Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION
Querido burrito, esto se pone caliente.... El tema aqui es la seguridad de la salvacion .... No queria hablar de la predestinacion... pero creo que no me queda mas salida. Tu me dices que no crees en la predestinacion. Yo si creo y aunque no te dare todos los textos de una sola vez Empezemos discutiendo uno que ya te presente anteriormente:
Romanos 8:29,30
Porque a los que antes conocio (v 29)a estos ( no dice a algunos de estos) predestino....y a los que predestino a estos ( no dice algunos)tambien llamo ( 1o conoce 2o predestina 3o llama; el llamado es despues de la predestinacion)y a los que llamo ( no dice a algunos de los que llamo)a estos ( no a algunos) a estos justifico;y a los que justifico a estos ( no a algunos) glorifico.
Creo que no seria justo pasar a otro tema ni a otros textos sin una seria consideracion de estos versiculos. Espero tu respuesta burrito. Dios te bendiga hermano.
Gracias Valdense por hacerme pensar, dicen que el uso del cerebro aleja el alzheimer. Risas
Igual te adelanto que con un tipo como vos me encantaría perder.
1. Pablo comienza su epístola a los romanos, diciéndoles que no se avergüenza del evangelio.
2. Y sigue aclarando el porque de esto: Porque es poder de Dios para la salvación a todo aquel que cree.
El evangelio es PODER.
PODER de Dios
Para SALVACIÓN
¿A quienes puede salvar este evangelio que es un poder especial nada menos que de Dios?
A todo aquel... que cree.
No a los que fueron predestinados para ser salvos, sino a los que "creen".
Toda persona que cree en el mensaje del evangelio recibe este poder especialmente enviado por Dios para su salvación.
...agradó a Dios salvar a los "creyentes" por la locura de la predicación.
Y la remata explicando que en este evangelio que el predica, la justicia de Dios es otorgada a los creyentes por la fe.
¿Que se necesita para recibir este poder de Dios para salvación?
Creer en esta locura que se nos predica...
Y si la salvación viene por "creer" y no por obrar, podemos afirmar que sin fe es imposible agradar.
A continuación Pablo deja bien en claro la culpabilidad del hombre y este punto es totalmente fundamental.
1. La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres.
Evidentemente Dios espera que el hombre sea piadoso y justo y que no lo sea le enoja sobremanera.
Acá queda claro que el hombre es así por su propia decisión. Sino el enojo de Dios sería una payasada.
2. Y da mas razones para su enojo.
No solo hace responsable al hombre de detener injustamente la verdad, sino que asegura ser el mismo, quien se tomó personalmente el trabajo de revelarsela.
...les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo,
siendo entendidas por medio de las cosas hechas,
de modo que no tienen excusa.
Nos dice que Dios hace responsable al hombre, porque sabe que el hombre por medio de las cosas visibles puede entender las cosas invisibles de el.
Pablo nos asegura que Dios se manifiesta así a cada hombre en su interior.
Pablo es mas osado y continua asegurando que todo hombre, aun que lo niegue, ha conocido a Dios en su interior, porque dice que Dios mismo se le reveló, y que habiendo gustado este conocimiento interior, no quisieron darle a el la gloria, ni las gracias por haberlos creado.
Y lo desecharon...
Dios, los crea, se manifiesta a ellos por medio de todas las cosas visibles, de modo que entiendan que no se crearon ellos mismos pero ellos le rechazan y se envanecen en razonamientos necios.
Si leemos a continuación dice:
Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones...
Acá "entregar" no significa que los llevó de una oreja, sino que los dejó librados a sus propias pasiones y concupiscencias...
Pasiones y concupiscencias que nacían de ellos y eran de ellos y no de Dios.
Observemos:
Cuando alguno es tentado,
no diga que es tentado de parte de Dios;
porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
Los condicionales de Dios: (en violeta)
ROMANOS 8
1 Ahora, pues,
ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,
los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
2
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
4
para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros,
que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
6 Porque el ocuparse de la carne es muerte,
pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu,
si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
10
Pero si Cristo está en vosotros,
el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.
11
Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros,
el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis;
mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne,
viviréis.
14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo,
si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
19 Porque el anhelo ardiente de la creación
es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;
21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;
23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
¿Quienes son aquellos a los que antes conoció?
¿Quienes son aquellos que fueron predestinados para ser conformados a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos?
¿Y quienes son aquellos que fueron llamados?
¿Y quienes los justificados?
¿Y quienes fueron glorificados?
13 Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio,
14 por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre,
y hacer salvos a algunos de ellos.