Porque no creo en un Dios personal Cristiano

Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

Carlos, ¿dónde aparece la progresión Finonacci en la naturaleza? ¿alguna otra evidencia de diseño consciente, que sea tan "apaubullante e irrefutable" como ésta?

Salud.



A cada elemento de esta sucesión se le llama número de Fibonacci. Esta sucesión fue descrita en Europa por Leonardo de Pisa, matemático italiano del siglo XIII también conocido como Fibonacci. Tiene numerosas aplicaciones en ciencias de la computación, matemáticas y teoría de juegos. También aparece en configuraciones biológicas, como por ejemplo en las ramas de los árboles, en la disposición de las hojas en el tallo, en la flora de la alcachofa y en el arreglo de un cono.
Contenido
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http://es.wikipedia.org/wiki/Sucesi%C3%B3n_de_Fibonacci

La sucesión de Fibonacci en la naturaleza

Los machos de una colmena de abejas tienen un árbol genealógico que cumple con esta sucesión. El hecho es que los zánganos, el macho de la abeja, no tiene padre (1), pero sí que tiene una madre (1, 1), dos abuelos, que son los padres de la reina (1, 1, 2), tres bisabuelos, ya que el padre de la reina no tiene padre (1, 1, 2, 3), cinco tatarabuelos (1, 1, 2, 3, 5), ocho trastatarabuelos (1, 1, 2, 3, 5, 8) y así sucesivamente, cumpliendo con la sucesión de Fibonacci.


También en el caparazón del Nautilus está la sucesión de fibonacci.

http://www.ite.educacion.es/formacion/enred/web_espiral/naturaleza/vegetal/fibonacci/fibonacci.htm

Pero los números de la sucesión de Fibonacci van a sorprender a todos los biólogos.

Como muy bien nos enseña la filotaxia, las ramas y las hojas de las plantas se distribuyen buscando siempre recibir el máximo de luz para cada una de ellas. Por eso ninguna hoja nace justo en la vertical de la anterior. La distribución de las hojas alrededor del tallo de las plantas se produce siguiendo secuencias basadas exclusivamente en estos números.

El número de espirales en numerosas flores y frutos también se ajusta a parejas consecutivas de términos de esta sucesión: los girasoles tienen 55 espirales en un sentido y 89 en el otro, o bien 89 y 144.

Las margaritas presentan las semillas en forma de 21 y 34 espirales.

Y cualquier variedad de piña presenta siempre un número de espirales que coincide con dos términos de la sucesión de los conejos de Fibonacci, 8 y 13; o 5 y 8.

Parece que el mundo vegetal tenga programado en sus códigos genéticos del crecimiento los términos de la sucesión de Fibonacci.


Rectángulos de Fibonacci y espiral de Durero

Rectángulos de Fibonacci

Podemos construir una serie de rectángulos utilizando los números de esta sucesión.

Empezamos con un cuadrado de lado 1, los dos primeros términos de la sucesión.

Construimos otro igual sobre él. Tenemos ya un primer rectángulo Fibonacci de dimensiones 2 x1.

Sobre el lado de dos unidades construimos un cuadrado y tenemos un nuevo rectángulo de 3x2.

Ssobre el lado mayor construimos otro cuadrado, tenemos ahora un rectángulo 5x3, luego uno 5x8, 8x13, 13x21...

Podemos llegar a rectángulo de 34x55, de 55x89...

Cuanto más avancemos en este proceso más nos aproximamos al rectángulo aureo.

Hemos construido así una sucesión de rectángulos, cuyas dimensiones partiendo del cuadrado (1x1), pasan al rectángulo de dimensiones 2x1, al de 3x2, y avanzan de forma inexorable hacia el rectángulo áureo.

Si unimos los vértices de estos rectángulos se nos va formando una curva que ya nos resulta familiar. Es la espiral de Durero. La espiral de nuestro logotipo.

Una espiral, que de forma bastante ajustada, está presente en el crecimiento de las conchas de los moluscos, en los cuernos de los rumiantes... Es decir, la espiral del crecimeinto y la forma del reino animal.

Fibonacci sin pretenderlo había hallado la llave del crecimiento en la Naturaleza.
girasol2.jpg
200px-NautilusCutawayLogarithmicSpiral.jpg

La Razón Aurea en la Naturaleza.

Podemos establecer una relación con Phi en la distancia de los diferentes planetas del sistema solar al sol, en las semillas del girasol, en las proporciones morfológicas de una abeja, en la temperatura corporal de los animales y en una infinidad de fenómenos naturales. A continuación y por cuestiones de espacio, solo detallaremos una de éstas relaciones del número de oro con la naturaleza.


http://asusta2.com.ar/2008/07/06/el-numero-de-oro-la-razon-aurea/

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Sal 19:1 «Al Músico principal: Salmo de David» Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Sal 19:2 Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

algunos videos no salieron....

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Sal 19:1 «Al Músico principal: Salmo de David» Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Sal 19:2 Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

algunos videos no salieron....
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Sal 19:1 «Al Músico principal: Salmo de David» Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Sal 19:2 Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

Se me olvidó este video, aunque no tiene audio...

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Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

EN MI HUMILDE RAZONAMIENTO, TRATRE DE DECIR POR QUE CREO EN UN DIOS CREADOR.-
EL FILÓSOFO británico Antony Flew fue durante cincuenta años un ateo de gran prestigio entre sus colegas. Su trabajo “Theology and Falsification” (Teología y falsificación), que apareció en 1950, “se convirtió en la publicación filosófica más reimpresa del siglo [XX]”. En 1986 se dijo que Flew era “el más agudo de los críticos contemporáneos en contra del teísmo” (la creencia en Dios o en deidades). De modo que muchos se escandalizaron cuando, en 2004, anunció que había cambiado de parecer.
¿Qué lo impulsó a dar ese paso? En pocas palabras: los avances científicos. Flew se convenció de que el universo, las leyes de la naturaleza y la vida misma no pueden haber surgido por pura casualidad. ¿Se trata de una conclusión lógica?

El físico y divulgador científico Paul Davies señala que la ciencia realiza una magnífica función explicando fenómenos físicos como la lluvia. Pero matiza: “Cuando se trata de [...] planteamientos como ‘¿Por qué existen las leyes naturales?’, la cosa cambia. Los descubrimientos científicos específicos no inciden demasiado en estos tipos de cuestiones: muchos de los grandes interrogantes continúan inmutables desde el principio de la civilización y todavía nos preocupan”.

“Lo importante no es que haya regularidades en la naturaleza —escribió Flew en 2007—, sino que estas regularidades sean matemáticamente precisas, universales e interdependientes. Einstein las llamó ‘la razón encarnada’. Lo que debemos preguntarnos es cómo fue posible que la naturaleza tuviera estas características. Hombres de ciencia, desde Newton hasta Einstein pasando por Heisenberg, se han planteado y respondido esta cuestión. Su respuesta es la Mente de Dios.”

Lo cierto es que muchos científicos reputados no consideran acientífico creer en una Primera Causa inteligente. Por otro lado, decir que el universo, sus leyes y la vida se presentaron por casualidad no satisface el intelecto. La vida diaria nos dice que el diseño, en especial si es altamente complejo, exige la existencia de un diseñador.


Aunque a los nuevos ateos les guste enarbolar la bandera de la ciencia, el hecho es que ni el ateísmo ni el teísmo se apoyan exclusivamente en ella. Tanto uno como otro exigen fe en algo: el ateísmo en el ciego azar y el teísmo en una Primera Causa inteligente. Los nuevos ateos promueven la idea de que “toda fe religiosa es fe ciega”, señala John Lennox, profesor de Matemáticas en la Universidad de Oxford (Inglaterra). Y añade: “Debemos subrayar con insistencia que están equivocados”. La cuestión es entonces la siguiente: ¿qué fe se mantendrá en pie, la del ateo, o la del creyente? Pensemos, por ejemplo, en el origen de la vida.

Los evolucionistas admiten sin reparos que el origen de la vida sigue siendo un misterio, a pesar de las innumerables y contrapuestas teorías. Un destacado nuevo ateo, Richard Dawkins, afirma que en virtud de los incontables planetas que deben existir en el universo, es lógico que la vida apareciera en alguno de ellos. Pero muchos científicos renombrados no están tan seguros. John Barrow, profesor de la Universidad de Cambridge, dice que la creencia en “la evolución de la vida y de la mente” llega a “callejones sin salida en cada estadio evolutivo. Hay tantas formas en que la vida puede cesar de evolucionar en un entorno complejo y hostil que sería pura arrogancia suponer que, simplemente contando con carbono suficiente y tiempo suficiente, todo es posible”.

Conviene también recordar que la vida es más que una amalgama de componentes químicos; está basada en información de extrema complejidad, que se halla codificada en el ADN. Por tanto, cuando hablamos del origen de la vida también nos referimos al origen de la información biológica. Y ¿qué se requiere para generar información compleja? En una palabra: inteligencia. ¿Sería posible que el azar produjera información compleja como la de un programa de computadora, una fórmula algebraica, una enciclopedia o una simple receta de cocina? Por supuesto que no. Sin embargo, su complejidad palidece ante la sofisticación y la eficacia de la información almacenada en el código genético de los organismos vivos.

Paul Davies explica que según los ateos, “el universo es como es, misteriosamente, solo que permite la vida”. “De ser diferente —argumentan ellos—, no estaríamos aquí hablando del tema. Puede que el universo tenga o no una unidad subyacente profunda, pero desde luego no tiene diseño ni propósito, por lo menos ninguno que nosotros veamos.” Davies puntualiza: “La ventaja de esta postura es que es fácil de sostener, tan fácil que se puede utilizar para escurrir el bulto”, es decir, se trata de una manera conveniente de eludir la cuestión.

En su obra <cite>Evolution: A Theory in Crisis</cite> (La evolución: una teoría en crisis), el biólogo molecular Michael Denton expone que la teoría de la evolución “se parece más a un principio de astrología medieval que a una teoría científica seria”. Asimismo, tilda a la evolución darwiniana de ser uno de los mayores mitos de la historia moderna.

La realidad es que suena a ciencia ficción llamar al azar la Primera Causa. Imaginemos que cierto arqueólogo viera un pedrusco más o menos cuadrado. Seguramente atribuiría su forma a la casualidad, y es lógico. Pero si luego encontrara el busto de un ser humano esculpido con todo detalle, ¿diría que es obra de la casualidad? No. Su mente lógica le diría: “Alguien ha hecho esto”. Utilizando un razonamiento semejante. La Biblia asegura: “Toda casa es construida por alguien, pero el que ha construido todas las cosas es Dios” (Hebreos 3:4) ¿Está usted conforme con esta afirmación?

“Cuanto más sabemos del universo [...], la idea de un Dios Creador que lo diseñó inteligentemente adquiere mayor credibilidad como inferencia a la mejor explicación de por qué estamos aquí”, admite el profesor Lennox.

Por desgracia, entre las cosas que socavan la creencia en Dios figuran los abusos perpetrados en su nombre. Como consecuencia, hay quienes han llegado a la conclusión de que la humanidad estaría mejor sin religión. ¿Qué opina usted?
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

EN MI HUMILDE RAZONAMIENTO, TRATRE DE DECIR POR QUE CREO EN UN DIOS CREADOR.-
EL FILÓSOFO británico Antony Flew fue durante cincuenta años un ateo de gran prestigio entre sus colegas. Su trabajo “Theology and Falsification” (Teología y falsificación), que apareció en 1950, “se convirtió en la publicación filosófica más reimpresa del siglo [XX]”. En 1986 se dijo que Flew era “el más agudo de los críticos contemporáneos en contra del teísmo” (la creencia en Dios o en deidades). De modo que muchos se escandalizaron cuando, en 2004, anunció que había cambiado de parecer.
¿Qué lo impulsó a dar ese paso? En pocas palabras: los avances científicos.
Flew se convenció de que el universo, las leyes de la naturaleza y la vida misma no pueden haber surgido por pura casualidad
. ¿Se trata de una conclusión lógica?

El físico y divulgador científico Paul Davies señala que la ciencia realiza una magnífica función explicando fenómenos físicos como la lluvia. Pero matiza: “Cuando se trata de [...] planteamientos como ‘¿Por qué existen las leyes naturales?’, la cosa cambia.
Los descubrimientos científicos específicos no inciden demasiado en estos tipos de cuestiones: muchos de los grandes interrogantes continúan inmutables desde el principio de la civilización y todavía nos preocupan”.

“Lo importante no es que haya regularidades en la naturaleza —escribió Flew en 2007—, sino que estas regularidades sean matemáticamente precisas, universales e interdependientes. Einstein las llamó ‘la razón encarnada’. Lo que debemos preguntarnos es cómo fue posible que la naturaleza tuviera estas características. Hombres de ciencia, desde Newton hasta Einstein pasando por Heisenberg, se han planteado y respondido esta cuestión. Su respuesta es la Mente de Dios.”
Lo cierto es que muchos científicos reputados no consideran acientífico creer en una Primera Causa inteligente. Por otro lado, decir que el universo, sus leyes y la vida se presentaron por casualidad no satisface el intelecto.
La vida diaria nos dice que el diseño, en especial si es altamente complejo, exige la existencia de un diseñador.


Aunque a los nuevos ateos les guste enarbolar la bandera de la ciencia, el hecho es que ni el ateísmo ni el teísmo se apoyan exclusivamente en ella.
Tanto uno como otro exigen fe en algo: el ateísmo en el ciego azar y el teísmo en una Primera Causa inteligente
. Los nuevos ateos promueven la idea de que “toda fe religiosa es fe ciega”, señala John Lennox, profesor de Matemáticas en la Universidad de Oxford (Inglaterra). Y añade: “Debemos subrayar con insistencia que están equivocados”. La cuestión es entonces la siguiente: ¿qué fe se mantendrá en pie, la del ateo, o la del creyente? Pensemos, por ejemplo, en el origen de la vida.

Los evolucionistas admiten sin reparos que el origen de la vida sigue siendo un misterio, a pesar de las innumerables y contrapuestas teorías. Un destacado nuevo ateo, Richard Dawkins, afirma que en virtud de los incontables planetas que deben existir en el universo, es lógico que la vida apareciera en alguno de ellos.
Pero muchos científicos renombrados no están tan seguros. John Barrow, profesor de la Universidad de Cambridge, dice que la creencia en “la evolución de la vida y de la mente” llega a “callejones sin salida en cada estadio evolutivo. Hay tantas formas en que la vida puede cesar de evolucionar en un entorno complejo y hostil que sería pura arrogancia suponer que, simplemente contando con carbono suficiente y tiempo suficiente, todo es posible”.

Conviene también recordar que la vida es más que una amalgama de componentes químicos; está basada en información de extrema complejidad, que se halla codificada en el ADN. Por tanto, cuando hablamos del origen de la vida también nos referimos al origen de la información biológica. Y ¿qué se requiere para generar información compleja? En una palabra: inteligencia. ¿Sería posible que el azar produjera información compleja como la de un programa de computadora, una fórmula algebraica, una enciclopedia o una simple receta de cocina? Por supuesto que no. Sin embargo, su complejidad palidece ante la sofisticación y la eficacia de la información almacenada en el código genético de los organismos vivos.

Paul Davies explica que según los ateos, “el universo es como es, misteriosamente, solo que permite la vida”. “De ser diferente —argumentan ellos—, no estaríamos aquí hablando del tema. Puede que el universo tenga o no una unidad subyacente profunda, pero desde luego no tiene diseño ni propósito, por lo menos ninguno que nosotros veamos.” Davies puntualiza: “La ventaja de esta postura es que es fácil de sostener, tan fácil que se puede utilizar para escurrir el bulto”, es decir, se trata de una manera conveniente de eludir la cuestión.

En su obra <cite>Evolution: A Theory in Crisis</cite> (La evolución: una teoría en crisis), el biólogo molecular Michael Denton expone que la teoría de la evolución “se parece más a un principio de astrología medieval que a una teoría científica seria”. Asimismo, tilda a la evolución darwiniana de ser uno de los mayores mitos de la historia moderna.

La realidad es que suena a ciencia ficción llamar al azar la Primera Causa. Imaginemos que cierto arqueólogo viera un pedrusco más o menos cuadrado. Seguramente atribuiría su forma a la casualidad, y es lógico. Pero si luego encontrara el busto de un ser humano esculpido con todo detalle, ¿diría que es obra de la casualidad? No. Su mente lógica le diría: “Alguien ha hecho esto”. Utilizando un razonamiento semejante. La Biblia asegura: “Toda casa es construida por alguien, pero el que ha construido todas las cosas es Dios” (Hebreos 3:4) ¿Está usted conforme con esta afirmación?

“Cuanto más sabemos del universo [...], la idea de un Dios Creador que lo diseñó inteligentemente adquiere mayor credibilidad como inferencia a la mejor explicación de por qué estamos aquí”, admite el profesor Lennox.
Por desgracia, entre las cosas que socavan la creencia en Dios figuran los abusos perpetrados en su nombre. Como consecuencia, hay quienes han llegado a la conclusión de que la humanidad estaría mejor sin religión. ¿Qué opina usted?
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

Vean este hermoso video:
<iframe width="420" height="345" src="http://www.youtube.com/embed/gI8Pi60tGBE" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>​
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

Vean este hermoso video:
<iframe width="420" height="345" src="http://www.youtube.com/embed/gI8Pi60tGBE" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>​

Carlos, tengo solo 2 minutos hoy, espero mañana poder contestar. Mientras tanto, pregúntale a Vino Tinto acerca del nautilus y fibonacci...

Salud.
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

Carlos, tengo solo 2 minutos hoy, espero mañana poder contestar. Mientras tanto, pregúntale a Vino Tinto acerca del nautilus y fibonacci...

Salud.

Qué tengo que preguntarle a Vino tinto?...

No hay nada que preguntar...tú tienes que comentar, nada más...
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

CARLOS:

¿Qué te hace pensar que el hecho de que cierto fenómeno se repita una y otra vez en la naturaleza es evidencia de que ello es diseñado?

Gracias,
K.
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

CARLOS:

¿Qué te hace pensar que el hecho de que cierto fenómeno se repita una y otra vez en la naturaleza es evidencia de que ello es diseñado?

Gracias,
K.

Demasiado simple tu pregunta. Un número tan preciso y repetido en aspectos de diseño de seres vivos y elementos físicos evidencia la existencia del Creador. O crees que ese número es pura coincidencia? Por favor, es demasiado el condicionamiento que uds. los ateos padecen, les hace perder objetividad.

Mira, Karina, yo no necesito reafirmar o fundamentar mi fe en Dios, por si piensas eso. Lo que hago es aportar lo que para mí son evidencias del Creador, nada más. Tal vez a alguien puedan servir estas opiniones, alguien que intente ver las cosas fuera de todo prejuicio o idea preconcebida, alguien que esté buscando la verdad.

Saludos.
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

CARLOS:

No, amigo, afirmas que un número así es evidencia de un creador sin decir porqué, como si fuera obvio, como si número repetido=diseño inteligente. Pero no hay esa clase de vínculo. Tú, que eres creyente y partes del a priori de que Dios existe puedes ver en ese número (y sus repeticiones) la evidencia de la existencia de un creador. Pero sin la aceptación del a priori no es un vínculo natural ni automático. Usted cree que es un condicionamiento mío. Yo creo que es un condicionamiento suyo. ¿Qué evidencia tiene de que lo suyo no es condicionamiento?

Por otro lado, yo no pienso nada de ti como persona, yo me quedo sólo en los argumentos, por ende no pienso que necesites reafirmar nada, creo que no es mi lugar y mucho menos si no te conozco.

Gracias,
Karina.
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

Tienes razón Martamaria, diría que ya lo comentamos no hace mucho. El problema está en el leguaje mismo, una palabra teniendo tantas acepciones distintas. Sospecho que incluso usando la palabra "pienso" acabaríamos en conflicto de significados. El lenguaje es poderoso y limitado al mismo tiempo.. toda una paradoja :)

Salud.

Por eso debemos poner el máximo cuidado en el significado de las palabras y en la puntuación. Y si algo no queda claro hacerlo saber para corregirlo.
Un saludo.
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

ophpe; [COLOR="#006400" dijo:
¡Asombroso!
¿Pero qué clase de mente crees que hubise podido diseñar esa información tan perfecta en tantísimas especises animales, vegetales y minerales y no ser capaz de diseñar una mente humana libre y buena a la vez? ¿No te parece un poco desconcertante?

[/COLOR]
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

Se me olvidó este video, aunque no tiene audio...

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Verdaderamente asombroso...
Lo curioso es que una mente capaz de diseñar semejante información tan exactamente matemática en tantísimas variedades del reino animal, vegetal y mineral...no fuera capaz de incluir información en los genes humanos para que todos fuéramos buenos y libres a la vez...
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

algunos videos no salieron....
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Sal 19:1 «Al Músico principal: Salmo de David» Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Sal 19:2 Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.

Y un ser tan poderoso e inteligente para establacer la proporción aurea físicamente en tantos rostros humanos, y la sucesión Fibonacci en tantas especies animales, vegetales, y minerales...¿No pudo hacer al ser humano igual de perfecto moralmente y a la vez libre?
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

Demasiado simple tu pregunta. Un número tan preciso y repetido en aspectos de diseño de seres vivos y elementos físicos evidencia la existencia del Creador. O crees que ese número es pura coincidencia? Por favor, es demasiado el condicionamiento que uds. los ateos padecen, les hace perder objetividad.

Mira, Karina, yo no necesito reafirmar o fundamentar mi fe en Dios, por si piensas eso. Lo que hago es aportar lo que para mí son evidencias del Creador, nada más. Tal vez a alguien puedan servir estas opiniones, alguien que intente ver las cosas fuera de todo prejuicio o idea preconcebida, alguien que esté buscando la verdad.

Saludos.


Pues yo estoy buscando la verdad.
Y veo esa maravilla matemática en los animales, vegetales y animales. y me pregunto cómo es posible que eso sea el diseño de un ser, sea tu Dios, u otro ser cualquiera con ese poder, y no haya sido capz de diseñar mejor la mente del ser humano para que sea bueno y libre a la vez. ¿Por qué se esmeró con la flora y la fauna y los minerales y descuidó la mente de ser humano?
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

Qué tengo que preguntarle a Vino tinto?...

No hay nada que preguntar...tú tienes que comentar, nada más...
Creo que lo que desea que me pregunte es si la espiral del nautilus corresponde a una espiral de Fibbonacci.

La respuesta es no. No corresponde a una espiral de Fibonacci. Sin embargo sí que corresponde a otro tipo de espiral logarítmica real, evidente y discurrible.
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

CARLOS:

¿Qué te hace pensar que el hecho de que cierto fenómeno se repita una y otra vez en la naturaleza es evidencia de que ello es diseñado?

Gracias,
K.

Que le hace pensar que no?
 
Re: Porque no creo en un Dios personal Cristiano

EN MI HUMILDE RAZONAMIENTO, TRATRE DE DECIR POR QUE CREO EN UN DIOS CREADOR.-
EL FILÓSOFO británico Antony Flew fue durante cincuenta años un ateo de gran prestigio entre sus colegas. Su trabajo “Theology and Falsification” (Teología y falsificación), que apareció en 1950, “se convirtió en la publicación filosófica más reimpresa del siglo [XX]”. En 1986 se dijo que Flew era “el más agudo de los críticos contemporáneos en contra del teísmo” (la creencia en Dios o en deidades). De modo que muchos se escandalizaron cuando, en 2004, anunció que había cambiado de parecer.
¿Qué lo impulsó a dar ese paso? En pocas palabras: los avances científicos. Flew se convenció de que el universo, las leyes de la naturaleza y la vida misma no pueden haber surgido por pura casualidad. ¿Se trata de una conclusión lógica?

El físico y divulgador científico Paul Davies señala que la ciencia realiza una magnífica función explicando fenómenos físicos como la lluvia. Pero matiza: “Cuando se trata de [...] planteamientos como ‘¿Por qué existen las leyes naturales?’, la cosa cambia. Los descubrimientos científicos específicos no inciden demasiado en estos tipos de cuestiones: muchos de los grandes interrogantes continúan inmutables desde el principio de la civilización y todavía nos preocupan”.

“Lo importante no es que haya regularidades en la naturaleza —escribió Flew en 2007—, sino que estas regularidades sean matemáticamente precisas, universales e interdependientes. Einstein las llamó ‘la razón encarnada’. Lo que debemos preguntarnos es cómo fue posible que la naturaleza tuviera estas características. Hombres de ciencia, desde Newton hasta Einstein pasando por Heisenberg, se han planteado y respondido esta cuestión. Su respuesta es la Mente de Dios.”

Lo cierto es que muchos científicos reputados no consideran acientífico creer en una Primera Causa inteligente. Por otro lado, decir que el universo, sus leyes y la vida se presentaron por casualidad no satisface el intelecto. La vida diaria nos dice que el diseño, en especial si es altamente complejo, exige la existencia de un diseñador.


Aunque a los nuevos ateos les guste enarbolar la bandera de la ciencia, el hecho es que ni el ateísmo ni el teísmo se apoyan exclusivamente en ella. Tanto uno como otro exigen fe en algo: el ateísmo en el ciego azar y el teísmo en una Primera Causa inteligente. Los nuevos ateos promueven la idea de que “toda fe religiosa es fe ciega”, señala John Lennox, profesor de Matemáticas en la Universidad de Oxford (Inglaterra). Y añade: “Debemos subrayar con insistencia que están equivocados”. La cuestión es entonces la siguiente: ¿qué fe se mantendrá en pie, la del ateo, o la del creyente? Pensemos, por ejemplo, en el origen de la vida.

Los evolucionistas admiten sin reparos que el origen de la vida sigue siendo un misterio, a pesar de las innumerables y contrapuestas teorías. Un destacado nuevo ateo, Richard Dawkins, afirma que en virtud de los incontables planetas que deben existir en el universo, es lógico que la vida apareciera en alguno de ellos. Pero muchos científicos renombrados no están tan seguros. John Barrow, profesor de la Universidad de Cambridge, dice que la creencia en “la evolución de la vida y de la mente” llega a “callejones sin salida en cada estadio evolutivo. Hay tantas formas en que la vida puede cesar de evolucionar en un entorno complejo y hostil que sería pura arrogancia suponer que, simplemente contando con carbono suficiente y tiempo suficiente, todo es posible”.

Conviene también recordar que la vida es más que una amalgama de componentes químicos; está basada en información de extrema complejidad, que se halla codificada en el ADN. Por tanto, cuando hablamos del origen de la vida también nos referimos al origen de la información biológica. Y ¿qué se requiere para generar información compleja? En una palabra: inteligencia. ¿Sería posible que el azar produjera información compleja como la de un programa de computadora, una fórmula algebraica, una enciclopedia o una simple receta de cocina? Por supuesto que no. Sin embargo, su complejidad palidece ante la sofisticación y la eficacia de la información almacenada en el código genético de los organismos vivos.

Paul Davies explica que según los ateos, “el universo es como es, misteriosamente, solo que permite la vida”. “De ser diferente —argumentan ellos—, no estaríamos aquí hablando del tema. Puede que el universo tenga o no una unidad subyacente profunda, pero desde luego no tiene diseño ni propósito, por lo menos ninguno que nosotros veamos.” Davies puntualiza: “La ventaja de esta postura es que es fácil de sostener, tan fácil que se puede utilizar para escurrir el bulto”, es decir, se trata de una manera conveniente de eludir la cuestión.

En su obra <cite>Evolution: A Theory in Crisis</cite> (La evolución: una teoría en crisis), el biólogo molecular Michael Denton expone que la teoría de la evolución “se parece más a un principio de astrología medieval que a una teoría científica seria”. Asimismo, tilda a la evolución darwiniana de ser uno de los mayores mitos de la historia moderna.

La realidad es que suena a ciencia ficción llamar al azar la Primera Causa. Imaginemos que cierto arqueólogo viera un pedrusco más o menos cuadrado. Seguramente atribuiría su forma a la casualidad, y es lógico. Pero si luego encontrara el busto de un ser humano esculpido con todo detalle, ¿diría que es obra de la casualidad? No. Su mente lógica le diría: “Alguien ha hecho esto”. Utilizando un razonamiento semejante. La Biblia asegura: “Toda casa es construida por alguien, pero el que ha construido todas las cosas es Dios” (Hebreos 3:4) ¿Está usted conforme con esta afirmación?

“Cuanto más sabemos del universo [...], la idea de un Dios Creador que lo diseñó inteligentemente adquiere mayor credibilidad como inferencia a la mejor explicación de por qué estamos aquí”, admite el profesor Lennox.

Por desgracia, entre las cosas que socavan la creencia en Dios figuran los abusos perpetrados en su nombre. Como consecuencia, hay quienes han llegado a la conclusión de que la humanidad estaría mejor sin religión. ¿Qué opina usted?

Que la humanidad necesita leyes morales vengan de donde vengan para lograr una convivencia en paz.

Respecto al origen del Universo y de la vida...ciertamente es un misterio que la ciencia no logra descubrir, pero de eso a asegurar que se debe al Dios de la biblia hay un trecho que no se lo salta la Ciencia ni los ateos y ni otros.

Si no es casualidad, tampoco tiene por qué haber sido el Dios bíblico. ¿No puede haber otras opciones? ¿Un ser superior desconocido pero con poder? ¿O una civilización extraterrestre?
¿Acaso se conoce todo lo que existe en el basto universo? Si ni siquiera sabemos si es uno o varios...