Pues no queda claro si entiendes lo que te he explicado.
Más bien parece molestarte el hecho que que la acepción histórica de la palabra “protestar” en el caso de Lutero no es otra a la que he explicado.
Lutero no “se retractó” como quería el Papa, sino “protestó” o ratificó que, efectivamente seguía manteniendo que sus 95 tesis eran conforme la verdad, conforme a las Escrituras, conforme a su saber, su entender y su conciencia.
A partir de ese momento, la ICR, perdió la mitad de Europa.
La protesta no fue un arrebato, tampoco un acto de rebeldía, sino la firme decisión de hacer lo correcto y acorde a las Escrituras.
En suma, operó en Lutero al igual que en Pablo el que es necesario seguir a Dios, antes que a los hombres.
A partir de este punto, “sola scriptura” es un principio básico que enarbola el cristianismo evangélico, principio que deviene desde siempre: “volved a las sendas antiguas”, volver al manantial de agua limpia y fresca de las Escrituras y que anhela y busca el cristiano como el siervo por las aguas.