¿Sabías que la serpiente de bronce fue mantenida por los judíos por 700 años antes de ser destruida?
PROPÓSITO DE LA SERPIENTE DE BRONCE
Núm 21:4 Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino.
Núm 21:5
Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
Núm 21:6
Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.
Núm 21:7 Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.
Núm 21:8 Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.
Núm 21:9
Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.
1. La murmuración del pueblo, hizo que Dios envíase juicio de muerte por medio de las serpientes.
2. El bronce simboliza "juicio" y está, su significado, asociado al altar de bronce, del Templo de Jerusalén, donde una víctima inocente, pagaba con su vida, los pecados del ofrendante.
Jua 3:14
Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,
Jua 3:15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
3. Quizás Nicodemo no lo entendió inmediatamente. Pero luego de la crucifixión, le contemplamos como discípulo de Cristo.
Jua 19:39 También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras.
Pretender, como hacen los católicos, buscar justificar la idolatría de sus templos, torciendo la Escritura, solo puede provenir del mismo infierno.
Todo católico necesita un encuentro personal con el Señor.
Porque el que hizo el oído, lo escucha, y sus ojos, escudríñan la mente y el corazón del católico, para saber si su lucha por justificar el pecado de idolatría, y de invocación a los espíritus de los muertos, representados en las estatuas de sus templos, está a favor de su fidelidad al diablo, o sencillamente es un ignorante.