Re: PORQUE USTED NO DEBE CREER EN LA TRINIDAD
"...escucha israel,jeovah NUESTRO DIOS, el señor UNO ÉS!!!!!!!" Palabras de Jesus ,al que vino muestrar la verdad !
"...vino jesus,se puso en medio de ellos y dijo:Salam wa3alaykum!!
bonito aporte hermano! gracias pero....No soy dado a escribir en foros, puesto que cuando se opina en ellos, existe por lo general una forma candentemente inadecuada de responder. Es decir, sino es enojo, alguna clase de molestia, o con frecuencia hay burla y a veces hasta desprecio.
No me ofendo por nada de lo que se diga sobre alguna de mis opiniones expresadas, pero el problema de tratar con personas que no se dirigen a ti de manera cristiana, es que hay no una verdadera apertura a un tema, y además Dios no nos envió a pelear de la forma expuesta. Por lo general muchos dicen ser abiertos, y que el hecho de que se expresen de la forma que se les acusa no tiene que ver con lo otro, sin embargo la práctica no revela por lo general lo que se dice en defensa de la manera de expresarse. Los argumentos no dejan de ser fuertes solo porque alguien "grite", o diga muchas cosas excepto responder a sabiamente a un tema. Incluso no sería de extrañar que aun con lo escrito hasta acá, salga alguien que se defienda diciendo que lo mío son excusas, y ahí iremos de nuevo... nunca hay razón.
El hermano que expresa cómo varias historias del bíblicas fueron tergiversadas en otras culturas para acomodarlas a ideales corruptos posteriores a la revelación divina, como lo es la naturaleza de Dios, son completamente válidos. El que en Babilonia, Egipto, Medo-Persia, Grecia, Roma, China, Japón, India, etc., se creyese en una trinidad, no hace la creencia de la así llamada trinidad como creemos los cristianos, como algo pagano, corrupto, y antibíblico. Por ejemplo, muchas otras culturas tienen leyendas de un diluvio universal pero con sus respectivos trasfondos particulares propios expuestos en ellas, mencionando un tipo de embarcación que salvó a varias personas de dicho diluvio. También hay historias de una virgen dando a luz a un salvador que destruiría el poder del Dios serpiente. Todo muy parecido a referencias como Génesis 3:15, el nacimientos de Cristo y la derrota que le infligió a Satanás en vida y al morir en el Calvario, y a Apocalipsis 12, etc. Es más, el diseño del templo de Salomón como está en las Escrituras es muy parecido al que tenían los egipcios, precediéndolo por más de 450 años. ¿Quiere decir eso que el diseño de Salomón del templo fue tomado de un modelo pagano de Egipto? ¿Quiere decir que el diluvio es una creencia pagana? ¿La historia de un Salvador que derrotaría a la serpiente? Por supuesto que no. ¿Puede ser posible no negar que el trasfondo bíblico sobre las historias que están en otras culturas paganas es la correcta, y que la trinidad no aunque ellas las tengan? Por supuesto que no, hasta que se haya hecho un estudio cuidadoso de todos los textos bíblicos que traten sobre el tema.
La crítica moderna utiliza el argumento de que la Biblia es solo una historia más de folklore, pero de origen judío, al ver la similitud de muchas de las creencias paganas con relación a la Biblia. Más bien, la única razón para estas similitudes la encontramos en Génesis 11, cuando Dios confundió la lengua de los que se congregaron en Babel para construir la torre, esparciéndose por todas partes del mundo, haciendo su propia cultura, y al conocimiento común que todos tenían de la naturaleza del Dios verdadero, del diluvio, de la venida del Mesías por medio de María para vencer a Satanás, fueron corrompidos con otros nombres y extraponiéndoles un trasfondo personal, pagano. En efecto, una enorme mayoría de las lenguas antiguas donde precisamente se hayan estas historias bíblicas pero tergiversadas, tienen una enorme similitud en su forma de escritura temprana,y algunas hasta tardía. La respuesta está, como dijésemos, en la confusión de Babel en Génesis 11.
En cuanto a la trinidad, el término no es correcto, porque se presta a confusiones, como el hecho de la idea del politeísmo. Las Escrituras no utilizan ese término, pero encontramos varias cosas interesantes sobre su naturaleza (de Dios).
Dios es uno en el sentido de unidad, es decir, tres seres que conforman una unidad llamada Dios, y por ello, el término trinidad no cabe en Dios, porque eso sería decir que son tres dioses, algo que Él no desea que lo consideremos de esa forma a la hora de rendirle homenaje y adoración. La idea es que hemos de ver a Dios no como tres dioses diferentes, sino rendirle adoración como a un solo Dios. Dicho de otro modo, Serían tres seres divinos que son considerados individual y en conjunto como ‘Dios’, y no ‘Dioses’, como se ha pretendido en ciertos grupos de creyentes y no creyentes. Esta es la forma más fácil que conozco en que puede explicarse de esta forma el que Dios sean tres seres divinos que son uno a la vez. Ahora, y sin el afán de querer ofender a nadie, el que a mi no me entre la idea, ese no es mi problema, sino de la persona a quien no le entra.
Para lograr definir hasta donde nos sea posible esta cuestión tan importante de las Escrituras, iniciaremos con el primer texto de la Biblia que nos menciona a Dios:
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Génesis 1:1.
La palabra “bârâ'”, que significa literalmente creó, en éste texto está en singular, y se usa solamente como una acción hecha por Dios. La importancia de éste verbo en el singular salta a la vista cuando notamos que el término para Dios, “'ĕlôhîym”, denota pluralidad.
El vocablo “'ĕl”, significa Dios en una estricta forma singular (véanse Génesis 14:20; 16:13; 21:33; 33:20; 35:11; Números 24:8), mientras que “hîym” denota pluralidad. Veamos otros ejemplos del uso de “'ĕlôhîym” para Dios Todopoderoso en otros textos de las Escrituras:
Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día que creó (“bârâ'”) Dios [‘ĕlôhîym] al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella. Deuteronomio 4:32.
No hay necesidad de análisis textual para comprender la naturaleza de la unicidad de Dios en este texto, puesto que los términos creó (“bârâ'”) Dios [‘ĕlôhîym] dominan toda la frase con respecto a la persona de Dios, tal como vimos en el análisis de Génesis 1:1.
Ahora, ésta no es la única forma en que se muestra en la Biblia a Dios (‘ĕlôhîym) realizando una acción (“bârâ'”) en singular. Véase por ejemplo el siguiente texto a considerar:
¿Ha oído pueblo alguno la voz [qôl] de Dios [‘ĕlôhîym], hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer? Deuteronomio 4:33.
Dicho caso especifica a Dios en plural (‘ĕlôhîym), mientras que el vocablo voz (qôl), está en singular.
Es cierto que esa forma de expresión es muy común en el hebreo, aún en el español, el inglés y otros muchos idiomas. Por ejemplo, “la voz de la familia”, establece el sentir y expresión de todos los miembros de una familia, o “la voz del pueblo”; pero no podemos dudar de que familia y pueblo hacen un solo ente, que es trascendente cuando comunica su pensar en una sola voz, o cualquier otra acción. Esto es muy significativo cuando hablamos del colectivo que denominamos Dios.
Ahora bien, hay textos que muestran el uso de “'ĕlôhîym” en divinidades paganas, y colocando su caracterización en plural, denotando así el uso del vocablo como dioses. Véanse por ejemplo los siguientes textos donde se da ese uso, y de los cuales analizaremos algunos:
No tendrás dioses [‘ĕlôhîym] ajenos delante de mí. Exodo 20:3.
Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses [‘ĕlôhîym] que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Exodo 32:1.
En el siguiente versículo, encontramos un detalle sumamente interesante, con relación a la identificación de la personalidad de Dios, y eso es, que el término “'ĕlôhîym”, es usado con un adjetivo plural absoluto, otros, cuyo vocablo hebreo es (“'achêr”).
Y todo lo que os he dicho, guardadlo. Y nombre de otros [“'achêr”] dioses [‘ĕlôhîym] no mentaréis, ni se oirá de vuestra boca. Exodo 23:13.
Ahora, tomando en cuenta el texto anterior con relación a “otros (“'achêr”) dioses [‘ĕlôhîym], y comparándolo con Génesis 1:1, en donde la fórmula creó Dios, establece una distinción importante al texto anterior, leemos:
En el principio creó [“bârâ'”] Dios [‘ĕlôhîym] los cielos y la tierra. Génesis 1:1.
Como mencionásemos en otro lugar, el término creó está en singular, para referirse a Dios (‘ĕlôhîym), que denota una pluralidad de seres que en conjunto conocemos como Dios. Sin embargo, en el texto de Exodo 23:13 que ya leímos, se utiliza otros en plural, y el término (‘ĕlôhîym) en plural, estableciendo así, otros dioses.
Algunos han tratado, reconociendo que en el término “'ĕlôhîym” hay varias entidades, y no solo una, que el texto de Génesis 1:1 debería traducirse como, En el principio los dioses creó. Sin embargo, cuando encontramos que el término creó está en singular, y ‘ĕlôhîym es plural, para denotar al Dios Todopoderoso, en lugar de decir En el principio los dioses crearon, evidentemente Dios nos quiere comunicar, que aunque él conforma más de un Ser Todopoderosos, no desea que lo consideremos como varios dioses, sino como uno solo; tres seres que conforman una unidad que se llama Dios. Mientras que para algún dios ajeno a él, el vocablo “'ĕlôhîym” significará dioses. De ahí que las diferentes traducciones que existen trascriban el vocablo como Dios, y en mayúscula, para el Dios verdadero de las Sagradas Escrituras, y dioses, para los dioses falsos.
El término plural “'ĕlôhîym”, de donde su desinencia (parte final de la palabra) denota pluralidad, no indica en el texto original del así llamado Antiguo Testamento cuántos seres hay en Dios, sin embargo, eso lo profundizaremos más adelante.
Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses [‘ĕlôhîym] tan cercanos (“qârôb”) a ellos como lo está Jehová (YHWH) nuestro Dios [‘ĕlôhîym] en todo cuanto le pedimos? Deuteronomio 4:7.
En este texto, vemos repetido una vez más el fenómeno que explicábamos antecedentemente: que “'ĕlôhîym” es usado en referencia a dioses ajenos con un elemento plural que le identifica de algún modo (cercanos), que en hebreo es un adjetivo plural absoluto (qârôb); mientras que para el Dios verdadero (‘ĕlôhîym), se utiliza algo que le identifica como un Dios único aún cuando se presente el elemento plural que le identifica (‘ĕlôhîym), y éste es, su nombre “YHWH”, que ha sido reemplazado en algunas versiones por la designación de “Jehová”, y cuya pronunciación con sus respectivas vocales es desconocida al menos hasta ahora. Por lo pronto, el hecho de que el texto que estamos considerando utilice un solo nombre para identificar al “'ĕlôhîym” verdadero, establece una vez más una singularidad en la pluralidad de personas en Dios, a diferencia de la pluralidad de las divinidades paganas mencionadas en el texto.
Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. Deuteronomio 4:28.
El texto original en lugar de utilizar la frase “hechos de manos de hombres”, utiliza la frase “obra de manos de hombres”.
Hay casos en donde se menciona a Dios como uno solo absoluto (‘ĕlôahh), y no como una unicidad. Un ejemplo de ello está en Deuteronomio 32:17:
Sacrificaron a los demonios, y no a Dios (‘ĕlôahh); A dioses (‘ĕlôhîym) que no habían conocido, A nuevos dioses venidos de cerca, Que no habían temido vuestros padres. Deuteronomio 32:17.
La segunda vez que se presenta dioses acá en el texto de la Reina Valera de 1960, es una inclusión hecha por los traductores para resaltar el hecho de que los “nuevos”, son los dioses mencionados. Esta aclaratoria es para recalcar la no introducción de “‘ĕlôhîym” en ese lugar, por no encontrarse en el original por segunda vez.
…para que pidiesen misericordias del Dios [‘ĕlôahh] del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia. Daniel 2:18.
A ti, oh Dios [‘ĕlôahh] de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey. Daniel 2:23.
Pero hay un Dios [‘ĕlôahh] en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama. Daniel 2:28.
Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios ['ĕlôahh] del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. Daniel 2:37.
Ahora bien, el término hebreo “'ĕlôahh” puede referir también a personas, como en el caso de 1 Crónicas 24:5:
Los repartieron, pues, por suerte los unos [‘ĕlôahh] con los otros [‘ĕlôahh]; porque de los hijos de Eleazar y de los hijos de Itamar hubo príncipes del santuario, y príncipes de la casa de Dios. 1 Crónicas 24:5.
Baal llamado “elohim”
¿Qué en el caso de Baal, el cuál es llamado “‘ĕlôhîym” en el Antiguo Testamento? Dice el pasaje:
Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios [‘ĕlôhîym] es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle. 1 Reyes 18:27.
Y le dijo: Así ha dicho Jehová: Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub dios [‘ĕlôhîym] de Ecrón, ¿no hay Dios [‘ĕlôhîym] en Israel para consultar en su palabra? No te levantarás, por tanto, del lecho en que estás, sino que de cierto morirás. 2 Reyes 1:16.
Entonces el ángel de Jehová habló a Elías tisbita, diciendo: Levántate, y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria, y diles: ¿No hay Dios [‘ĕlôhîym] en Israel, que vais a consultar a Baal-zebub dios [‘ĕlôhîym] de Ecrón? 2 Reyes 1:3.
Los casos anteriores presentan Baal como “‘ĕlôhîym”, dando a entender que el vocablo puede ser utilizado para señalar a un solo ser, sin embargo, el término hebreo “haBBü`älîm” (הבעלים), que significa los baales, se encuentra una cantidad de veces en el Antiguo Testamento (Jueces 2:11; 3:7; 8:33; 10:6, 10; 1 Samuel 7:4; 12:10; 1 Reyes 18:18; 2 Crónicas 34:4; Jeremías 2:23; 9:14; Oseas 2:13, 17), o “laBBü`älîm” (לבעלים), que también se traduce como los baales (2 Crónicas 17:3; 24:7; 28:2; 33:3; Oseas 11:2).
Un diccionario bíblico nos dice que Baal fue, “El nombre de un dios cananeo de la tormenta y del trueno. Estos creían que los baales vivían en lugares o casas santas (como árboles, cumbres de montes y rocas, manantiales), y hablaban de cada uno de esos dioses locales como el Baal, el “señor”. El AT los menciona a menudo, donde Baal aparece en su forma plural: baales (Jue. 2:11; 3:7; 8:33; etc.). Fueron considerados deidades naturales que cuidaban de la vegetación y del aumento de los rebaños y del ganado”. (Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo Día, p. 125, artículo “Baal”).
Textos que denotan un pronombre plural desde una pluralidad divina
En referencia al Dios verdadero, la Biblia también utiliza el término “elohim” acompañado de un pronombre plural, o también, solo un pronombre, pero en forma plural, veamos:
Alégrese Israel en su Hacedor; Los hijos de Sion se gocen en su Rey. Salmos 149:2.
El término hebreo para Hacedor en este pasaje, es “`öSäyw” (עשׂיו), que significa hacedores. Esto es consistente con el término utilizado para Dios, “elohim”.
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; Eclesiastés 12:1.
La palabra Creador, es en hebreo “Bôºr•´Êºkä” (בוראיך), que se traducir como creadores.
Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Isaías 54:5
La palabra marido es en hebreo “bö`álaºyik•” (בעליך), y significa señores, o maridos, mientras que Hacedor es “`öSaºyik•” (עשׂיך), que significa hacedores. Todo esto es consistente con Génesis 1:26, cuando dice, Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…
Pleito tiene Jehová con Judá para castigar a Jacob conforme a sus caminos; le pagará conforme a sus obras. En el seno materno tomó por el calcañar a su hermano, y con su poder venció al ángel. Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros. Oseas 12:2-4.
La primera vez que aparece el término ángel en este pasaje, no es parte del original. En realidad, el texto debe decir, venció a Dios “elohim”. Al final del pasaje, es muy significativo que diga, y allí habló con nosotros “`immäºnû” (עמנ). Esto nos indica una vez más, la pluralidad de Dios. Cuando Jacob venció a Dios, el texto se refiere al ángel que luchó con él (Génesis 32:22-32, cf. v. 30). Obviamente, aunque en ese momento estuviese presente uno, Él recibe el nombre de “elohim” porque es Dios. Cuando el texto dice, habló con nosotros, es una referencia a Dios, denotando una vez más pluralidad.
Deuteronomio 6:4
El caso de Deuteronomio 6:4 es muy particular, porque parece indicar que Dios es uno solo, y nada más:
“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”.
Ya vimos por el idioma hebreo en diferentes pasajes de las Escrituras, que Dios es plural, pero es visto al mismo tiempo como uno solo. Esto es de vital importancia para el entendimiento de éste pasaje. Por otra parte, la palabra uno en el versículo, es la palabra “ejad” (אחד), la cual denota una unidad compuesta, como por ejemplo, en el relato de la creación, las aguas había de ser colocadas en un solo lugar (ejad) (Génesis 1:5). La unión del hombre con la mujer, formarían una (ejad) sola carne (Génesis 2:24). La reunión de varias personas, forman un (ejad) pueblo (Génesis 11:6; 34:16). Existen muchos más ejemplos en las Escrituras, donde “ejad” significa unidad compuesta (véanse Génesis 41:25, 26; Éxodo 24:3; 26:11; 36:18; etc.), pero también es cierto que la palabra puede usarse para designar uno absoluto (Génesis 22:2; 27:45; Éxodo 8:31; 9:6; Levítico 16:8; Números 7:15; Nehemías 5:18; etc.). Sin embargo, al haberse demostrado que Dios es plural, por decirlo de alguna forma, no cabe duda de que “ejad” en Deuteronomio 6:4 denota una unidad compuesta. Otra palabra que es utilizada como unidad compuesta es “yahid” (יחד), y se encuentra una gran cantidad de veces en el Antiguo Testamento (1 Samuel 11:11; 2 Samuel 10:15; Esdras 4:3; Salmo 49:2; Isaías 22:3; 43:26; Jeremías 48:7), singularmente también aparece (véanse Isaías 27:4). En cambio, “yajid” (יחיד) es unidad absoluta (Jueces 11:34; Salmo 22:20 (única vida); 35:17 (única vida); etc.). La pregunta es, ¿por qué no utiliza Deuteronomio 6:4 “yajid” en lugar de “ejad”? Las razones ya están plasmadas en lo que hemos estudiado.
El uso del término hebreo “'ĕlôhîym”, también se aplica a los magistrados o dirigentes de un grupo o nación en particular:
En toda clase de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando alguno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces [‘ĕlôhîym]; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo. Exodo 22:8.
No injuriarás a los jueces [‘ĕlôhîym], ni maldecirás al príncipe de tu pueblo. Exodo 22:27.
El uso del término hebreo “'ĕlôhîym”, también se aplica a los magistrados o dirigentes de un grupo o nación en particular:
En toda clase de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando alguno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces [‘ĕlôhîym]; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo. Exodo 22:8.
No injuriarás a los jueces [‘ĕlôhîym], ni maldecirás al príncipe de tu pueblo. Exodo 22:27.
Otro asunto importantísimo, es el hecho de que “elohayim” representa una dualidad, es decir, la unidad de dos entes, sin embargo elohim denota tres o más, que en el caso de Dios para saberlo, se deben ver los textos concernientes al Dios Todopoderoso para poder darnos cuenta a cuántos se refiere.
Conclusión
Luego del estudio del término hebreo “elohym” en las Escrituras como indicando una unidad de seres divinos que se llaman Dios, y del uso de los términos “ejad” y “yahid”, denotando que el primero es unidad compuesta, y el segundo unidad absoluta, y que Deuteronomio 6:4 utiliza el término compuesto para referirse a Dios, no podemos más que concluir que el Dios es uno, pero no único. Y que ninguna posición sobre si Dios es uno compuesto o absoluto puede determinarse sin antes haber realizado un análisis profundo de los textos en cuestión.
Sobre el Espíritu Santo, expreso de forma resumida:
Según Juan 16:27, 28, Jesús proviene del Padre:
pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios. Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.
El vocablo griego para salí, es “exérjomai” (ἐξέρχομαι), y si bien es diferente del expresado en Juan 15:26 con respecto al Espíritu Santo, “ekporeuomai” (ἐκπορεύομαι), tiene el mismo significado de salir. Por ende, así como Jesús salió del Padre, igual el Espíritu Santo:
Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
El Espíritu Santo tiene personalidad (Juan 16:7-14; Hechos 15:28; Romanos 8:26; 15:30; Efesios 4:30; 1 Corintios 12:3, 11). Tiene acciones como las de cualquier un ser viviente (Hechos 1:16; 5:3, 9; 7:51; 8:28; 1 Corintios 2:10). Se le identifica como Dios (Hechos 5:3, 4; 1 Corintios 3:16; 6:19). Por esta razón, no puede decirse que el espíritu del hombre, que no es un ser inmaterial dentro del cuerpo, sea igual al Espíritu de Dios (Romanos 8:16; 1 Corintios 2:10, 11). Es por esta misma razón que el Espíritu del Señor no es lo mismo que la mente del Señor (Isaías 40:13; cf. Romanos 11:34; 1 Corintios 2:16).
Así, cuando las Escrituras hablan del recibimiento del espíritu de Cristo cuando Él iba a expirar, debemos recordar que su cuerpo humano debía tenerlo (Lucas 23:46; Gálatas 4:6; Hechos 2:2-4; 2 Tesalonicenses 2:8).
El nombre de Jesús y del Padre escrito en la frente de los 144.000 (Apocalipsis 14:1), es algo que establece la morada del Padre y del Hijo a través del Espíritu Santo (Juan 14:23).
Así como el Padre es referido como el único Dios (1 Timoteo 2:5), así también el Hijo aparece como Dios mismo, y único Dios (Tito 2:13; 2 Pedro 1:1; Judas 21-25). Por ello, el que el Padre y el Hijo hagan morada en el ser humano, y por otra parte sea el Espíritu Santo, no quiere decir que el Espíritu Santo es el Padre y el Hijo omnipresentes.
Dios Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo aparecen mencionados en conjunto, y si el Hijo no es el mismo Padre, igual con el Espíritu Santo (Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14; Efesios 4:4-8; 1 Pedro 1:2; etc.).
Respecto de que el texto de Mateo 28:19 no aparece en el así conocido como evangelio hebreo de Shem Tov, el cual se supone es una copia del manuscrito que se encontraba en Alejandría, debemos decir que Shem Tov fue un polemista judío que declaró que haría una investigación donde demostraría que Jesús no era Dios según las Escrituras, para mantener el monoteísmo, por lo cual no podemos confiar en su aparente trascripción de dicho evangelio de Mateo, porque ya determina un prejuicio por parte del personaje que citamos.
El Espíritu Santo es el mismo Yahvé (Hechos 28:25-27; cf. Isaías 6:8-10).
En cuanto al hecho de que varios pasajes bíblicos muestran tan solo al Padre y al Hijo, esto es para efectos del plan de salvación (Mateo 16:27; 24:36; Marcos 8:38; 13:32; Lucas 9:26; 1 Timoteo 5:21).
Jesucristo intercede por nosotros, siendo nuestro único mediador (Romanos 8:34; 1 Timoteo 2:5). La intercesión del Espíritu Santo por nosotros (Juan 20:22; Romanos 8:26, 27), no lo hace Jesucristo mismo, puesto que su función es la de convencer de pecado, de justicia y de juicio (Juan 16:8-10), y esto nos comunica su obra en el plan de salvación, así como podemos interceder orando por otros, pero Jesucristo es el único intercesor en el santuario celestial (Hebreos 8:1, 2; etc.).
El Espíritu Santo no es el mismo Cristo, ni el Padre mismo, porque se menciona como otro que sería enviado por el Padre en el nombre de Jesús:
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. (Juan 14:16).
Es cierto que era costumbre de Jesús referirse a Sí Mismo en tercera persona (Mateo 8:20; 9:4-6; 10:23; 11:17; 12:7, 8, 32, 40; 13:41; 16:28; 17:9, 11, 12, 22; 18:11; 19:28; 20:18, 28; 24:30, 44; 25:13, 31; 26:1, 2, 24, 45, 64; Marcos 2:10, 28; 8:31, 38; 9:9, 31; 10:33, 45; 13:26; 14:21, 41, 62; Lucas 5:24; 6:5; 7:34; 9:21, 22, 26, 44, 56, 58; 11:30; 12:8-10, 40; 17:24, 30; 18:8; 19:10; 21:27; 22:22, 48, 69; 24:7; Juan 1:51; 3:13-15; 5:26, 27; 6:27, 61-62; 8:28; 12:23, 34; 13:31, etc.), y por ende podía referirse al Espíritu Santo como a Él mismo, sin embargo, ningún pasaje donde Cristo habló de Él mismo en tercera persona, tiene el vocablo otro, del griego “allos” (a;llon), que significa otro no siendo el mismo ente que habla, pero “allos” significa otro de la misma naturaleza, y Jesús era Dios. “Allos” aparece en el sentido dicho en muchos otros pasajes del Nuevo Testamento (Marcos 10:12; 12:4, 5; Lucas 7:20; 1 Corintios 1:16; etc.).
Conclusión
El Espíritu Santo no es ni una fuerza activa de Dios impersonal, ni es Jesucristo mismo pero omnipresente, sino Dios mismo, pero diferente del Padre y del Hijo, siendo los tres un conjunto de seres divinos llamados Dios.
Toda la explicación anterior es sobre mi libro sobre la divinidad de Dios, presentado en forma muy resumida.
Ahora, si persisten las dudas por otros textos no contemplados, no pretendo agotar el tema, por espacio, pero esto es con el fin de dejar la inquietud de que la Biblia no es un libro que se toma a la ligera, y que debe ser estudiado cuidadosamente, con humildad y el mayor deseo de conocer y practicar la voluntad de nuestro Creador.
El hablar de Jesucristo concierne algo mucho más detallado. Por lo que dejo la inquietud para estudiar el tema. No sé si en el futuro presentaré algo por acá sobre el particular.
Por lo pronto, me imagino que aun con todo lo escrito, van a darse comentarios contra todo esto que no consideren todo su contenido, y que diran que - "bastará con solo una líneas para refutar todo", o sin opinar mucho, decir solo que, -"es basura", ó, -"trinitario engañado", etc. Por otra parte, textos bíblicos no muy bien analizados y fuera de contexto, y quizás unos pocos nada más, a pesar de la advertencia de que no se desea agotar el tema, y la excusa de que no lo hice porque sé que hay otros textos que no defienden la postura expresada, que no toco los textos sobre Jesucristo porque sé que dejan caer la doctrina pluralista de Dios, etc.
Contará el estudio hecho con amor, humildad, el deseo de conocer y enseñar la Palabra de Dios, y por ende, que los argumentos bíblicos estén bien fundamentados. El significado original de los textos es de vital importancia para una mucho mejor comprensión de este tema tan importante, pero no solo eso, porque el uso de las lenguas originales aun cuando se mencionen es a veces tan mal utilizado, que no expresa la verdad de lo que las escrituras nos dice. Debe verse la palabra del original en sus varios usos en la Biblia, la gramática, etc.
Que Dios les bendiga.
"...escucha israel,jeovah NUESTRO DIOS, el señor UNO ÉS!!!!!!!" Palabras de Jesus ,al que vino muestrar la verdad !
"...vino jesus,se puso en medio de ellos y dijo:Salam wa3alaykum!!