Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION
Estimada lulis. Saludos cordiales.
Tú dices:
Asi es, es cuestión de considerarlo tranquilamente, la promesa para quienes es y por los méritos de quién, luego podemos fincar sobre ello, el problema es que cambiamos las bases sobre las cuales, Dios declara salvados a sus hijos, el que existan falsos profetas, falsos maestros e hijos malos, no cambia la posición de Dios respecto a su redención, el permanece fiel a su promesa, aún si nosotros fuéramos infieles.
Aca no se trata de decir, tu eres salvo, tu no eres salvo, tu pareces salvo pero yo creo que no es seguro, etc... sino si realmente hay fundamentos bíblicos suficientes para condenar a quienes tienen confianza de salvación y además de enseñar que cualquiera q se confíe esta mal y peor aún que entonces corresponde al hombre "mantenerse" salvado.
Hechos y no palabras, es cierto, por sus frutos los conocereis, los que son hijos de Dios permanecen siendo sus hijos y si no, es que no lo eran: - Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. Pero vosotros tenéis la unción del Santo... - (1a Juan 2:19-20)
Dios le guarde,
Respondo: El Señor nos dio la parábola del fariseo y del publicano. (ver Lucas 18:10-14)
"
A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola" Lucas 18:9.
También se da el caso similar a lo que creía de si mismo el fariseo en Apoc. 3:17
"Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo."
El Señor a todos nos dio la promesa de Salvación, de ti depende si le obedecerás o le negarás.
"Y si mal os parece servir al SEÑOR, escogeos hoy a quién sirváis; o a los dioses a quien sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; que yo y mi casa serviremos al SEÑOR." Josué 24:15.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.
A la promesa de salvación se accede creyendo... éso es lo que esta en debate.
Cuando se le dice que las bases sobre la cuales ud. cree que la salvación se puede perder, son incorrectas... la última intención es jactarme o presumirle nada, si acaso devolverle la seguridad de su salvación, es irrelevante como se sienta usted en éste tema o aún la actitud con la que abordemos el tema, éso no es lo que esta en debate.
Ahora al tema, cuando afirmamos que la salvación es cosa segura, se hace por la obra y méritos de nuestro Señor Jesus. Creemos que el que es redimido por la sangre de Cristo, lo es permanentemente, no temporalmente y mientras se porte bien.
No es el temor a perder la salvación lo que debe regir la vida de la nueva criatura, es la presencia del Espiritu Santo en su vida, es su nueva naturaleza en Cristo la que dará frutos de justicia. Pero nunca éstos frutos serán la condicionante para conseguir o mantener aquello que ya se tiene.
El asunto es simple, hasta dónde alcanza la sangre de Cristo para mantener salvado a uno de sus redimidos? Juan 3;16 nos dice:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
De tal manera, es decir, tan grandemente, tan inmensamente que envió a Cristo a morir por nosotros. Y Pablo dice en Romanos 5:
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.
Le repito, la seguridad de la salvación no es en nuestras obras sino que es por la obra y méritos de nuestro Redentor, por quien habiendo sido reconciliados, permanecemos reconciliados.
Bendiciones,