El Santo sólo habita en la Santidad. ¿Cómo dices tú que habita en ti?
2Re 19:22 ¿A quién has vituperado y blasfemado? ¿y contra quién has alzado la voz, y levantado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel.
Sal 89:18 Porque Jehová es nuestro escudo,
Y nuestro rey es el Santo de Israel.
Estas dos Escrituras son suficiente para entender que el Santo de Israel es Cristo.
Hasta los demonios lo reconocen:
Mar 1:24 diciendo: ¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.
LA SANTIDAD DE JESÚS NOS ES IMPUTADA A NOSOTROS, SUS REDIMIDOS.
Y es Cristo quién comparte Su Santidad con los suyos, lee:
Jua 17:19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Conoce Jesús a los que son suyos, llenos de debilidades, pero delante del Padre somos presentados como el Hijo, Santos y sin pecado ninguno.
Esta es la Santidad Posicional, ahora, la santidad práctica, es la lucha de todos los días del creyente que ama a su Señor.
Existe la armadura de Dios (Ef.6:11-18).
Y sobre todo, hemos sido sellados con el Espíritu Santo, quién nos redarguye, nos advierte, nos avisa, antes de cometer cualquier pecado.
_"Mira, no lo hagas, tú eres de Cristo"-
El alma no se limpia con lejía y el corazón no funciona sin Fluido de Sangre...
1Jn 1:6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
1Jn 1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado.
1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1Jn 1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
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