir, son cosas propias del desarrollo y cauces propio que ha ido experimentado la sociedad, cosas que han venido de la mano de las estructuras y condicionamientos históricos en los que las sociedades se han visto envueltas y han sucumbido a ellas: a medida que se han producido cambios se han producido supuestos avances propios de una cultura social ahora protegida y amiga de la “cultura del bienestar”. Mismos perros con diferente collar.
Como ve no estoy negando que el verdadero cristianismo no tenga una participación más o menos acertada o activa en los avances sociales de la sociedad moderna, mas bien estoy negando que sea la fuerza impulsora principal. Cuando hablo de verdadero cristianismo exceptúo de ello a instituciones que se han mezclado con el mundo del mismo modo que la católica lo ha hecho desde que nació en el siglo III. No, el motor de los cambios sociales actuales ha sido la linea impuesta por los acontecimientos históricos, y los acontecimientos históricos suceden porque hay “otros”, hay seres humanos que viven e interactúan entre sí y con el medio que les rodea. Llegó un punto en que las personas se hartaron de la esclavitud y opresión de la Iglesia Católica y con ello vino una revolución. Pero el motor no fue la Iglesia Católica o un gran cristiano. El motor fue el tiempo. Fue un cristianismo cristalizado que ponía grilletes lo que obligó a toda la sociedad a unirse contra él, pero se enfrentaron contra ese cristianismo porque el tiempo había desarrollado las herramientas y quizás la mentalidad para que el cambio pudiera producirse. Porque los reformadores (y esto lo pasan por alto muchos cristianos), tenían tras de sí a poderosos príncipes con poderosas armas y ejércitos para secundar su rebelión religiosa. Sí, la sangre derramada llegaba hasta el freno de los caballos, y aunque todo ello provino de supuestas buenas razones, recelo de ello como de las ratas de alcantarilla. A fin de cuentas no creo que Dios estuviera contento con ninguna de las dos partes. Porque la Iglesia Católica, que en su día podría haberse visto como la enemiga de Dios hoy es el mayor baluarte de ayuda y misión social a nivel mundial, sólo eclipsada por el todopoderoso protestantismo norteamericano y sus muchos dólares.
Así pues no me venga con ese libelo de que grandes cristianos cambiaron el mundo. Porque para usted Lutero puede ser el no va más de “grande cristiano” pero para mí fue tan “grande cristiano” como el papa que intentaba darle caza. Y de los demás que mencionó usted, me gustaría mirar la cara de Dios y ver el gesto que pone. “Yo digo dice que mi reino no es de este mundo, y aquí tenemos a algunos grandes que creen que yo estoy aquí para cambiarlo”. Quiero decirle de nuevo que Jesús dejó claro que su Reino (el Reino de Dios) no era de este mundo. Y ahí hay algo. Yo diría que hay mucho. Sobre todo lo que veo es que Jesús no fue un revolucionario social. Mas bien creo que fue un revolucionario espiritual, cosas entre las cuales tercia gran diferencia, y la diferencia es que un revolucionario espiritual pone primero lo espiritual. Un revolucionario social sólo lucha para sí mismo (a lo mejor incluso también para otros) para mejorar su calidad de vida, y de “rebote” cambia el mundo. Y claro, señor, si nos ponemos ahora a hablar de calidades de vida y hablamos de una época anterior, de los oscuros años de dominación católica, le aseguro que había “grandes cristianos”, gente muy pía y mística como quizás no ha habido ni habrá... pero la pobreza y la desigualdad seguían ahí, lo cual quiere decir que los grandes hombres cristianos no cambian el mundo porque han de confluir circunstancias y razones para que cambie la estructura social de las naciones. El lema a aprender de esto sería algo así como: el mundo se basta para el mundo. ¡Como se frotará las manos Satanás mientras algunos intentan cambiar lo que es suyo!
Pero quedando estos conceptos al menos claros para mí (si los meditara, puede que hasta para usted) podemos ahora ver lo positivo en lo que dijo, porque también lo hay.
Lo positivo es esto: que debido a este extraño matrimonio que no acabo de entender entre entre fe cristiana y estado moderno hay que reconocer a la FUERZA el papel que ha representado el cristianismo en la historia social y política. Encontramos a los cristianos divididos en las discusiones que tuvieron lugar a lo largo del siglo XIX a raíz del tema de la esclavitud y donde se usaron argumentos de la Biblia. Yo más bien diría que surgieron primero ideologías que originaron diversas revoluciones políticas y sociales en los siglos XIX y XX y luego grupos cristianos se vieron inmersos en todo ello, y no viceversa. Hubieron tendencias que buscaban conciliar el cristianismo con los cambios sociales, y sólo hay algunos casos (pocos, pero hay que reconocerlos) donde el movimiento surgiera en la propia persona. Gandhi sin ir más lejos decía que actuaba en el espíritu de Jesucristo y un tal Martin Luther King fundamentó sus enseñanzas y su programa político en el Sermón de la Montaña (al menos eso decía). Sería extraño no encontrar entre tanta persona no haya alguna de fe que denuncie las terribles desigualdades existentes en zonas del Tercer Mundo (costándoles la vida en varias ocasiones, como fue el caso de monseñor Romero en El Salvador.) Ahora bien, no muchos cristianos admitirían el cristianismo de estos casos. Yo, siendo gnóstico, no los considero cristianos, sino algo así como “revolcuionarios de fe”.
Con esto lo que queremos decir es que llegamos a conclusiones que puede que no guste a más de uno, a saber:
Según el espíritu del Nuevo Testamento y las palabras que nos han llegado del propio Jesús y sus apóstoles no es cierto que el cristianismo exija al cristiano un “compromiso social” (se entiende mejor que “conciencia social”, porque esta es común a todo ser humano como dijimos antes) en absoluto.
El hecho de que algunos hombres y/o mujeres de fe hayan propiciado movimientos para ayudar a otros no es signo en absoluto de que no haya igualmente un gran número de personas con igual o mejor predisposición a ayudar al prójimo que no se meterían bajo la bandera del cristianismo.
Y dejo claro dos puntos, por si alguno ha malinterpretado mis palabras.
1) Soy una persona contenta y feliz por vivir en un país desarrollado, democrático y con servicios sociales.
2) Prefiero vivir en este país que vivir en Irak.
Con esto quiero dejar claro que puede que sea un individuo “jóven, ignorante y que deba adquirir más conocimientos”, pero no soy idiota en lo que a cuidar de mi piel concierne, supongo que como usted mismo, forista pabloblanco.
No obstante, y para su tranquilidad intentaremos en lo sucesivo “progresar en conocimientos”.
Saludos cordiales