-No son para nada fiables los testimonios de cristianos o no, que convinieron en unir dos cosas: la ciudad capital imperial y que Pedro hubiera padecido martirio en ella. Alejandría, Antioquía, Corinto, Éfeso podrían empezar a ejercer influencia sobre las demás iglesias, si no se apresuraban a ganarles de mano.
Toda una bola de mentirosos dirás entonces de los cristianos de la iglesia primitiva.
Antioquía, en Siria, era la tercera ciudad más importante del imperio, después de Roma y Alejandría. También era una de las iglesias más importantes e influyentes. Habían en Antioquía muchos cristianos de procedencia judía que huyeron de la destrucción de Jerusalén ocurrida en el año 70. San Ignacio de Antioquía fue el tercer obispo de Antioquía, siendo Pedro y Evodio los dos primeros.
Claro, por supuesto, poner en duda la veracidad de las cartas de san Ignacio de Antioquía es la última línea de defensa que tienen ustedes. Pero no los culpo, porque si yo fuera uno de ustedes, probablemente haría lo mismo.
Condenado a morir devorado por las fieras por negarse a adorar a los dioses romanos, san Ignacio de Antioquía fue trasladado a Roma y allí recibió su martirio en el año 107.
-Iglesia primitiva llamo a la del siglo primero, bajo directa supervisión de los apóstoles. Para el siglo II ya empiezan a percibirse desvíos a causa de pugnas internas por émulos de Diótrefes (3era. Juan). Los cristianos, acabados aquellos primero siglos de persecución, quedaron divididos en dos grandes sectores: la Iglesia oficial, en connivencia con las autoridades imperiales; los disidentes, que se reunían secretamente (algo parecido a los tiempos modernos con las iglesias por las casas en Asia oriental).
Sólo imagínate, que el padre del calvinismo haya impugnado energéticamente la temática pro católica de las cartas de san Ignacio de Antioquía, eso habla volúmenes.
San Ignacio de Antioquía estuvo bajo directa supervisión de los apóstoles Juan y Pablo en el siglo primero.
A finales del siglo primero, principios del segundo, no existía una “Iglesia oficial” en convivencia con ninguna autoridad imperial.
Y sin embargo, el tal Ignacio de Antioquía no es listado junto a Diótrefes.
-Por eso mismo escribí: "acabados aquellos primeros siglos de persecución". Obviamente, que me estoy luego ubicando en tiempos de Constantino.
-Ciertamente que Ignacio retuvo mucho de bueno de sus maestros, pero también se permitió innovaciones. Con él se inicia precisamente el desvío hacia tradiciones que luego se vuelven dogmas.
Luego Dios permitió que la confusión triunfara hasta el siglo XVI.
Mientras era llevado preso a Roma para su calvario, Ignacio en su carta a los cristianos de la Iglesia de Éfeso escribió lo siguiente…
Precisamente, y lástima que no puedas ubicar a san Ignacio de Antioquía en tiempos de Constantino para usar ese argumento favorito. Pero en este caso, nos estamos refiriendo a los cristianos de la iglesia primitiva de finales del siglo primero y principios del segundo.
