Quizá lo más cercano al pensamiento de Jesús es que las personas que se autodenominan cristianas lleguen a sentirse ciudadanos de ese reino. Como en todo reino, hay diferencias de opinión entre los ciudadanos. Pero todos comparten la lealtad a la patria común.
El asunto con la identificación de los que son de Cristo, no es sentimental, es Doctrinal.
Existen aquellos, que, perteneciendo a grupos o sistemas religiosos, ajenos a la doctrina bíblica, insisten en ser reconocidos como cristianos, mientras conservan sus altares a deidades paganas.
La identificación que Cristo hace de nosotros:
2Ti 2:19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello:
Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.
No es un asunto de sentimientos sino de conducta y testimonio, conforme a la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y las oraciones (Hech.2:42)
La comunión unos con otros, está sujeta a estos parámetros:
1Co 5:11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro,
o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón;
con el tal ni aun comáis.
Aquí en este foro, entra mucho llorón, rogando ser incluido como "cristiano" mientras en el altar de su corazón le quema incienso a otras deidades.
Hay alcahuetas, cómplices de pecados ajenos, que no dudan en abrazarlo y decirles: "Sigan adelante", para conseguir el beneplácito de los demás foristas, que se aplauda sus dotes de "Filántropo" del Edén, que ya algunos conocemos, pero el consejo apostólico es claro y contundente y no se presta para negociarlo, leemos:
"CON EL TAL, NI AUN COMÁIS"
Y que no vengan con el acostumbrado argumento de la "falta de amor", porque si uno no los amara, no oraríamos por su conversión y mucho menos les advertiríamos de sus errores, ahora que están vivos, para que se vuelvan al Cristo de las Escrituras y abandonen ese cristo falsificado con el cual andan por el mundo, sembrando tinieblas.
LA FIDELIDAD A CRISTO NO SE NEGOCIA.